Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


miércoles, 29 de febrero de 2012

(42) ¿El fin de una amistad? 1ª parte





Me encontraba en los acantilados, vestida con el hermoso vestido blanco que mi tía me había regalado.
Miraba el horizonte con una sonrisa en mi rostro. En ese momento me sentía feliz, tranquila y en paz, y me pregunte porque sería.
Pensé en que todo se había acabado, que ya no tenía que preocuparme por nada. Pensé en que Quil y yo éramos por fin felices de un modo completo, sin que el se estuviera sacrificando por mi. 
También pensé en que mis padres regresaban a La Push junto con Sara y que estábamos todos juntos de nuevo. Eso era todo lo que yo quería, y era lo único que me haría estar feliz de esta manera.
Quería estar así para siempre, que todo fuera así de perfecto toda mi vida.
En este momento ni siquiera recuerdo lo que paso en mi pasado, eso ya era historia.
Solo quería mi futuro, y me imaginaba muchas cosas. Pero lo principal era mi familia, una junto con Quil.
Me imagine mi boda, caminando hacia él, de vestido blanco y con una sonrisa y unas cuantas lágrimas de emoción. Imagine mi casa, aquí en La Push porque era el único lugar en donde realmente era feliz. Y pude ver a unos niños corriendo por el jardín.
Mi sonrisa se ensancho más y más y no pude contener unas risas cantarinas.
Todo era perfecto, todo era como debía ser.
En un acto de locura, avancé decidida hacía el abismo para lanzarme de un salto por el borde del acantilado.
Esto era lo mejor que se podía sentir. Era totalmente libre.
Y luego de lo que me pareció una eternidad pude ver el agua, las olas. Pero estaban furiosas.
Se podía ver la espuma que hacían al chocar contra las rocas.
Cuando por fin toque el agua todo se hizo borroso, y cuando intente abrir los ojos pude ver una figura. A esta la reconocería en cualquier parte, pero su ceño estaba fruncido en señal de preocupación.  Esto hizo que mi paz y tranquilidad se desvanecieran.
Ya no estaba en el agua, estaba en mi habitación. Y no estaba sola.
-¿Claire puedes oírme?- me pregunto Quil. Yo solo asentí, no estaba lista para hablar aún.
¿Qué había pasado?
Intente recordar algo pero todo estaba muy borrosos en mi mente, era como intentar vera a través de agua turbia. Lo único que recordaba era la sensación de libertad.
-Claire, ¿puedes moverte?- esa voz. ¿Era enserio?
-¿Carslie?- intente pestañear y ver algo que no fueran solo figuras negras en mi habitación e intente hacer lo que él me decía.
Me senté en mi cama y al hacerlo tuve que agarrarme la cabeza, porque el dolor y el mareo que sentía eran insoportables.  
-Carslie ¿Qué diablos le pasa?- pregunto Quil, pero pude darme cuenta que no era el único que pensaba lo mismo.
-No lo sé. Sus signos vitales están bien, tan solo es un mareo.- le dijo el doctor.
-Quil...-este me miro. Nunca lo había visto así. Parecía que no había dormido en días, sus ojeras estaban muy marcadas bajo sus ojos. Estaba preocupado y parecía que hubiera estado llorando o algo así.
-Amor ¿estás bien? ¿Necesitas algo?- se notaba desesperado. Pero en su mente vi que estaba aliviado, en parte.
-Necesito que me digas que paso- el me miro algo extraño.
-¿No lo recuerdas?- yo negué con la cabeza.
-Bueno, Rachel estuvo allí, tal vez pueda decirte lo que paso- por primera vez hablaba Jacob, que estaba sentado en una esquina de mi cuarto, debajo de la ventana.
Le eche una ojeada a toda la habitación para reconocer a quienes estaba allí. Me sorprendí mucho que estuviera Carslie y Edward, este último hablaba por celular cerca de la puerta. Allí estaban Emily y Sam. Ambos se parecían a Quil con sus grandes ojeras. Seth y Jacob estaban sentados bajo la ventana y cerca de ellos estaba Kim junto con Jared. 
-Rachel no vendrá. Con lo cabreado que esta Paul de seguro no la dejará venir- decía Seth.
-Paul no puede retenerla contra su voluntad. Si no viene yo la iré a buscar- decía Jacob algo enfadado. Pero yo no le preste mucha atención a lo que hablaban solo capte una sola cosa.
Rachel... Fue en ese momento que recordé todo.
-¡Oh, Por Dios!- todos en la habitación me miraron, incluso Edward que estaba hablando por su celular, corto la llamada y se acerco para verme.
-¡Estoy bien, estoy bien!- me apresure a decir antes de que empezaran con su interrogatorio medico.
-¿Nos puedes explicar qué rayos te pasa?- me sorprendió un poco el que Emily se dirigiera a mi de esa manera (creo que no fui la única sorprendida), pero creo que les debía una explicación a todos.
-En eso pensaré más tarde, primero quiero que me digan que les dijo Rachel, y como esta ella- mire a Carslie porque suponía que el la había atendido antes que yo.
-Ella está bien, solo algunos rasguños. Lo más grave que tiene es un pequeño corte en su labio.- suspire aliviada.
-Ok, pero...¿qué les dijo?- eso me preocupaba un poco.
Todos se miraron entre sí. Ninguno sabía nada, Rachel me había dejado todo a mí.
-Genial- no sabía cómo les iba a explicar todo lo ocurrido porque ni yo sabía como había ocurrido aquello. 
En ese momento, pensando como decir todo aquello, recordé algo.
-Antes que nada, ¿podrían decirme como logro evadirlos a todos?- yo ya lo sabía pero quería oír la historia desde su punto de vista.
Fue Sam quien me respondió. 
-Patrullaba cerca de la línea del tratado con los Cullen cuando esta chica se me presento en frente de mí. Llame a Jacob para que nos ayudara a emboscarla en la frontera con Canadá pero cuando  llegamos allá perdimos su rastro. La buscamos por unos 5 minutos y decidimos volver porque temíamos que esa sanguijuela regresara a la Push. Aceleramos el paso cuando Colin entra en fase y nos avisa que tu y Rachel estaban en problemas.- el no solo me mostró lo que paso, también me dio un panorama de lo que sintieron. Sam, Jacob, Paul y por supuesto Quil eran los más preocupados.
Pude ver lo enfadado que estaba Paul conmigo. Y a mi tío se le escapo algo en sus pensamientos que era mejor que yo no hubiera visto.
-¿QUE LE PASA A ESE ESTUPIDO?- todos se dieron cuanta en el acto de quien estaba hablando. Mire a Quil y pude ver una gran cicatriz en su pierna derecha. Pensé que la herida debió de haber sido grande para que a él le quedara una cicatriz así.
-No es nada Claire- me dijo Quil. Pero ya no había nada que me pudiera parar. Paul había cruzado la línea.
-Esta vez se paso. Y no voy a dejar que se salga con la suya.- trate de bajarme de la cama, pero Quil no me dejaba.
Suspire. No iba a conseguir lo que quería de esta forma.
-No voy a salir corriendo detrás de él Quil. No hoy- observe sus ojos que estaban muy cansados y me dije que no podía seguir haciéndole esto.
-Lo siento- dije en un susurro.
-¿Por qué?- pregunto Quil sin comprender.
-Por lo que les estoy haciendo. Se están arriesgando por mí y yo no hago más que empeorar las cosas. No debí haber dejado que Rachel me siguiera. La verdad creo que le debo una disculpa también a ella.-  en ese momento una mente nueva entro en la casa.
-Al igual que a mí. ¿Cómo te atreves a preocuparme de esa manera? ¿No te diste cuenta de que eres mi única amiga cuerda y humana que tengo?- era Nessie que entraba a mi cuarto haciendo un escándalo algo dramático y para mi muy divertido.
-Creo que ya no mas- le respondía a su pregunta.
-¿Ya no mas qué?- me pregunto ella histérica.
-En lo que respecta a humana y cuerda. Ya no más- dije con una sonrisa que parecía más una mueca.
Muchas mentes empezaron a preguntarse de que estaba hablando. Me dio gracia que todos pensaran lo mismo al mismo tiempo, y que supieran la verdad aunque no lo quisieran admitir. 

