Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

(35) "Hacia la Luna"

Cuando ya no pude escuchar mas me encontré en la playa con toda una familia. Niños jugando y madres gritando que tengan cuidado.
¿De quien fue la maravillosa idea de venir aquí? Odio este lugar y para colmo me dejaron a estos babosos...
Le oí decir a una mujer, que estaba luchando con un par de niños en la orilla.
No puedo creer que no haya aprovechado la oportunidad. Iba a pasar esa noche pero tenia que dejar que abra la boca. Pero ya no volveré a dejar pasar otra oportunidad.
Un hombre miraba a una mujer que estaba en la orilla sentada leyendo un libro.
Yo ya no podía seguir ahí, me sentía fatal escuchando la intimidad de las personas.
¿Y esa? Debe estar borracha o tal vez drogada.
Hasta aquí. Esto ya era demasiado.
Pase a esa pequeña multitud lo mas rápido posible y me dirigí hacia los acantilados, el lugar mas aislado de la Push para no escuchar a nadie mas.
Cuando llegue allí, me senté y trate de tranquilizarme lo mas que pude.
Cuando lo logre, me hice la pregunta otra vez...¿Que me estaba pasando?
Primero estaba el echo de que Edward Cullen no pudiera leer mi mente. Había llegado a pensar que tal vez fue solo un error. Solo me había visto dos veces, y por casi nada de tiempo. Tal vez no era un escudo como Nessie pensaba.
Y ahora se le agregaba este pequeño asunto.
¿Enserio podía leer la mente? ¿Porque? Y la pregunta mas importante era: ¿Que vendría después?
Ben...Ben...Ben...
Una voz en mi interior pronunciaba el nombre de aquello que menos quería escuchar.
Pero algo tenia que ver con todo esto.
Pensé en lo que había pasado la primera vez. Cuando Ben llego, Sara y yo eramos completamente normales, pero luego...Y aquí paso lo mismo. Llega Ben y como por arte de magia las cosas cambian en mi.
Tal vez era un instinto y cada vez que llega el peligro mi cuerpo reacciona algo sobrenaturalmente. 
Esa era la mejor hipótesis que tenia, y de alguna forma era la misma que tenían aquí.
Leah me había contado que ellos eran lo que eran gracias a los Cullen. Pero en ese entonces ellos eran enemigos. Es probable que pase lo mismo conmigo.
Pero si es un instinto de mi propio cuerpo ante el peligro inminente, ¿esto seguiría avanzando?  
¿Sería capaz de terminar con este problema por mi misma?

Pase el resto del día allí, sentada, pensando en lo que me esperaba cuando oí a alguien acercarse. 
Hice bien en no llamar a Quil. De seguro se pondría como loco si la ve así.
Suspire aliviada al escuchar a mi tío. Yo también pensaba que no era buena idea que Quil estuviera aquí conmigo, no ahora que recién empezaba a dominar esto.
-Claire, ¿vamos a casa?- dijo mi tío a mi lado, tendiéndome una mano para que la tomara y así poder levantarme.
-Si, es una buena idea- la verdad es que no lo era. Quería estar alejada de la gente para no entrometerme en sus asuntos. Pero debía mentir por ahora.
Eso me hizo acordarme de Embry.
-Oye, Sam...Embry y Seth ¿están corriendo por ahí?- disimule mi interés por saber donde estaba Embry incluyendo a Seth también.
-Eh...no. Les hemos dejado el día libre. ¿Porque lo preguntas?- genial. Justo la pregunta que menos quería escuchar.
-No por nada...Es solo que...quería pasar el rato con ellos...nada mas- espere a ver si se tragaba mi historia.
De seguro esos dos deben estar durmiendo en este momento...
-No creo que sea una muy buena idea. Han estado patrullando casi por 3 días, deja que descansen-
-Claro- bueno al menos tendría como máximo unos 2 días para adaptarme a este nuevo don.
-Oye, ¿se puede saber que hacías allí arriba?- bueno en esta al menos le diaria la verdad, o una parte de ella.
-Estaba pensando en Ben- cuando pronuncie esa ultima palabra a su mente vinieron un montón de imágenes, eran muchas y no parecían de la misma escena, hasta que vi un rostro desagradablemente conocido.
Esas imágenes eran del día en que Ben llego a mi.
Era todo algo borroso pero pude distinguir cuando entraron al acantilado, y ahí aparecí yo.
La imagen era aun mas aterradora viéndola desde otra perspectiva.
-Si, todos pensamos en eso últimamente.- luego la escena cambio, y apareció una mujer. 
Pude ver el preciso momento en el que Seth empezó a sangrar y como esa maldita sanguijuela sonreía.
-Esto es solo el comienzo. Hay muchas mas sorpresas para ustedes y para esa estúpida mocosa- dijo ella antes de que alguien se le lanzara encima.
-Claire ¿estas bien?- me pregunto Sam. Estábamos caminando por el sendero que llevaba a casa y yo me encontraba unos dos pasos mas atrás de mi tío.
-Eh...si...solo estoy cansada, eso es todo-  esto era nuevo. Esa chica me conocía, o al menos sabia de mi existencia. La ultima vez que mando a neófitos en nuestra búsqueda ellos no tenían ni idea de para que nos quería, pero claro, yo debería estar preparada para un cambio como este, y lo estaba porque sabia que algo nuevo tenia que pasar.
-Deberías tranquilizarte un poco. Nosotros tenemos todo bajo control, ni el ni nadie se acercaran a ti o alguien mientras yo pueda evitarlo- me sorprendió un poco ver que no solo estaba pensando en Emily cuando dijo eso. Realmente estaba pensando en todos: en Billy, Sue, en cada uno de los chicos que pertenecían a la manada, incluso en los Cullen y en mi.
Y cuando vi todo eso en su cabeza, me sentí fatal. Debía hacer algo rápido.
-Sam de verdad aprecio mucho todo lo que están haciendo, y se que no lo hacen solo por mi, pero en verdad esto es peligroso. Ya viste lo que paso con Seth y se puede volver a repetir. Solo les pido que tengan cuidado.- mi tío sonrió y asintió.

