Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


lunes, 3 de diciembre de 2012

(60) La cita -2ª parte-


HOLA!
LES VOY AVISANDO QUE EL CAPI LES VA A ENCANTAR, PORQUE ES LO QUE MUCHAS HAN ESTADO ESPERANDO Y VAN A TENER QUE LEER MCUHO!
Y PARA MI FUE GENIAL ESCRIBIRLO. XD
BUENO, SIN MAS LES DESEO BUENA SEMANA!
BESOTE!!


 
-¿Hola?- eran las 8 de la mañana del sábado. Algo importante debió pasar para que me hallan llamado tan temprano.
-Hola Sara, soy yo, Seth- resople audible mente y recibí una carcajada a cambio.
-¿Que quieres Seth?- le dije lo mas fría que pude.
-Siento despertarte tan temprano pero no podía esperar. Anoche no dormí pensando en hoy ¿sabes? Bueno la cosa es que quería que supieras que pasaré por tu casa a las 10. Y avisale a tu madre que comerás afuera-  me sorprendió la naturalidad con que dijo esas cosas. Y lo ansioso que estaba.
-¿No podías habérmelo dicho anoche? Estoy muerta Seth- anoche no había dormido nada, principalmente por el maldito dolor que tenía en las piernas. Me esforcé mucho en la pelea con Edward. El si que es rápido.
-Lo siento pero anoche no lo tenía preparado aun. Eh pensado todo mientras dormías- y una nueva carcajada de su parte hizo que tuviera que separarme un poco del teléfono.
-Esta bien Seth. Pero no te pases ¿quieres? Ya tienes suficiente con que halla aceptado- si, y mas que suficiente.
-Lo prometo, no sera nada del otro mundo... Ah, me olvidaba. ¿Te apetece saltar hoy? El día estará relativamente cálido, perfecto para un chapusón- yo me lo pensé por un segundo. No estaba tan cansada como para perderme un salto de acantilado.
-Esta bien. Nos vemos- y lo ultimo que oí fue un suspiro, ¿de victoria?
Me dirigí de nuevo a mi cuarto. Y en menos de dos segundos ya estaba tumbada sobre la cama.
No me hará mal dormir otro poco. Cuando Seth llegue mamá me despertará y listo. Que espere por haber llamado tan temprano.
Me sumí en la mas profunda inconsciencia. Pero no soñé nada en especifico. Solo pasé por recuerdos de mi pasado. Imágenes, algunas con sentido y otras que parecían salidas de una película de terror, y todo pasaba en cámara lenta. Esto me hizo acordar a una de esas películas biográficas, donde en este caso contaban mi vida entera.
Pero seguía faltando un detalle. Algo que había faltado toda mi vida.
Un padre.
Tenía tantos recuerdos buenos con mamá que no me preocupé en lo mas mínimo por ese gran detalle. Después de todo, ¿porque tendría que preocuparme por alguien que no conozco, y que es muy probable que ni sepa de mi existencia? ¿Porque tendría que preocuparme por una persona que nos abandono a mamá y a mi de esa forma?
Ahora comprendo porque mamá no quería hablarme de él. Y ahora no se si quiera saber de su existencia.
Mi mente siguió vagando, recolectando cada imagen, cada recuerdo, incluso palabras que llenaron mi mente por completo.
Mi primer beso. Ese recuerdo que preferiría no haber tocado en este momento.
No por que no me haya gustado, sino por el echo de la persona quien me lo dio. No eh estado con nadie mas aparte de Max, y este recuerdo es de cuando teníamos 10. Con esto me doy cuenta de la poca vida social que eh tenido.
Pero apareció otro recuerdo que nublo por completo el anterior. Y no entendía porque era mas fuerte que todo lo demás.
Ese beso, en el acantilado con Seth. Eclipso totalmente el otro beso. Pero no entendía porque. Fue un beso robado, algo que yo no quería, ¿porque se convirtió en un recuerdo grato, algo que hacía que mi corazón palpitara rápido? Y aun recuerdo su sonrisa, aquella sonrisa burlona que ahora mismo hizo que mi respiración se cortara.
