Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


domingo, 15 de abril de 2012

(49) ¡Tengo coche!



-Me daré una ducha- le dije a Quil antes de salir por la puerta de mi habitación.
Me tome mi tiempo, después de todo era mi cumpleaños y tenía que lucir lo mejor posible.
Suspire en la duche: nada arruinaría este día.
Me seque, peine y me vestí en el baño porque Quil seguía en mi habitación. Muchas mentes conocidas empezaron a llegar a la casa, y me sorprendió mucho que Paul también viniera, aunque era obvio que lo hacía obligado por Rachel.
Me vestí lo más rápido que pude. Hoy era mi día especial así que me coloque mi ropa preferida.
Me arregle un poco el pelo y salí hacia la sala.
Todos me recibieron con un Feliz Cumpleaños a coro y un gran pastel que prácticamente pusieron en mis narices.
-Pide un deseo- me pide Emily, antes de que apague las velas.
Me lo pensé muy bien. Había una sola cosa que quería en este momento con toda mi alma.
Retuve ese pensamiento en mi mente y sople las 17 velas de ese hermoso pastel.
Todos empezaron a aplaudir cuando termine y se empezaron a acercar para saludarme uno por uno.
-¡Feliz Cumpleaños princesa!- Sam fue el primero en reclamarme. Lo abrace con fuerza pues era una de las personas que más amaba en este lugar, y que más extrañaría sin dudas.
-Gracias tío. Te quiero mucho- le dije en un susurro al oído.
-No te acapares a la cumpleañera para ti solo Sam. Vamos que también queremos saludarla.- me dio gracia que Billy fuera el que dijo eso. Venía junto con Sue y el abuelo de Nessie, Charley, también estaba allí.  Me sorprendió un poco, ya que solo lo había visto una vez, pero me parecía una muy buena persona, al igual que si hija y su nieta.
-¡Feliz Cumpleaños, Claire!- me arrodille para poder estar al nivel de Billy y poder  agradecerle.
-Gracias Billy, me alegra mucho tenerte aquí.- le di dos besos, uno en cada mejilla y me pare para saludar a Sue y a Charlie.
-Feliz Cumpleaños querida. Espero que la pases muy bien hoy- les agradecí a ambos su visita y me encaminé a saludar a los demás.
Salude a Kim y a Jared y luego a los tontos del grupo. Seth, Embry, Colin y Brady me saludaron con demasiada energía, entre bromas de muy mal gusto como siempre.
Y para lo último quedaron Leah, Paul y Rachel.
-¡Feliz Cumpleaños, Claire! Espero que la pases genial- le sonreí a Rachel y la abrace.
-Gracias amiga. En verdad me alegra un montón que estés aquí.
-Feliz Cumpleaños- esa fue la voz de Paul. Minutos antes estuvo debatiéndose internamente de si seguir aquí o marcharse como siempre. Y creo que decidió quedarse. Lo estaba intentando por Rachel.
-Gracias, Paul.- fue lo único que pude decirle. El simplemente asintió y se fue a sentarse al sillón junto con Jared y Kim que miraban la televisión.
-Feliz Cumpleaños.- y por ultimo Leah. Ella seguía tratándome como a una traidora y eso me molestaba.
-Gracias.- dije entre dientes. Yo la apreciaba mucho pero no me gustaba para nada su actitud.
-¡Feliz Cumpleaños!- esa voz la conocía muy bien.
-Nessie- la abrace con fuerza y luego a Jake que venía detrás de ella. 
-Veo que ya tienes puesto un regalo de cumpleaños.- me dijo Jake luego de abrazarme.
Miré mi cadenita con el dije en forma de corazón que tenia colgado en mi cuello  y asentí.
-Sí, me lo ha dado Quil esta mañana- Nessie lo miro con mucho detenimiento.
-Veo que tienes un cuello de 18 quilates ¿eh?- la mire por un segundo.
-¿Estás segura?- Quil no me había dicho nada de que esta cadena era de oro.
-Si eso creo. Y él dije parece de alguna piedra preciosa. Diamante tal vez- mire de nuevo mi regalo. Quil me había dicho que era de cristal. Suspire y deje de pensar que poseía una pieza de joyería de alta gama.