Cuando todos se retiraron por fin de mi cuarto, pude tener un momento para mi sola.
Pensé en lo que había ocurrido en el bosque ese día. Recordé la adrenalina que cruzaba por mis venas como combustible impulsándome a atacar, a defender a Rachel del peligro.
Pero lo que más me carcomía era el saber que había hecho justo lo que él quería.
No había aprovechado la oportunidad de averiguar si esa neófita sabía algo sobre sus planes.
Aunque no creo que Ben le haya contado algo la verdad. Siempre había reservado sus planes para el mismo y eso hacía difícil las cosas. Si tan solo aquel día en el acantilado hubiera tenido este don.  
Pareciera que él lo supiera todo. Predice cada uno de mis movimientos como si los hubiera visto con antelación... como hace Alice.
Tal vez es eso, y el también puede ver el futuro. Pero yo no recuerdo que se halla mencionado algo como eso cuando éramos chicas. Habíamos torturado a muchos de sus seguidores y recolectado información sobre él y lo que podía hacer, pero nunca se menciono algo así. Tal vez es uno de sus tantos secretos y el nos ha estado vigilando toda nuestra vida.
Pero en todo caso, si fuera así, nosotras ya deberíamos estar a su lado como esclavas de por vida, porque él hubiera encontrado el momento perfecto para atacar hace mucho tiempo.
Aun así, que él pueda ver el futuro es una posibilidad. Una que no es muy alentadora la verdad.
Dejé de lado un poco ese embrollo y me concentre en algo que era la mar de incomprensible.
¿Cómo se le ocurre a Paul atacar a Quil por algo que tenía que arreglar conmigo? El no tenía nada que ver en todo esto.
Me cuesta un poco asimilar que me estaba peleando con uno de mis amigos por esa sanguijuela.
Esto debía ser parte de su plan y yo no iba a permitir que consiguiera separarnos también.

lunes, 27 de febrero de 2012

(41) La neófita

Mil Gracias por todos sus comentarios. La verdad son los que me impulsan a seguir.
Bueno aquí les dejo un nuevo capi que se que les encantara porque a mi me a encantado escribirlo.
Espero sus comentarios y ya me eh pasado por los blog que me pidieron y la verdad que están increíbles.
Les deseo buena semana  XD



