Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


miércoles, 26 de enero de 2011

(2) Por Fin


-Deja que lleve eso- dijo Emily al mismo tiempo que se estiraba para tomar una de mis maletas. Yo me adelante y la tome antes, después de todo no quería ser una molestia.

-No pasa nada. Si pude correr con ellas estoy segura de que podre caminar....

-Vamos, eres nuestra invitada... por 3 meses no tendrás que preocuparte de nada-

Emily siempre tan amable.Tomo mi maleta y la acarreo un corto trayecto antes de que Sam la tomara.

Yo me maravillé por la relación que tenían, siempre juntos, emanaban amor por todos lados. Cuando el la miraba paresia un ciego que veía la luz por primera vez, y aunque se conocierón hace mucho, eso parecía no haber cambiado.

Cuando llegamos al auto casi me da algo, ¿como habían hecho para caber todos ahí?

Luego me percate de que Jacob, Seth y Leha tomaban otro auto.Un Vowlsvagen Golf rojo que conocía muy bien.

Sam se adelanto y tomo el volante de la camioneta negra que tenia al frente. No tenia ni idea de autos por lo que me limite a subir a el sin preguntar que marca era- estaba segura de que no lo reconocería de todos modos-.

Yo me acomode en el asiento trasero, deje que los chicos llevaran mis maletas en la cabina de atrás y cuando empezamos a movernos abrí la ventanilla para poder respirar ese aire tan familiar.

Sabia que aun faltaban muchos kilómetros para llegar pero yo ya me sentía en casa.

Sam y Emily se pusieron a hablar de algo por la que mi tía no estaba tan entsíasmada. Quise poner mas atención en lo que decían pero luego me di cuenta de que me estaba metiendo en algo que no me importaba.

Decidí entonses tratar de concentrarme en el paisaje. Yo lo conosía muy bien, una ves llegué a pensar que vivía en un mundo alienijena, todo era verde: unos mas oscuros que otros pero en fin, a mi me gustaba así.

Cuando me concentre mas de la cuenta en tranquilizarme- ya que faltaban unos pocos minutos para llegar- me di cuenta de el tremendo ruidaje que tenían detrás de la camioneta. Se estaban haciendo bromas, no se sobre que, por lo que agudicé el oído para poder entender.

Por lo que pude escuchar estaban haciendo apuestas pero no sabia que estaban apostando hasta que Embry, que era el mas cercano, dijo:

-Estoy seguro de que no duraran ni una semana como amigos, apuesto todo lo que tengo a eso.- ¿que quiso decir?.

Ellos siguieron hablando entre bromas, apostando pero no quería escuchar mas.

Sabia muy bien de quien estaban hablando.

Me estremecí al pensar en las ultimas semanas, le había telefoneado mas de diez veces pero las pocas en las que contestaron me atendía su madre y me decía que el no se encontraba. ¿Me abría estado evitando todo este tiempo y yo como una tonta lo deje pasar? No, eso no podía haber sido ya que cuando hable con Emily sobre mi estadía aquí, ella dijo que el se volvería loco al verme, pero ¿que otra cosa podía haber querido decir Embry? ¿que estaban apostando realmente?

Estuve pensando un rato sobre el asunto hasta que al final decidí que eso no importaba. Yo venia a divertirme y a pasar mis vacaciones con la gente que yo quería y nada me arruinaría eso.

-Ya hemos llegado- dijo Sam con su vos ronca pero amable, era de esas voces que nunca te acostumbras a escuchar ni aunque hayas vivido toda la vida con ella.

Cuando me di cuenta ya estábamos en la puerta de la casa en la que me esperaban mas recuerdos de los que nunca me olvidaría. Mis mejores años los pase en esta casa y volver era todo un sueño.

-¿Estas llorando?- me pregunto Emily. No lo estaba pero sin dudas esas lagrimas estaban alli, escondidas y me traicionarían en algún momento.

-Ven, sígueme, te mostrare tu habitación- Yo sabia con exactitud donde se encontraba, esa parte de la casa me era imposible de olvidar.

Todos me siguieron, supongo que esperaban algo, hasta que entre en ese cuarto y me di cuenta de que era.

-Sam nos a pagado para que pintemos las paredes y arregláramos el piso, todo estaba muy deteriorado... nadie a estado aquí ademas de ti- dijo Jacob al mismo tiempo que le mostraba una cara de suficiencia a su amigo. Seguro que Sam le abría pagado en grande.

-No tenían que hacer eso... si fuera por mi dormiría afuera como un perro-

Todos se echaron a reír como si hubíera dicho el mejor chiste del mundo. Asta Emlily se río por lo bajo un poco.