-¡Gracias, gracias, gracias, mil gracias!- abrace a Emily y a Sam por el gran regalo que me habían dado.
-No tienes que agradecer, y la próxima vez que te enojes no te la agarres con el celular por favor.- me dijo mi tío. La verdad que este celular era mucho mejor que el que tenía anteriormente.
-Hazle caso a tu tío ¿si? Nos a costado mas de lo que crees.- a Emily se le escapo por un segundo el precio de este hermoso celular, pero no le di importancia. Si me ponía a pensar mucho en eso terminaría devolviéndolo, y la verdad no quería eso.
Me di vergüenza a mi misma al pensar en eso.
-Ahora abre el nuestro- Kim me tendió un pequeño sobre que parecía no contener nada. Como me habían pedido, trate de no escuchar en sus pensamientos para ver de que se trataba y abrí ese pequeño paquete.
Parecían 4 entradas. Leí atentamente esos boletos y ahogue un grito.
-¿Es alguna especie de broma?- le pregunte a Kim y a Jared que no dejaban de sonreírme.
-No. Te estamos dando 4 entradas para ver el concierto de Paramore en Seatle dentro de un mes.- empece a gritar y me les tire encima  a abrasarlos.
¡Este era mi mejor cumpleaños!
-¡Los amo! ¡Mil gracias por esto!- no podía creer que vería a Paramore dentro de un mes. Era mi banda preferida en todo el mundo y no podía esperar para verlos.
-No ha sido nada. Nosotros ya tenemos entradas así que tu puedes invitar a 3 personas mas para que vallan contigo.- me puse a saltar de la alegría.
Y así pasé un muy buen rato con todos los que quería... Bueno, con casi todos.
-Emily, ¿sabes si mis padres vendrán?- ellos me lo habían prometido antes de venir a la Push.
-No lo sé. Llamalos si quieres- mi tía me tendió el teléfono.
Yo me encontraba afuera de la casa, sentada en las escaleras junto con Quil, Nessie y Jake.
Marque el numero de casa y espere a que alguien atendiera el teléfono.
-¿Hola?- ese era mi padre. Pero su vos sonaba mas ronca de lo habitual.
-Hola, papá. Soy yo, Claire-
-Oh, hija. Feliz Cumpleaños. Perdona por no llamarte antes pero pensamos que te levantarías mas tarde por ser tu cumpleaños, como haces todo los años- yo me reí. Esa era mi tradición todos los años. Levantarme tarde en cada cumpleaños. Y parece que este año lo olvide.
-Gracias, papá. Y no importa, al menos no lo olvidaste como el año pasado.- ambos nos reímos al recordar eso. 
-Si, aprendí la lección...emm... tu madre quiere...- el teléfono sonó de una forma rara y me di cuenta de que estaba cambiando de manos. 
-¡Feliz Cumpleaños hija! Dime, ¿has empezado tu día bien? Cuenta que te han regalado ¡vamos!- mi madre estaba de verdad entusiasmada con mi cumpleaños numero 17. Esa era una de las razones por las que nunca había podido venir a la Push antes: mi madre siempre quería estar cerca en mi cumpleaños para molestarme todo el día con su empalagoso cariño.
Pero hoy la  verdad la echaba de menos.
-Gracias, mamá, y ¿adivina que? ¡Tengo 4 entradas para ver a Paramore en Seatle y un celular nuevo!- Quil carraspeo la garganta a mi lado.
-Ha y Quil me regaló un collar divino con un dije de diamante- Quil abrió los ojos como platos. Nessie y yo nos miramos y reímos a la par. El no tenia idea.
-¿Quil? ¿El chico que jugaba contigo cuando eras pequeña?- mamá sabía muy  bien quien era, y también sabía de sobra que lo apreciaba, pero no estaba enterada de mi relación con el.
-Si mamá, ese es. ¿Oye por casualidad te acuerdas de la promesa que me hiciste antes de que viniera para acá?- tenía que cambiarle de tema antes de que sospechara.