Corrí con todas mis fuerzas, intentando sacarme de la cabeza todas esas mentes. Cuando estuve lo suficientemente lejos como para no oír nada, aminore la marcha.
Caí al piso de rodillas, llorando desconsoladamente.
Me merecía eso de parte de Paul, después de todo el tenia razón, la culpable de todo era yo.
Como en una película, empece a pegarle al piso. Me sentía como una de esas actrices que sobre exageran todo.
En ese momento desee volcarme ácido en el cerebro para que borrara todo, todas y cada una de mis neuronas para así nunca mas volver a pensar en nada.
Y mas que nada en ese momento me sentí vulnerable. Abrace mis rodillas con mis brazos, ya que estos necesitaba un abrazo con desesperación.
Pasaron los minutos y yo seguía en la misma posición pero ahora porque me estaba helando y no podía ni siquiera pararme. Aunque tampoco quería hacerlo, porque eso significaba regresar a casa y volver al bullicio de mentes.
En cierto momento oí como alguien se acercaba y aunque no era exactamente la compañía que quería en ese momento lo necesitaba con locura.
-Se que quieres estar sola, pero... yo no puedo estar sin ti. Ya tuve demasiados años sin verte.- me dijo el desde una distancia que quería romper con desesperación, porque lo necesitaba. 
Rompí a llorar en ese mismo instante, ahora con mas fuerza que antes.
El vino hasta mi y me abrazo. Estaba helada y el contacto con su piel me hizo estremecer.
Lo mire a los ojos y le dije lo único de lo que estaba segura, la verdad mas grande para mi.
-Te amo- y al terminar de decir esa frase, sentí su deseo. Por mucho que el intentara contenerlo, no podía. En su mente solo había un cosa: el quería que yo fuera suya, en todos los sentidos.
Y sabia que me lo estaba pidiendo, justo en ese lugar arrodillado a mi lado, envolviéndome con sus brazos, el me suplicaba en silencio.
Empezó besando mi cuello. Estaba helada y sus labios cálidos parecían derretirme.
Beso el contorno de mi mandíbula y al llegar a mis labios me beso con tanta pasión que me desarmo. Mi mente se desconecto de mi cuerpo, no podía pensar con claridad...bueno, directamente no podía pensar en nada que no fuera el sobre mi.
El pasto estaba húmedo y frió pero por mis venas corría fuego liquido por lo que la humedad del piso era un alivio.
Por un momento no me importo nada. No me importo que estuviéramos en medio del bosque, tampoco me importo que un sádico vampiro me estuviera dando caza en ese mismo momento, ni lo que pudiera llegar a pasar después, y mucho menos me importo lo que dijeran mis padres al respecto. Pero todo fue por un momento, porque sabia muy bien como quería que fueran las cosas.
Mi cuerpo se tenso y empece a pensar mas claro. Ya había parado esto una vez y sabia que si no lo hacia con delicadeza Quil se ofendería.
Pero fue el quien termino con aquello. Se separo de mi muy bruscamente y eso me sorprendió.
Quede en el  piso jadeando mientras el estaba allí sentado a un lado de mi con los ojos cerrados y sus manos en puños.
En su mente se decía una y otra vez Tienes que esperar, tienes que esperar.
Mi corazón latía a mil por hora y mi respiración estaba totalmente acelerada. Trate de tranquilizarme, me senté apoyándome contra el tronco de un árbol, y espere hasta que el se sentara a mi lado.
Reino el silencio por unos minutos, lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones y el latir desbocado de un par de corazones.
Suspire. Otra vez estaba escuchando cosas que no debía, sonidos que deberían ser imperceptibles para mi.
Las gotas de lluvia empezaron a caer unos segundos mas tarde. Mire al cielo y me di cuenta de porque el bosque estaba tan silencioso.
Unos nubarrones oscuros se alzaban en el cielo, presagiando una tormenta que hacia que los animales se resguardaran en sus casas.
Me había olvidado por completo de la alerta meteorológica que el noticiero había advertido ayer.
-¿En que piensas?- me pregunto Quil que ya se había instalado a mi lado.
-Pensaba en la alerta que habían dado para hoy.- le dije restando le importancia al tema.
-Va a ser algo difícil patrullar esta noche con esa tormenta, pero no imposible. Me pregunto que sorpresas nos espera esta vez- me separe de el y lo mire a los ojos.
-Hablas como si esto fuera un juego- mire hacia otro lado justo cuando las lagrimas de rabia empezaron a caer.
-¿Estas llorando?- su voz pareció ahogarse al final. Sabia que no le gustaba verme llorar, pero había veces que no conseguía contenerme.
-¿Que tengo que hacer para que entiendan de una vez que esto es peligroso? ¿Tengo que esperar a que alguno de ustedes salga mal herido? ¿O... muerto? Sabes bien que me preocupa que ustedes estén ahí afuera mientras yo me quedo de brazos cruzados en casa. Sabes bien que si no me mata Ben lo terminaran haciendo los nervios. Me moriré de un paro cardíaco si siguen siendo así de infantiles con esto- estaba siendo algo melodramática, lo sabia, pero todo lo que le dije era cierto.
Y Quil se lo tomo muy en serio. Genial, ahora no solo tenia que preocuparse por un vampiro sino que también por mi salud.
-Oye, dejemos este tema ¿si? Me estoy cansando de discutir siempre por lo mismo- le dije acercándome a el y apoyándome sobre su pecho.
-¿Te han dicho alguna vez que pareces bipolar? Cambias de animo tan rápido que asustas- me reí ante lo dicho por Quil, pero tenia razón, era algo bipolar.