Me sentía realmente a gusto estando allí. Desempaque todo y me fui a la cocina, me encontré hambrienta y la comida que mi tía estaba preparando no me ayudo a controlar mi estomago. Rugió una vez y ella se percato de eso.

-Supongo que 8 horas de viaje le devuelven el apetito a cualquiera... Estoy preparando panecillos, estarán listos dentro de poco- Asta ese momento, no me había percatado de la enorme cantidad que había preparado. Seguro que regresaría a casa con algún que otro kilo de mas.

-Emily, no creo que entre las 2 lleguemos a engullir tod... - no pude terminar la frase ya que una avalancha de monstruosos chicos quileute entraban por la puerta.

-!!Genial¡¡ Emily, estoy seguro de comerme una vaca en cualquier momento...

-Creo que tendrías que preparar mas, Paul come como una fiera..

Jared y Embry fueron los únicos que hablaron ya que el resto estaba concentrado solo en comer....

!Pero que manera de alimentarse que tenían esos chicos¡

Recordaba que todas las tardes se reunían a comer todo juntos como una familia, bueno lo eran, pero se me había olvidado que la comida solía desaparecer a una velocidad alarmante.

En menos de un minuto, la fuente llena hasta el tope de panecillos se había vaciado, y mi tía tuvo que traerles otra para saciar el hambre boráz que tenían. Estaba segura de que si no lo hubiera hecho, nosotras seriamos el plato principal.

-Eh, Clarie ¿que pasa?....-dijo Embry

-Creo que se a olvidado de gran parte de lo que hacíamos durante las tardes.. Mírala, se le van asalir los ojos sin nos sigue mirando así...- Seth.

-Bueno, disculpen si se me había olvidado esta parte tan importante en mi vida...!Pero madre santa¡ ¿si les dan un elefante asado a cada uno se lo comerán verdad?

-Pues claro... Venga, come antes de que la tribu acabe todos sus recursos alimenticios de un año..- Me dijo Emily al tiempo que me daba uno de sus panecillos.

Ella era una exelente cocinera. Ese panecillo estaba genial.

-¿Clarie?...-No me había percatado de su presencia, y su vos me sobresalto.

Estaba en la puerta, parado como un tonto mirándome.

Yo no daba crédito a lo que veía, después de tanto tiempo hay estaba.

Seguía tal cual lo recordaba, solo un poco mas alto y musculosos, pero su cara era la misma. Me extraño pero no me importo.

-Hola, Quil- Me apresure a saludarle pero el no se percato de eso, siguió mirándome y yo me pregunte que vería en mi.

De repente la mas bella de las sonrisas apareció en su rostro, jamas me había sonreído de esa forma. Esperaba ver esa sonrisa picara a la que me había acostumbrado a ver cuando era pequeña pero esto fue distinto. Me hizo sentir rara y tuve la imperiosa necesidad de abrazarlo con todas mis fueras, pero no quería hacer el ridículo en frente de todos.

Como si pudiera leer mi mente salio corriendo hacia mi, y me abraso como nadie lo había hecho jamas. Tenia el torso descubierto- eso no me sorprendió ya que así lo recordaba- por lo que mi piel ardía al contacto con la suya, aun así no trate de apartarme de el.

Le extrañe tanto los últimos 11 años, como si una parte de mi se hubiera quedado con el, y ahora, después de tanto tiempo la recuperaba.

-No me puedo creer que seas tu.... Clarie, te e echado tanto de menos....

No se porque pero al escuchar eso mi corazón empezó a latir a mil por hora, parecía que saldría de mi cuerpo en cualquier momento.

-Eh, estamos comiendo... - dijo Leha cortando el hilo de mis pensamientos.

Quil me soltó y le dirigió una mirada cargada de ira que se desvaneció al mirarme.

No me había dado cuenta de que todos nos estaban mirando con demácida atención, hasta mi tía que estaba flanqueada por Sam me miraba.

Me sonroje y baje la mirada al piso.