-Emm... Si la recuerdo Claire. Mira ya se que te dijimos que iríamos pero... tu padre esta enfermo, no es nada, solo un resfriado pero ya sabes que si no lo cuidamos fácilmente puede trasformarse en algo peor. El doctor le pidió que se quedara en casa. Espero entiendas- eso explicaba la voz ronca de mi padre.
-Oh... Bueno, si es así no importa. ¿Puedes pasarme con el?- papá era terco y no aceptaría tan fácilmente quedarse quieto en casa.
-Claro. Espero la sigas pasando bien. Te quiero.- escuche como el teléfono cambiaba de manos otra vez.
-Ya se que es lo que quieres, pero te voy a decir que estoy haciendo todo lo que tu madre dice.- eso me sorprendió.
-Al fin aprendiste.- el se rió con su vos ronca pero al final acabo tosiendo.  
-Perdón por eso. Oye, siento no poder estar ahí. Debí haberme cuidado mas. Pero yo se que nuestro reglo va a encantarte.- justo en ese momento una nueva mente empezaba a oírse.
-¿Mi regalo?- fue en ese preciso momento que un flamante Mercedes Benz  aparcaba en frente e nuestra casa.
-¡Hola, Claire!- no puede ser.
-Emm, papá voy a cortarte porque tenemos visitas ¿si? Que te mejores. Te quiero.-
-Claro. Yo también te quiero, adiós- y corte la llamada.
La chica que se bajo del auto venía con una enorme sonrisa a saludarme, pero yo me pare de donde estaba y en mi cara no estaba la sonrisa de feliz cumpleaños de hace unos minutos atrás.
-¿Que haces aquí?- había visto todo en su mente y no podía engañarme. No había venido especialmente para mi cumpleaños.
-¿Esta es la forma que tienes de recibir a tu mejor amiga?- la fulminé con la mirada.
-¡Sabes bien que estas haciendo lo que el quiere, Sara! ¡Te estas entregando en bandeja de plata! Aquí estas en peligro.- y ella lo sabía bien.
-¿Y tu no? ¿No estas en peligro? No pienso dejar que termines esto sola- ella levanto su muñeca izquierda. En ella había atada una cinta de color violeta. Era exactamente la misma que tenía atada yo en mi tobillo.
-Yo no eh olvidado nuestra promesa, ¿y tu?- a mi mente llegaron un montón de imágenes, todas salidas de la mente de Sara.
Un día, luego de acabar con uno de los neófitos mandados por Ben prometimos que terminaríamos esto juntas, y nos habíamos colocado esas cintas para recordar esa promesa. Yo no la había olvidado, pero ahora me parecía estúpida. Las dos juntas eramos fuertes, pero si fallábamos tendría a las dos de una vez. 
-Tampoco la eh olvidado, pero... ¡eramos unas niñas! Y ahora el peligro es mayor. Por favor Sara, debes irte.- me costo un montón decir eso, ya que la extrañaba con locura. Pero era lo mejor. Para las dos.
-¡No pienso irme! Eso que te quede bien claro, y ademas, ya estoy en casa- quede en shock.
-¿Se mudan?- se mudaban a Forks. No sabia que pensar.
-Si, en esta semana, creo. Así que no puedes echarme de aquí. Ahora... ¿puedo saludar a mi mejor amiga por su cumpleaños?- ella levanto una ceja. No se porque, pero ese gesto siempre me había dado gracia, e hizo que apareciera una sonrisa en mi rostro.
Baje el par de escalones que había en la casa y la abrace.
-También te eh echado de menos. ¡Y gracias por las llamadas que nunca llegaron!- me dijo ella apartándose de mi para mirarme a la cara.
-Upss- me había olvidado completamente de eso, luego de que mi celular cayera al mar.
-¿Nos presentas a tu amiga?- Quil hablo detrás de mi. Ellos habían contemplado todo sin decir nada, ya que sabían lo que yo pensaba.
-Bueno ustedes ya la conocen, ella es Sara Jones. Sara ellos son...-
-Ya lo sé. Y por cierto...¡GRACIAS POR CONTARME HACERCA DE TU RECIEN ADQUIRIDO NOVIO!- yo empece a reír. Ella me había dicho una vez que debía contarle todo acerca de mi vida amorosa. Una que empezó recién con Quil, y que no iría mas lejos.