Estábamos en el bosque Quil y yo, sentados bajo un árbol, viendo como caía la lluvia. 
En completo silencio, hasta que una risa nos hizo levantarnos de un salto.
Era una risa demasiado melodiosa para ser la de un humano.
Quil empezó a temblar a mi lado. Antes de que se trasformara me grito con todas sus fuerzas
-¡Claire vete de aquí!- me dijo justo antes de ver a un lobo color chocolate en frente de mi.
Mire hacia el frente y pude ver la figura de una mujer. Vestía un vestido blanco que le llegaba a las rodillas y tenia su pelo rubio suelto, bailando gracias al viento. Sonreía de manera triunfal y de vez en cuando profería alguna que otra risilla cantarina. No parecía tener mas de 16 años de edad, al igual que yo.
El lobo seguía protector adelante de mi. Lanzo al aire un aullido que sabia muy bien lo que significaba.
Yo debía salir de ahí, pero no podía. No me iría hasta ver que Quil no estaba solo.
Me aterre al ver que el se lanzaba contra aquella chica con las fauces abiertas.
Esa chica dio media vuelta y salio corriendo, metiéndose cada vez mas en el bosque.
Me quede helada al escuchar un aullido lastimero de entre los arboles.
Desperté en mi cama justo en ese momento. Todo había sido un sueño. Nada de eso había pasado en realidad, pero me sentía impotente, muy nerviosa. No había tenido ninguna pesadilla la noche anterior, y Ben me había dicho que me seguiría visitando en sueños. Tal vez...
Me pare de la cama de un salto. Me vestí con lo primero que encontré a mano y salí de mi habitación. Eran las 9 de la mañana, de seguro Rachel ya estaría esperándome para salir y así era.
Tenia la frase “lo siento” grabada en el rostro. Pero ella no debía disculparse por nada  y yo debía encontrar a los chicos rápido.
Emily estaba en la cocina junto con Kim.
 -Em, ¿donde están los chicos?- le pregunte deprisa. Y fue justo cuando escuche las carcajadas de Embry afuera.
-Quil, Embry, Seth, Leah y Jacob están afuera.- me dijo con una sonrisa. Aunque pude ver que no estaba feliz del todo al no estar Sam ahí también.
Me dirigí al frente de la caza donde ellos se dedicaban a hacer bromas.
Antes de llegar a ellos, me metí un poco en sus mentes. Quil seguía pensando en lo que paso ayer, y me di cuenta del alboroto que se armo cuando yo deje el lugar. Me concentre en Jacob que estaba pensando en Nessie. Viche sus recuerdos y no había nada fuera de lo normal. La noche a pesar de la tormenta había sido tranquila. Pero eso no me tranquilizaba del todo. Algo debía estar pasando.
-Esto no me gusta nada- dije mas para mi que para que ellos me escucharan, pero lo hicieron.
Quil vino hasta mi y me abraso en forma de saludo. Jacob solo esbozo una media sonrisa y yo solo asentí. Leah ya casi ni me dirigía la palabra. Y Embry y Seth me saludaron mentalmente porque sentían la atmósfera demasiado tensa como para saludarme como ellos querían.
-Todo a estado muy tranquilo. No hemos tenido ni un solo rastro de vampiro en toda la noche. Así que no hay nada de que preocuparse- y como si lo estuvieran escuchando un aullido salio de la nada.
-Es hora- dijo Jacob. Todos se pusieron en pie siguiendo a su líder. Quil me beso la frente.
-No te preocupes. Volveré. Te amo- y salio como flecha detrás de los demás.
-¿Que ha pasado?- me pregunto Rachel.
-Algo se torció ahí afuera.- mire la primera fila de arboles que había frente a la casa. Sabia que algo había ahí afuera, y estaba observándome.
Decidida, empece a caminar hacia el bosque.
Rachel me tomo del brazo y me obligo a girarme.
-¿Que estas haciendo? ¿Te as vuelto loca?- me dijo, mientras yo trataba de zafarme.
-¡No voy a quedarme aquí mientras ellos arriesgan su vida, Rachel!- cuando logre soltarme de su agarre empece a correr. Ella corrió detrás de mi gritando que parara y que volviera a la casa.
Corrí por entre los arboles, sin tropezar con nada. Eso era demasiada suerte para mi.
Me adentre en el bosque mas o menos unos 600 metros antes de parar. Rachel seguía detrás de mi pero a su paso.
-¡Claire, vuelve!- le escuche gritar. Y luego todo se volvió tan horroroso que me pregunte si estaba viviendo en una película de terror.
Podía escuchar la mente de Rachel suplicando que volviera a la casa, y podía escuchar la mente de una chica.
-¡Claire!- Rachel apareció detrás de mi, pero no apareció sola. Detrás de ella estaba la chica que había visto en mi sueño.
Sobre una de las ramas de un árbol, ella me sonreía. Vi sus ojos negros como la noche y sentí su sed y también su deseo de cumplir con lo que Ben le había pedido.
-No podrás llevarme si todavía ni siquiera controlas tu sed- Rachel se giro, y contuvo un grito cuando vio lo que nos asechaba.
-Tienes razón. No eh cazado en los últimos 3 días. Pero te agradezco que hayas tenido la amabilidad de traerme un aperitivo. Tal vez luego de “desayunar” me sea mas fácil llevarte con mi amo- me coloque en frente de Rachel, escudando la con mi cuerpo. No iba a permitir que ella saliera lastimada de todo esto.
-Ella no tiene nada que ver en todo esto. Deja que se valla- su sonrisa parecía grabada en su rostro y en su mente vi que no me estaba escuchando para nada. Su mente se había nublado gracias a la sed, y solo pensaba única y exclusivamente en saciarla.
En un pestañeo ella nos tomo del cuello y nos lanzo contra un árbol. Lo que sentí en mi espalda al chocar contra ese árbol me hizo recordar lo doloroso que era esto. Cuando me levante pude ver a Rachel tirada en el piso bajo un árbol que estaba bastante lejos de mi, pero muy cerca de esa sanguijuela.
La adrenalina invadió mi cuerpo. Sentí como mis músculos se preparaban y mi mente se concentraba en una sola cosa: acabar con ella antes que ella nos acabe a nosotras.
La chica se preparaba para saltar sobre Rachel, que estaba inconsciente en el piso.
Pero yo no permitiría que algo le pasara, si ella moría, Paul se volvería loco.
Corrí con todas mis fuerzas hasta donde se encontraba Rachel... corrí con tanta fuerza que logre llegar antes que ese parásito.
-¿Sorprendida?- le dije con una sonrisa igual que la que ella tenia hace unos instantes, porque ahora era tal su asombro que no podía ni siquiera pensar con claridad.
Y yo también estaba asombrada, pero dejaría eso para mas tarde, ahora tenia que concentrarme en mantener alejada a Rachel de ella.