-Vamos, tienes mucho que contarme y aquí hay demasiadas personas...- me dijo mientras tiraba de mi y me llevaba asía afuera. Yo lo seguí con gusto, después de todo, 3 meses me parecían muy poco tiempo para estar con el, con mi mejor amigo.

viernes, 21 de enero de 2011

(1) Reencuentro




-Hola ¿Emily? Soy yo, Claire
Por fin podía hablar con ella después de tanto tiempo.
Había pasado la mayor parte de mi estadía en Alaska lleno y viniendo, una y otra vez al hospital, mi muy mala suerte me había hecho pasar por cosas que la razón no apoyaría y que si las digiera, la mayoría de las personas me verían como una loca, hasta yo me había considerado una es su momento.
Extrañaba como nunca La Push, depuse de que a mis padres se les ocurriera agrandar sus horizontes y probar cosas nuevas , lleno a Alaska - no lo entendí ya que el paisaje es el mismo, solo un poco mas frio- deje atrás todo lo que me importaba. A pesar de que cuando nos fuimos solo tenía 5 años, ya había hecho buenos amigos, y había uno en particular que extrañaba con locura.
Mi mejor amigo desde que tengo memoria: Quil.
-¿Clarie? Es broma. ¡No lo puedo creer! Tanto tiempo, pensé que te habías olvidado de tu Tia. ¿Como están las cosas por allá?
Sin dudas me había echado de menos.
-Bien, bien. Mis padres te mandan saludos, ellos están trabajando. Mi padre consiguió uno muy bueno como empleado en una casa de artículos para pesca y mi madre hizo su propia tienda... ¿y la Push? ¿Sigue como la deje hace 11 años?
-Claro, nada ha cambiado. Te seguimos esperando...- No me sorprendió que utilizara el plural, eso solo aumento mi melancolía pero a la vez me alegro. Al menos no se habían olvidado de mí.
- Ya, de eso quería hablarte....
Mis padres por fin habían aceptado que ya era lo suficientemente grandecita como para pasar mis vacaciones solas, por lo que decidí que este verano pasaría mis tres meses en La Push. Aunque esto no les hizo ni una pisca de gracia, pero al final aceptaron.
-¿Tus padres te han dejado venir?- Su tono de vos aumento por la repentina alegría
-Bueno... me estaré pasando por ahí el lunes si eso te está bien.
-Guau, ¿sabes cómo se va a poner Quil? seguro que va a explotar de la alegría....
-! No ¡- grite. Eso la desconcertó un poco pero me apresure a seguir- No quiero que le digas.... por favor... será sorpresa-
Esa idea le gusto más aun.
Estuvimos haciendo planes por largo rato antes de cortar. Le dije el horario de llegada de mi avión para que ella me recogiera al llegar y luego hablamos sobre cosas sin sentido como mis nuevos amigos- aunque estos no se parecían en nada a los verdaderos que tenía en La Push- algunos profesores del instituto , y muchas otras cosas durante 1 hora más o menos.
Cuando mis padres vean la cuenta de teléfono, seguro que les va a dar un ataque.
Me despedí de ella con un "Nos vemos" y luego corte.
Al hacerlo me di cuenta de que me esperaban unos largos cuatro días antes de volver a escuchar su voz.
Un resplandor que se colaba por la ventana me despertó.
Me di cuenta de que se trataba de el sol, eso me sorprendió ya que estaba acostumbrada a ver el siempre encapotado cielo gris, aunque al mismo tiempo me alegraba, era un buen comienzo, una señal de que ir a La Push, mi antiguo hogar, iba a ser buena idea.
Me levante de la cama de un salto y me acerque a la ventana para ver si era real. Contemple por un rato el sol y luego me vestí como pude para bajar a desayunar con mis padres por ultima vez, ya que hoy empezarían oficial mente mis vacaciones.
-Buenos días- dije al ver a mis padres sentados ya en la mesa. Me apresure a tomar mi plato y llenarlo de mi cereal favorito.
-Buenos días cariño, ¿que tal a sido tu noche? ¿has descansado bien?
Mi madre siempre se preocupo porque yo fuera sola a La Push, ella fue la primera en decir no cuando les dije en donde pensaba pasar mis vacaciones. Pero esta mañana se le notaba un poco más feliz, como si de repente hubiera notado que había crecido y que no tenía que preocuparse de nada.
-E dormido muy bien, gracias. Y por cierto ¿que hora es?- pregunte algo impaciente. No daba crédito a que esos cuatro días se habían pasado tanrápido.
-Tranquila, aun falta una hora y media para que aterrice el avión.-
Mi padre se había tomado esto mejor que mi madre, al no le importaba a donde fuera mientras que le prometiera no estar con un chico más de la cuenta. A él le disgusta todo lo referido a novios, por lo que tuve que invertir muchas horas de mi tiempo diciéndole que eso no iba a pasar, después de todo no conocía a alguien de la tribu que me atrajera lo suficiente.