De repente mi mano empezó a molestarme, pero de una forma agradable. Y recordé su mano sobre la miá la noche anterior. ¿Pero porque mi cuerpo reaccionaba de esta forma? ¿Porque me hubiera gustado tomar su mano y nunca soltarla? Eran sensaciones de lo mas estúpidas. Pero aun así, no podía evitarlas.
-¡Sara!- mamá tuvo que gritarme para poder despertarme.
-¿Que sucede?- dije aun algo ida.
-Un chico llamado Seth esta parado en la puerta esperándote. ¿Piensas dejar a tu cita esperando mucho tiempo?- ella me sonrió, esa sonrisa socarrona que pone cuando sabe que me ha atrapado.
-Claro, se lo merece por haber llamado tan temprano en la mañana- y dije esto alto, para que el pudiera escucharlo.
Me levante de la cama y pensé en tomar un baño. Después de todo no le vendrían mal otros 10 minutos de espera.
Me bañé y vestí a paso tortuga, y casi podía escucharlo resoplar del disgusto. Cuando al fin terminé todo eso fui a la cocina donde Seth estaba muy a gusto en la mesa, obviamente comiendo.
-Pensé que habías dicho que comeríamos afuera- le dije mientras le sacaba el plato con un pedazo de tarta que mamá había preparado.
-No viene mal un aperitivo- me dijo al mismo tiempo que tomaba mi mano y agarraba su plato otra vez.
La sensación de hormigueo apareció de nuevo.
-¡Sara no seas así! Es un buen chico, deja que coma- Seth contuvo una carcajada y yo refunfuñé por lo bajo para que mamá no me escuchara.
Me senté en una silla lo mas lejos posible de el, mientras lo fulminaba con la mirada.
-Entonces, ¿piensan salir hoy?- ¿porque de repente quería que la tierra me tragara?
-Si, algo así. Sabe, su hija es algo difícil de...tratar. Aunque me pareció relativamente fácil el como acepto mi invitación- muy bien, iba a pagar eso.
-Si, pero no la culpes. No lo ha tenido fácil en ese sentido, ya sabes- mi corazón se paró por un segundo ante las palabras de mi madre.
-Mamá, ya nos vamos. No me esperes para el almuerzo ¿si? Nos vemos- y salí por la puerta a toda pastilla, golpeándola tan fuerte que casi podía haberla quebrado.  No me fije en la reacción de mi madre y mucho menos en la de Seth, no me importaba. Ella sabía muy bien que no debía hablar de Max en frente de nadie, y mucho menos de mi. Ya tenía la herida lo suficientemente cerrada como para que no doliera tanto, no tenía porque abrirla de nuevo.
Subí al auto de Seth, esperando a que él saliera. No tuve que esperar mucho ya que 5 segundos después, él ya estaba en el auto.
-Tu madre me pidió que me disculpara por ella. Me dijo que pensaba que ya sabía todo y que habías olvidado el tema. Realmente lo siente- mi enojo se fue tan rápido como había llegado, y fue sustituido por la culpa.
-Maldición, no debí haber reaccionado así. Hablaré con ella cuando llegue- miré hacia adelante, pues sabía que si miraba hacia mi casa mamá estaría observando y tampoco quería mirar a Seth a la cara.
-Bien. Entonces, ¿nos vamos?- dijo él, alegrando un poco su tono de voz.
Yo solo asentí, haciendo una mueca al pensar en que pudo haber organizado para hoy.
El solamente se carcajeo un raro.

Seth debía de estar realmente ansioso ya que conducía como un loco.
-Entiendo que te gusta la velocidad, a mi también, pero no tienes que conducir de esta forma Seth- el solo sonrió y me señaló con el dedo hacia el cielo.
-Woow- en lo alto se podían apreciar unas nubes purpuras, tan densas que no parecían reales.
-¿Pero me dijiste que haría un día lindo?- Seth me miró extrañado.
-Pensé que lo comprobarías tu misma- yo suspire. Debía de poner mas atención en el futuro a partir de ahora.
-Te has tardado tanto que la tormenta se nos a venido en sima. Por eso quería salir temprano, y por eso conduzco de esta manera- ahora me sentía mal por no haberme apurado antes.