La chica dio dos pasos hacia tras cuando yo avance uno hacia ella.
-¿Le tienes miedo a una humana?- le pregunte dando otro paso hacia ella.
Pero no me contesto, aunque en su mente pude ver la respuesta. Ben le había dejado en claro de lo que era capaz, pero cuando ella me vio no tomo nada de eso enserio.
Sabía que tenía miedo pero aun así ataco.
Me sorprendió ver cada uno de sus movimientos como si estuviera corriendo en cámara lenta.
Sabía que era una neófita y que atacaría de frente, de seguro ni siquiera tendría conocimiento en la lucha por lo que sería fácil.
Vino hasta mi y trato de golpearme con su mano derecha, pero yo me agache y la tome por la cintura arrastrándola contra un árbol. Este se hizo  añicos con el impacto, pero eso no mataría a un vampiro.
Cuando estuvo en el piso la tome por el cuello eh hice que se arrodillara. Tuve mucho cuidado de tomar sus brazos y sujetarlos firmemente porque sabia que si llegaba a golpearme su fuerza de recién nacida me mataría... o al menos me dejaría muy mal herida.
La chica tenía miedo, lo podía ver en su mente, y por un momento me dio lastima.
Solo era una chica que no había tenido suerte. Nunca antes había sido testigo de los pensamientos de uno de ellos antes de que los matara. Siempre había sido fría con ellos por haberme arruinado la vida.
Pero sabía que si la dejaba libre ella seguiría matando, y no podía permitir eso.
Vi por el rabillo del ojo como Rachel recuperaba la conciencia, y también pude apreciar como una gota de sangre caía por su boca.
Una gota... Eso era suficiente para enloquecer a mil vampiros.
La chica se zafó de mi agarre y se paro. Pero yo aun sostenía uno de sus brazos y era solo cuestión de un poco de fuerza por mi parte para poder arrancárselo.
Tome su brazo con fuerza y con mi pierna la mande a volar contra un árbol, quedándome con su brazo en el acto. La chica profirió un grito de dolor antes de estrellarse y hacer astillas un pino.
En un segundo me acerque a Rachel y le pase un móvil. Lo tenía en el bolsillo de la campera que me había puesto esa mañana y era el que Emily me había prestado hasta que consiguiera uno.
-Llama a Colin- le dije. Sabía que era el único que podría estar en casa en ese momento ademas de Brady pero era su numero el único que tenia y esperaba de verdad que Sam no se lo hubiera llevado.
Cuando la chica paro de lloriquear realmente estaba enojada. Ni siquiera le presto atención a Rachel que estaba tirada en el piso sangrando.
Fue entonces cuando supe que esto recién empezaba.
-Tus amigos son unos tontos ¿sabes? Logre evadirlos con facilidad. Un rastro falso es suficiente para ellos. Ahora están por Canadá, muy lejos de aquí- me decía mientras caminaba hacia mi.
Su sonrisa se había desvanecido pero en su voz había un toque burlón.
Me metí en su mente y vi lo que era capaz de hacer. No era un don excepcional, pero logro hacer que una manada de lobos siguieran un rastro equivocado.
Ella era capaz de camuflar su olor. Si espesantes siguiendo aun vampiro podrías terminar olfateando a un humano o a cualquier otra cosa que ella quisiera.
La manada siguió su olor a vampiro hasta la frontera con Canadá y allí se disfrazo de humana para regresar hasta La Push.
-Un buen plan.- le dije mientras me agazapaba en frente de Rachel. La chica estaba confundida. Olía a humana pero no me movía como una. Eso hizo que se espesara a preguntar que era yo.
-Si tuviera la respuesta te la diría- dije antes de que ella formulara la pregunta verbalmente.
Mas preguntas se arremolinaban en su cabeza, pero en ese momento una sola cosa tenía importancia para ella ademas de matarme.
-Creo que tienes algo que me pertenece- dijo ella mirando fijamente su brazo en mis manos.
Suspire. Traje un móvil y no un encendedor.
-Si...bueno pensaba quemar lo pero en vista de que no tengo con que.... me lo quedare por un rato- la chica gruño en mi dirección pero en ese instante sus pensamientos cambiaron y fue consumida por el miedo.
Dio media vuelta y empezó a correr.  
-¡No!- no iba a permitir que se escapara.
Corrí detrás de ella. Yo era rápida pero ella era una neófita y yo ya había perdido algo de practica con todo esto. Pero a pesar de que me costo un poco la atrape.
La tome por el pelo. Ella freno en seco, dio media vuelta y con su único brazo intento golpearme.
Esta vez yo no intente evadir el golpe, al contrario fui en su búsqueda. Frene su puño con mi mano.
La fuerza del impacto hizo que resbalara unos centímetros hacia atrás pero me mantuve en pie.
La tome por el cuello y la lance contra el piso con todas mis fuerzas. El suelo debajo de ella tembló.
Esto se terminaba en este instante.
Arranque su otro brazo de un tirón, y la chica empezó a revolcarse por el piso del dolor.
Pero ya todo terminaría. Cuando se arrodillo para poder pararse, me posicione detrás de ella.
La chica al saber lo que le esperaba se quedo quieta, y empezó a reír.
-Ya eh cumplido mi misión....Deberías prepararte. Es mas fuerte que antes- cuando termino su frase
también termino su segunda corta vida.
No tenía encendedor ni con que hacer un fuego, por lo que debía de hacerla pedasitos para que no se regenerara tan rápido.
Cuando termine, deje los pedazos en dos pilas diferentes debajo de dos árboles alejados entre si. 
Mi respiración estaba acelerada por lo que me tome unos minutos para tranquilizarme.
La chica había logrado esconderme algo. No había penetrado lo suficiente en su mente como para averiguar cual era su verdadera misión. Había hecho lo que Ben quería que hiciera.
-¿Claire?- me lamo Rachel.
Ella estaba asustada. No podía moverse porque le dolía mucho el cuerpo gracias a ese impacto contra el árbol. Pero al menos estaba viva. Logre mantenernos a las dos con vida.
-¿Llamaste a Colin?- le pregunte. Era lo único que me importaba en ese momento.
-Si. Ya vienen para acá...¿Tu estas bien?- genial. Al menos uno de ellos tenia que tener un encendedor.
 -Si, estoy bie...- antes de que terminara la palabra el mundo se dio vuelta.
Tuve que agarrarme de un árbol para no caer al piso.
Me sentía débil, muy débil.
-¿Claire que sucede? ¡Claire!- Rachel me llamaba pero yo ya no podía escucharla.
Lo ultimo que recuerdo fue haber caído al suelo, y escuche un aullido a lo lejos. Luego de eso todo era oscuridad.