Pase esa ultima hora y media en mi cuarto, haciendo los preparativos de mi viaje, como por ejemplo mis maletas. Me considero una muy buena persona, y una gran hija, lo único que disgusta a mis padres es que suelo dejar las cosas para último minuto y eso me estaba empezando a disgustar a mí también. Tendría que trabajar en destruir ese abito.
Espere a que los minutos pasaran, pero transcurrían demasiado lentos para mí gusto por lo que deje a mi mente vagar por ahí parando en algo que me traía nerviosa durante días: ¿que iría a pensar Quil cundo me viera? No me había visto en 11 años
Cuando al fin termine, me percate de que solo faltaban 20 minutos para que el avión aterrizara, por lo que baje corriendo las escaleras con las maletas entre manos para depositarlas en el auto al tiempo que mis padres se subían al coche.
Al llegar, solo faltaban 5 minutos para abordar. El aeropuerto mas cercano estaba a 15 minutos de mi casa, pero el avión en el que abordaría llego antes, con suerte no tendría una muy larga despedida. Las odiaba.
-Bueno, papa, mama creo que tengo que irme. Cuiden de que no les pase un camión por encima cuando vayan a el trabajo ¿si? con su mala suerte estoy segura que eso será lo mejor que les pasara.
Después de todo ¿de quién iba a heredar la mala suerte si no era de ellos?
-Trataremos de que todo este igual cuando regreses- incluido sus caraspensé.
La despedida no fue tan horrible, mi madre se despidió con un abraso excesivamente largo y un beso en la mejilla, mi padre, bueno no se le daba tan bien esto de despedirse aunque creo que era solo el hecho de que regresara con sorpresas no deseadas para el... no confiaba en mi después de todo lo que le dije sobre lo que pensaba sobre los chicos, así que no me quería dejar ir.
Cuando subí al avión me encontré que explotaba de alegría. Solo me deparaban unas 7 horas de vuelo, y vería a mi Tia Emily y 1 en auto para ver,por fin, mi antiguo hogar otra vez.
-Señorita.... señorita hemos llegado....- sentí como me movía de un lado para el otro y de repente caí en la cuenta de que me había quedado dormida.
-¿Ya llegamos?- dije mas para mí que par la señora que estaba a mi lado. Le estaba realmente agradecida a mi subconsciente por haberme quedado dormida, no vi pasar el tiempo por lo que pensé que habían pasado solo minutos desde que había abordado el avión.
-Si, y le agradecería que se pusiera el cinturón por favor, estamos a punto de aterrizar-
! Genial ¡estaba a punto de ver a Emily. Ya no podía esperar más, esos cuatro días, aunque pasaron rápido fueron a la vez casi insoportables.
Cuando por fin baje del avión, busque por todos lados el bello rostro de mi Tia. Aunque las cicatrices que le dejo ese estúpido oso la cambio un poco, debajo de todo eso se encontraba una gran mujer, la consideraba mi segunda madre.
Busque por todos lados pero no vi nada ¿se habrá olvidado? pensé.
Pero luego vi unas siluetas muy distintas de la que esperaba.
Mis ojos no daban crédito a lo que veían..... ¿Como no pude ver a 7 tremendos muchachos de 2 metros que estaban junto a ella?
Hice lo primero que se me vino a la cabeza. Corrí lo mas rápido que mis piernas me dejaron, esquivando a todos los demás pasajeros del avión mientras gritaba como una loca- ¡Emily! !Chicos¡- no esperaba tremendo recibimiento.
Me estampe contra ella sin ninguna sutileza por mi parte y la abrase lo más fuerte que pude, casi nos tiro a las dos con tremendo abrazo.
-! Emily no lo puedo creer ¡me quede dormida en el vuelo y.....- no podía decir nada más. Estaba de vuelta, bueno no oficial mente pero tenía a todos los que había dejado atrás, todos salvo uno.
-Bienvenida de vuelta Clarie me alegro de que ellas llegado al fin-
-No puedo creer, están todos aquí. Emily no me habías dicho nada... no deberían haber venido después de todo se hartaran de verme... estaré 3 meses de colada en sus casas...-
-3 meses un año, es lo mismo... No te hemos visto por 11 años Clarie
-Que va... 3 meses serán suficientes....-Paul. Recosería ese tono en cualquier lugar. A pesar de su comentario le sonreí, estaba de buenas hoy, aunque le regañaría después.
Emily le dirigió una mirad envenenada al igual que Sam, que estaba siempre a su lado, fiel
-Era broma- dijo Paul al mismo tiempo que me mostro una sonrisa de oreja a oreja- Eres bienvenida... al fin algo nuevo cae en la Push...todo a estado muy tranquilo últimamente.-
-Me alegra ser tu novedad Paul-
Luego de él le siguieron los demás: Jacob, Embry, Seth, Leah, Jared y Sam, uno por uno entre bromas fueron dándome la bienvenida.

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