-Lo siento, pero pensé que merecías un castigo por haber llamado a esa hora, para la próxima ya sabes- me congele en el asiento ante mis propias palabras. Y Seth se dio cuenta de porque.
-¿Porque no podría haber una segunda vez? Somos amigos, tu lo dijiste. No debería de haber nada malo en hacer esto- o si que había cosas malas.
-El echo de que esto signifique algo diferente para ti que para mi ya es algo malo- le dije en susurros intentando no mirarlo a la cara.
-No significa algo diferente. No estoy obligándote a nada Sara. Si tu quieres que seamos amigos, eso seremos- el estaba jugando sucio.
-Si es uno de tus truquitos ahoratelos porque no van funcionar conmigo- Seth soltó una risita asida que me puso de peor humos aún.
-¿Truquitos? Solo quiero que te diviertas. Has estado cansada toda la semana Sara. Y estas tan delgada que asusta. Te estas sobre exigiendo demasiado y eso no le gusta a nadie- quedé en shock en cuanto termino de hablar. Todo lo que decía era cierto pero nunca me había dado cuenta hasta ahora.
-No me di cuenta de nada...- susurre. Observé por el rabillo del ojo a un Seth que se debatía consigo mismo entre abrasarme o no.
Freno el auto en la mitad del camino, al frente de un sendero que parecía llevar a los acantilados, pero tan ida como estaba no podía pensar con claridad.
En cuanto Seth apagó el auto me atrajo hacia el y me abraso.
-No me gusta verte así Sara, por eso eh echo esto. Ademas de que te liberaría de un sermón por parte de Claire- yo me reí sin ganas.
-Ella debe de estar preocupada ¿verdad? ¿Pero porque no me lo dijo?-
-No la culpes, esta ha sido una semana bastante rara, y no han tenido tiempo de estar mucho tiempo juntas- esa respuesta no me parecía la mejor.
Me separé de Seth y lo miré a los ojos buscando que me dijera la verdad.
-¿Tu le has pedido que no me dijera nada verdad? Porque querías ser tu quien me diera ese sermón- al final si había sido uno de sus trucos. Me separé de el y le di vuelta la cara.
-¿Jamas vas a tener ni un poquito de confianza en mi no? Y mucho menos vas a creerme algo de lo que te diga- Seth me pego a la puerta y se acerco a mi. Yo trate de apartarme pero el tomo mis manos y las puso sobre mi cabeza.
-Escuchame, sabes lo que siento por ti, ¿y crees que pueda llegar a mentirte? Siempre te eh sido sincero, y eh encarado lo mejor posible cada uno de tus enojos hacia mi. Nunca pensé que tendría una oportunidad como esta contigo, pero tu me sorprendiste con un “Esta bien” que hizo que no pudiera dormir en toda la noche. Como te dije antes solo quiero que te diviertas, y que seas feliz, no me importa como o... con quien, solo se feliz Sara. Si tu lo eres, yo también- mis lagrimas bajaban por mis mejillas como ríos. No podía ver nada por lo que me limite a cerrar los ojos y esperar a que algún neófito desquiciado viniera a matarme.
Sentí como Seth soltaba mis manos y yo las dejé caer sobre mi cabeza, sin fuerzas. Sentía la respiración abrazadora de Seth en mi cara y escuche su corazón latir desbocado.
-Creo que te debo unos cuantos lo siento- dije al fin, cuando mi garganta se pudo aclarar lo suficiente como para hablar.
Pero no era eso lo que quería decir de todas formas. Y llorar tampoco era lo que quería hacer.
Quería decirle que lo sentía y abrasarlo. Quería decirle que había sido una tonta y que el me consolara. Quería decirle que el tenía razón, que todos habían tenido razón.
Quería decirle que había cumplido con su promesa. Había logrado que volviera a creer en el amor.
Pero no podía. Porque aquí como estaba, yo no era digna de el. Seth se merecía algo mejor que unas piezas rotas de corazón.