miércoles, 15 de febrero de 2012

(40) Traición


¡Hola!

Hace mucho tiempo que no publico y para compensarlo hoy subiré 2 capítulos nuevos.
Espero que les gusten y que comenten !POR FAVOR¡
Gracias por estar.
Besos y buena semana XD


Suspire y salte de la cama. Me dirigí a la ventana para ver que tal estaría el día hoy.
Y me sorprendí al encontrarme con una densa niebla. No podía ver más de unos pocos metros de mi ventana. Esta niebla lo tapaba todo, pero aunque no podía ver nada si podía escuchar. 
Colín y Brady estaban ahí afuera. Sam los había dejado para que vigilaran los alrededores de la casa. No estaban para nada contentos. Ellos querían estar donde todos los demás, patrullando en el bosque donde encontrarían un poco de acción. Sonreí al darme cuenta de que estos chicos tenían más espíritu de lucha de lo que pensaba. 
Me di la vuelta, tome algo de ropa y me vestí. Mire mi cuarto y me di cuenta de que necesitaba una limpieza.
Tenía mucha ropa tirada en el piso. Me dije que este era un buen día para arreglar mi cuarto, ya que no saldría a ningún lado.
Empecé por juntar la ropa que estaba tirada. La recogí y la metí en el cesto de ropa sucia que había en el baño para más tarde lavarla.
Tendí mi cama y arregle mi ropero que estaba algo desordenado. Mientras hacía esto, encontré una caja pequeña de zapatos.
Sabía muy bien que contenía esa caja y la aparte para poder verla después.
Al final lave el piso y todo quedo listo. Tome la caja y salí de mi habitación. Estaba feliz por haber hecho algo productivo en el día de hoy.
Pase por el cuarto de Emily y toque la puerta. Eran las 10 de la mañana y ella aun no estaba despierta, eso era un poco raro.
-¿Emily?- pregunte para asegurarme de que estuviera en casa, tal vez había salido y olvido dejarme una nota.
-Enseguida salgo Clai- ok, se había quedado dormida.
Me dirigí a la cocina. Abrí la heladera y saque lo necesario para hacer algunos panques.
Cuando Emily entro a la cocina yo ya tenía nuestro desayuno listo.
-Buen día tía- ella me sonrió y se sentó en la mesa conmigo.
-Buen día Clai. Veo que te has levantado con energías hoy- yo asentí mientras saboreaba mis panques con dulce de leche.
-Bueno, hoy no es un muy buen día para salir afuera, así que decidí  hacer algo en casa. Ordene mi cuarto e hice el desayuno, y encontré ciertas fotos que quizás quieras ver.- Emily solo asintió porque estaba ocupada devorando todo que había en la mesa. Nunca la había visto comer así.
Cuando terminamos de desayunar nos sentamos en el sofá y abrimos la caja.
Esta tenía mi cámara digital y un montón de fotos que iban desde cuando era niña hasta algunas más recientes que había tomado en Alaska.
Las tenía en sobres, separadas por años o por momentos.
Tome el primer sobre que eran fotos de mi nacimiento: 2 de febrero de 1995.
La verdad era realmente adorable cuando era una bebe. Tenia fotos con mi madre, que me tomaba en brazos mientras ella aun estaba en el hospital. Había una foto en la que mi padre me tomaba muy torpemente pero por sus mejillas rodaba lagrimas de felicidad al verme. Y la foto que mas me gustaba era una en la que estábamos los tres juntos: mi padre con un montón de globos rosados en la mano, mi madre con una bata de hospital y yo en sus brazos, totalmente dormida.
Es triste no poder acordarse de esos momentos cuando creces. Son los mejores momentos de una persona, cuando te tratan como a un dios y te dan todo el amor y apoyo que necesitas cuando naces.
Me di cuenta de que en una de esas fotos estaba Emily, pero ella no tenia esas cicatrices que marcaban su cara. Me di cuenta de que en ese momento aun no conocía a Sam.   
Tome otro sobre y este decía: Mi primer año
Odiaba estas fotos con toda mi alma. En cada una de ellas había salido llorando. Aunque el vestido que tenia puesto me encantaba.
Y el tercer sobre era el que mas me gustaba: La Push
Tenia fotos de todo. Estas las había tomado Emily cuando yo llegue de visita y no me fui por dos años. Las que mas me gustaban eran las de mi cumpleaños numero 3. Para entonces ya había conocido a Quil. 
Por un segundo me pregunte como había sido, la primera vez que lo había visto. No recordaba mucho de aquella edad, solo los juegos que había tenido con todos mis amigos, en especial con Quil.  Y ese cumpleaños fue uno de esos momentos que no se han borrado de mi cabeza.
Las fotos que tomo Emily eran excelentes, y  dejaban ver la parte mas...femenina de Quil.
Mi tía y yo nos partíamos de la risa al verlo maquillado, y con una tira y todo.
Había una foto en la que estaba con el pastel que mi tía había hecho. Era todo rosado y con una muñeca en la parte superior a modo de decoración. Recuerdo que era un cumpleaños temático, de princesas.
Mi madre, mi tía y yo lucíamos unas hermosas tiaras, la miá era una que mis padres me habían regalado, que tenia un hermoso rubí incrustado. Le había pertenecido a mi abuela, la madre de mi padre, que había fallecido ya. Aun conservo esa tiara en mi casa, en una bóveda bajo llave.
Mirando todas esas fotos encontré una que  era mi favorita entre todas.
No se si era el paisaje o el hermoso día que casualmente hacia, o tal vez la persona que me tomaba en brazos, pero esa era la mejor imagen que tenia de La Push.
Quil me alzo sobre sus hombros en la cima del acantilado, de donde se podía ver la playa. Ambos sonreíamos. Eso fue luego de que cortaran en pastel. Quil me había prometido llevarme allí algún día ya que nunca había estado tan alto en mi vida. Esa fue la primera vez que subía a los acantilados.
Me demore demasiado observando esa foto. Y Emily se dio cuenta.
-Esa a sido la mejor foto que eh tomado ¿sabes?- yo solo sonreí y asentí. Metí todas esas fotos en su respectivo sobre, menos la foto de Quil y yo.  Tenia algo especial para ella.
Seguimos mirando por un largo tiempo.
Las fotos de mi primer día de escuela, la primera foto que me tomé con Sara, algunas que me sacaron el verano pasado en Los Angeles cuando fuimos de vacaciones.
Tenia muchas imágenes que repasaban mis momentos mas felices con todos mis seres queridos.