Los chicos también rieron. Entre ellos Nessie. Pero fue una risa algo tímida, y me di cuenta de que ella no sabia como iba a reaccionar Sara ante una semi-vampira.
-Nessie, esta bien. Ella ya lo sabe todo.- trate de tranquilizarla. No quería que se sintiera incomoda o algo por el estilo.
Sara me miro y luego a ella. Le sonrió.
-Tranquila, no reaccionare de la misma manera que Claire. Se que estas de nuestro lado. Al igual que tu familia.- Nessie le sonrió también. En mi mente se formo la idea de que Nessie sería una mas de nosotras a partir de ahora, una de nuestras mejores amigas. 
-Entonces ya sabes nuestros nombres... ¿Has recuperado tus poderes al igual que Claire?- le pregunto Jake.
-La verdad... el poder de ver el futuro jamas lo perdí- la mire sin comprender por un segundo.
-¿Me lo has ocultado?- yo no tenía ni idea de eso.
-Es que tu te empeñaste tanto en olvidar las cosas que no podía decírtelo. Te engañe para que pensaras que yo también lo había olvidado. ¡Por favor no te enojes! ¡Lo hice por ti!- yo me reí. Era gracioso tenerla a mi lado dando sus saltitos cada vez que se sentía apenada.
-No estoy enojada Sara, no por eso.... Bueno ¿vas a entrar o que?- le pregunte.
-Emm, bueno quería darte tu regalo antes...- ¿ella me lo había podido ocultar?
-¿Como haces para ocultarme las cosas?- no había sido capaz de escuchar sus pensamientos sobre mi super auto nuevo porque ella se había empeñado en ocultarlo de mi. 
-Es un regalo ¿no? Es sorpresa.- Ella se encamino al auto y antes de llegar me hizo señas para que la siguiera.
-No lo puedo creer... ¿Un mercedes? ¿Es enserio?-  nunca pensé que tendría la oportunidad de conducir uno de estos autos. Pero...
-¿De donde ha salido tanto dinero?- le pregunte a Sara.
-La verdad, no tengo ni idea.  Lo mismo me estaba preguntando yo en el viaje. Hemos puesto mi madre y yo algo de dinero para el coche pero ni con ese aporte llegarían tus padres a comprar uno de estos..- sentí como Nessie carraspeaba la garganta detrás de nosotras. Fue ahí cuando entendí todo.
-Mi familia, han hablado con tus padres y les han dado algo de dinero para tu regalo. Así que, el coche es de parte de tus padres, de Sara y su madre y de mi familia y yo. Esperamos que sea de tu agrado.- por un segundo pensé en devolverlo y cambiarlo por algo mas barato, pero jamas en la vida tendría la oportunidad de tener uno de estos, y ademas era un regalo así que...
-¡TENGO COCHE!- salte sobre Sara y luego sobre Nessie, agradeciéndoles el gran regalo que me habían dado.
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Perdón por haber demorado tanto en publicar! Pero aquí les dejo un capi bastante largito para que me perdonen. 
Beso y buena semana! XD 
PD: comenten! 



3 comentarios:

  1. Que bien! Que bien! Sara ya está aquí :)
    Sube pronto ¿ok? No tardes mucho pliiis ;)

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  2. Hace unos dias encontre tu blog i no e parado de leerlo asta hor me encanta i espero que sigas escriiendo lo mas pronto possible, i sobre todo quiero decirte que sigas con el blog ya que es increible, i escribes genial, por eso i mucho mas ¡¡¡¡ME ENCANTA TU BLOG!!!!

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  3. HOLA Cristina! Muchas gracias por leer esta historia y me encanta que te encante! XD
    Y prometo publicar lo mas pronto posible...
    Besos! :)

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