Me incomodo un poco el hecho de que Sam pensara todo el tiempo en Emily en el recorrido de vuelta a casa. Lo peor de todo, fue que no eran precisamente cosas que se pudieran compartir.
Eso era lo malo de esto. Leer mentes podría ser de mucha ayuda, pero también algo muy molesto.
Cuando llegamos, mi tía nos abraso a ambos. Su mente estaba totalmente concentrada en la cocina, pero al entrar Sam a la casa, esa concentración paso totalmente a el.
Me pregunte si pasaba lo mismo entre Quil y yo.
-¿Supongo que tendrán hambre verdad? Bueno ya no se ni para que pregunto, se cual es la respuesta- todos nos espesamos a reír. En esta casa lo ultimo que se diría es que no se tiene hambre.
Como siempre la comida estuvo deliciosa, y fue una de las cenas mas divertidas en las que eh estado. Sam y Emily eran realmente graciosos cuando se lo proponían.
Pero como muy bien sabia yo, todo llega a su fin, y no podría estar mas feliz de que eso pasara.
El día había sido horrible: espesando por Seth y rematando todo con mi recién adquirido don. La verdad era que ya tenia jaqueca y necesitaba una buena noche de sueño, que obviamente no iba a conseguir tan fácilmente.
Primero me di una ducha caliente, y luego me dirigí hacia mi habitación.
Cuando entre me lleve una gran sorpresa. Se suponía que allí no debería haber nadie pero ahí estaba Quil, acostado en mi cama con sus manos en la cabeza, como si estuviera en su casa.
-¿Que se supone que haces aquí?- le pregunte mientras agarraba mi guitarra y me sentaba en el suelo recostada contra la pared.
-Vine a visitarte. ¿Es que tu novio no puede hacer eso?- lo mire por un segundo, le sonreí y continué tocando una de mis melodías favoritas. La había creado yo hacia unos años. Se llamaba
“Hacia la Luna” y obviamente la compuse una de las pocas veces en que eh visto la luna llena.
Es bellísima. 

1 comentario:

  1. Heello =)
    Primero gracias por leer el cap, me alegro de que te gustara xD
    Jjaajaj pobre claire no es agradable oír a Sam pensando en tu tía de una forma... peculiar... por decirlo asi jajaja yo oigo a mi tío pensando así de mi tía y vomito xD jajajaaja Me encanta Quil, no quiero que Claire se marche y lo deje solito, pobreciito TT
    Buenoo publika pronto ¿si?
    Chau
    Bexxts

    ResponderEliminar

MI BLOG SE ALIMENTA DE TUS COMENTARIOS
¡COMENTA PLEASE!

Calendario