Cuando llegaron los chicos ya era mediodía. Con ellos venían Kim y Rachel.
Emily les servia la comida mientras yo seguía ordenando las imágenes en sus respectivos sobres, cuando Rachel se me acerco.
-Hola Claire. Quería hacerte una invitación- yo le sonreí. Su idea me encantaba
-Claro que iré contigo a Seatle, me vendría bien salir un poco- ella río conmigo, ya que se había olvidado completamente de mi don.
-Muy bien, entonces paso por ti a las 9 ¿ok?- yo le asentí, y ella se fue con los demás que estaban en la mesa.
Note que solo habían llegado mi tío y los suyos, y todos estaban muy tensos o algo así, y como me había pasado la noche anterior, todos pensaban en sus cosas con mucha intensidad, como ocultándome algo.
Por un segundo me tope con la mirada de mi tío.
¿Esta todo bien? Me pregunto mentalmente.
Yo solo asentí y me recline sobre el sofá. Me concentre en sus mentes. Algo me ocultaban e iba a averiguar que era.
Cerré mis ojos y empece mi búsqueda de la verdad.
No sabia que estaba haciendo porque nunca había forzado tanto este don, pero lo que fuera que estuviera haciendo dio resultados.
En la mente de Jared estaba lo que buscaba, aunque tuve que escavar bastante entre su mente para poder encontrarlo.
Me habían traicionado. Los Cullen terminaron cediendo ante los argumentos de Jake, que eran muy malos la verdad. Ellos rastrearían pero desde sus tierras, porque Jake ya no les permitía la entrada, salvo a Nessie, que debía ser la única Cullen que no estaba al tanto de esta decisión estúpida.  
Estaba irritada, muy irritada. Me levante del sofá de un salto ante la mirada de todos los presentes en esa habitación.
Cuando salí afuera cerré la puerta de un golpe que pudo haber movido toda la casa.
Pero no me importo lo que estuviera pensando mi tía al respecto, solo quería hablar con una persona.
No tuve que esperar mas de dos segundos a que aparecieran entre los arboles.
Los primeros en salir fueron Seth, Leha y Quil, este ultimo me sonreía como un estúpido.
Yo no quería enojarme con el por haberme ocultado algo, al fin y al cabo eran ordenes del Alfa.
Cuando me acerque a ellos no malgaste ninguna mirada en los demás, me dirigí derecho a Jacob Black.
Antes siquiera de estar a un metro de el, ya empece con mi discurso.
-¡Eres un imbécil, Jacob Black!- y cuando llegue a el, use toda mi fuerza en darle un empujón, para mi suerte, logre mover lo.
-¿Y ahora que te pasa?- me dijo el.
-¿Que que me pasa? ¡Me pasa que por tu culpa moriremos todos!- las lagrimas espesaban a amontonarse en mis ojos, y yo no quería mostrar señal alguna de debilidad ante el.
Nos miramos a los ojos por unos segundos y el me pedía perdón mentalmente.

Lo siento Claire. Sabes bien porque lo eh echo. No soporto la idea de ver a Nessie en semejante peligro, y se que si alguno de los Cullen llegara perder, ella sufriría con eso. Entiéndeme en esto por favor. Se que tu harías lo mismo por Quil si pudieras.

No podía juzgarle por eso. El tenia razón, yo haría exactamente lo mismo por Quil, pero no tenía el derecho de echármelo en cara de esa manera.
Cuando la primera lagrima de rabia callo por mi mejilla, pase a su lado y me dirigí hacia el bosque.
-¡Claire!- ese era Quil. Estaba preocupado, y no trataba de disimularlo para nada.
El venia detrás de mi, y yo casi corría para salir de allí. Pero pare en seco ante lo dicho por Paul en ese momento. 
-¡No se para que culpas a Jacob, si al final, has sido tu quien a traído a ese parásito a estas tierras!- 
 oí como alguien lo regañaba por eso, debía de ser Rachel pero no lo sabia porque no le prestaba atención a nada.
Lo único que fui capaz de sentir fue el tacto cálido de alguien que me tomaba el brazo y me hacia girar.
-¡Claire no le prestes atención a ese estúpido!- me dijo a un palmo de distancia de mi cara.
Pero el daño ya estaba echo, y no había vuelta atrás.
-Quiero estar sola Quil...¡Dejame!- me zafe de su agarre y salí corriendo de ese lugar.
Lo ultimo que escuche fue a Quil maldiciendo a Paul.

(39) El favor



Luego de que las presentaciones terminaran, con la muy amable Esme, los Cullen me pidieron que les contara mi historia. Ellos ya la sabían pero querían escucharla de mi.
Quil permaneció a mi lado siempre, alterándose un poco en las partes que menos le gustaba de la historia.
La verdad fue extraño contarles mi vida a las criaturas que mas aborrecía en el mundo, pero con ellos era como estar con humanos, cada pequeño movimiento les hacia parecer humanos: simulaban respirar, pestaña, se movían a pesar de que pueden quedarse inmóviles como estatuas por semanas.
Ellos eran diferentes incluso entre los de su misma especie, y eso hacia que me atrajeran, quería saber cada una de sus historias, quería saber que les hizo cambiar tanto y querer respetar la vida humana.
Pero no tenía tiempo ahora. Tenía que hablar con ellos de algo importante. Porque en esto ya no estaba en juego solo ni vida, si no que la de toda una tribu y mi familia.
-Claire, creo que no viniste aquí simplemente  de visita ¿no?- me dijo Quil a mi lado.
-La verdad es que venia a pedir algo pero creo que no a sido la manera. Debí haberlo hablado con ustedes antes.- en eso me había equivocado pero ya estaba aquí.
-Bueno, ya estas aquí Claire, ahora di todo lo que tengas que decir- me dijo Jake.
Yo asentí y me tome un minuto para pensar como decir las cosas.
Suspire y empece a hablar para todos los presentes.
 -Bueno, ya todos conocen a Ben, y lo peligroso que puede ser. Ya saben lo que paso con Seth el lunes y no quiero arriesgarme a que pase de nuevo.- me detuve por un segundo para poder frenar las imágenes que se me venían a la cabeza. Quil apretó mi mano animándome a continuar.
-Lo que quiero decir es que la manada sola no puede con el, aunque estén confiados de lo contrario.
No quería llegar al punto de comprometer a mas gente en esto, pero el se ha vuelto mas fuerte y no tiene intenciones de detenerse ante nada ni nadie.- en este punto mire solo a Carslie, que sopesaba cada una de mis palabras.
-Le estoy pidiendo al Clan Cullen su ayuda para acabar con esto- Carslie me miro por un segundo y cada Cullen lo miraba a el. Cada vampiro en esa sala sonreía incluyendo a Nessie, pero estaba claro que no la dejarían participar en esto. Todos sonreían, salvo Jake y Seth.
-No estaría pidiendo esto sino fuera en verdad necesario, Jake. -
-No es necesario. Somos suficientes- no necesitaba leer su mente para darme cuenta de que estaba pensando en Nessie en ese momento.
-Jake tiene razón, somos suficientes en esto Claire, nosotros podemos con el.- era obvio que Seth se iba a poner de su lado, ya que consideraba a los Cullen su segunda familia.
-Nosotros no tenemos problema en ayudar. Ustedes nos ayudaron muchas veces en el pasado y queremos devolverles en favor. Así quedaremos a mano- decía Carslie, con una sonrisa en el rostro.

Luego de que el líder del calan tomo esa decisión nadie se opuso. Incluso Jake y Seth aceptaron a duras penas que necesitaban ayuda.
Cuando la conversación hubo terminado todos se dispersaron en la casa, y Nessie me dio un pequeño recorrido por esa inmensa mansión.
Como todos estaban dispersos Bella había quitado el escudo de las mentes de su familia, por lo que pude escuchar lo que estaba pensando Nessie en ese momento.  
-¿Quien es Jhon?- le pregunte cando estábamos llegando a la ultima habitación.
Ella paro en seco al escucharme, me tomo de la mano y me arrastro hasta ese cuarto.
Este era espectacular, con una vista del bosque increíble.
Ambas nos sentamos en la cama que era un poco mas grande que una individual pero no llegaba a ser una cama de matrimonio.
-¿Recuerdas la conversación que tuve con Jake en el auto?- me dijo ella en susurro. Yo me reí por eso.
-Porque hablas en voz baja si todos en esta caza tienen el oído suficiente como para escuchar una alfiler caer- reímos juntas después de eso.
-Si recuerdo esa conversación, ¿es ese tal Jhon entonces el que te acosa?- la verdad era que no me interesaba mucho el tema , pero necesitaba una conversación  solo de chicas.
-Si. Su nombre es Jhon Newton y trabaja conmigo en la tienda todo los días. Es desesperante. Quiere por todos los medios que acepte salir con el, y cada vez que Jake me va a buscar al terminar el día el se pone peor. Cree que es una competencia o algo así.- eso era típico de hombres
-Mira yo no soy una experta en estas cosas, pero pienso que deberías dejar mas en claro que estas con Jake. ¿Entiendes lo que digo?- en la mente de Nessie pude ver una imagen completa de lo que pensaba hacer para dejar en claro quien era su hombre.
-De eso estaba hablando- las dos espesamos a reír y a charlar sobre lo mal educado que era ese tal Jhon con las chicas. Y en cierto punto espesamos a reírnos de el. Sabíamos que estaba mal pero no nos detuvimos de todas formas.  
Claire ya es tarde
Oí la voz de Sam que estaba afuera. No me había percatado de la hora que era.
-Oye Nessie, creo que tengo que irme. Sam esta afuera esperándome.-
-Ok, ¿pero vendrás otra vez verdad? A sido agradable tenerte aquí.- en verdad Nessie era una muy buena persona, y ya me consideraba su mejor amiga.
-Claro. Te lo prometo- ella sonrió, y yo pensé que había ganado una muy buena amiga.  
Me despedí de todos en la casa. Cada uno de los Cullen me saludaron con entusiasmo salvo la rubia. Ya empezaba a molestarme su actitud.

Cuando subí a la camioneta lo hice en la parte de atrás ya que Quil estaba allí. Adelante iban mi tío y Jake.  Este ultimo seguía enojado conmigo. Aunque lo disimulaba muy bien por estar Sam y Quil allí.
-Oye, Jake lo siento. Se que debí hablarlo con ustedes primero, fue mi error, pero los Cullen están de  acuerdo en ayudar. Estaremos todos bien- el ni se inmuto. Iba muy concentrado pensando en la conversación que tuvo con Nessie esa tarde.
La verdad todos estaban muy concentrados en lo que estaban pensando. Como si me quisieran ocultar algo.
Yo no dije nada al respecto, sabia que no ocultarían el secreto para siempre.
Suspire. Estaba cansada, había sido un día bastante largo para mi.  
-¿Estas cansada?- me pregunto Quil. Yo solo asentí y me acomode mejor en su pecho, cerré los ojos y me dormí.
Al otro día desperté temprano y muy descansada. Había tenido un sueño recorrido sin ninguna pesadilla. Era algo raro considerando los últimos días.
Me senté en la cama y empecé a pensar en positivo, era un poco extraño considerando lo pesimista que era.  Pensé en que con Bella de nuestro lado, todo los dones mentales de esas sanguijuelas serían anulados. Eso ya era un comienzo. Y con el don de Edward y el mio la manada estaría avisada de mentes que están de parte de Ben.
Y con suerte Alice también nos ayude, eso sería un gran punto a nuestro favor, el saber lo que se nos viene en sima con anticipación para poder prepararnos. 
La balanza parecía favorecernos a nosotros, pero como muy bien se yo, eso solo sera por un momento.

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