Como tonta seguí llorando y el me abrazo como nadie lo había echo. Eso hizo que rompiera en sollozos que tuve que controlar para que el no se preocupara mas por mi. Nunca mas haría que él se preocupe por mi. Tarde unos cuantos minutos en poder calmarme. Y aun así no podía mirarlo a la cara sabiendo que lo amaba.  
Seth se separó un poco de mi y encendió el auto. Yo lo miré sin comprender.
-¿Que haces?- pregunte confundida.
-Te llevaré a casa-
-¡No!- mi grito lo desconcertó por completo.
-Sara en tu estado no haremos nada- yo negué con la cabeza.
-No por favor. Si me quedo en casa me aburriré y terminaré pensando y no quiero eso. No quiero pensar Seth- le suplique que no nos fuéramos, no quería enfrentarme a mamá, no quería enfrentarme a mi misma de nuevo.
-¿Segura?- yo asentí tratando de sacar una sonrisa.
El se lo creyó, aunque se quedó cerca mio todo el camino por el sendero hasta los acantilados. Como si esperase que me derrumbara de nuevo.
-Seth estoy bien. No te preocupes- su carcajada resonó por todas partes en el denso bosque.
-Ya es tarde, después de lo que pasó en el auto te tendré vigilada todo el día- yo me reí junto con él.
Cuando llegamos a los acantilados el frío me tomo por sorpresa.Cuando salimos de casa el aire era relativamente calido.
-Creo que hemos llegado algo tarde- susurro Seth. Genial, no habría salto de acantilado hoy.
Me senté en una roca a refunfuñar por lo bajo.
-Podemos hacerlo otro día Sara. No necesitas ponerte así- y se sentó a mi lado.
-Claro que si. Yo lo arruiné. Podía haberme apurado en casa y podía no haber echo esa escena en al auto- Seth estaba negando con la cabeza cuando lo miré.
-Las cosas siempre pasan por algo. Nunca te lamentes de nada-
Quedamos en silencio durante un buen rato. Yo observaba las olas a lo lejos que rompían en la playa y escuchaba el viento que soplaba entre los arboles.
-Oye, ¿quieres comer ahora?- me pregunto Seth de repente.
No había desayunado por lo que me estaba muriendo de hambre.
-Claro. ¿A donde iremos?- me pregunte por un segundo si no iríamos a ese “restauran” que había en la Push.
-Es sorpresa- y me sonrió de oreja a oreja.

-¿Seth a donde vamos?- nos adentrábamos cada ves mas en el bosque y no creo que haya algo aquí adentro.
-¿Puedes esperar un poco mas? Se paciente- me decía aun con una sonrisa en la cara.
Verlo así hacía que mi corazón latiera mas fuerte.
Llegados a cierto punto del bosque se comenzó a sentir un aroma propio de la cocina de una chef.
-Pero que...- me separé de Seth y camine un poco mas rápido de lo normal.
No necesite caminar mucho mas pues ese hermoso claro estaba muy cerca. Pero no era un claro normal. Era lo mas hermoso que había visto jamas.
-¿Te gusta?- me pregunto Seth cerca de mi. Yo solo fui capaz de asentir.
Todos los arboles al rededor del claro estaban adornados con pequeños faroles colocados en las ramas delicadamente colgando de una cinta. A pesar de que era día el bosque era oscuro por la inminente tormenta que se avecinaba, pero estos faroles irradiaban una luz cálida y daban la sensación de estar en un sueño. En el centro se encontraban dos arboles caídos colocados de tal forma que  se apoyaban uno al otro para no caer al suelo definitivamente. Parecían desafiar la ley de la gravedad. Debajo de ellos se encontraba un mantel con comidas, frutas, bebidas, todo protegido por un especie de plástico trasparente colocado por encima de los arboles como una especie de carpa. Esto era mejor que cualquier sueño que pudiera tener jamas.
-Te ha ayudado Alice ¿verdad?- le pregunte cuando al fin pude hablar.
-No, tenía la sensación de que se pasaría de lista si le daba la oportunidad, y le eh pedido a Nessie algo de ayuda- me sorprendió la capacidad de Nessie de arreglar exteriores. Bueno, después de todo su tía es Alice.
-No tenías por que hacer esto...- le dije, aun maravillada por el excelente trabajo de Nessie.
-Quería hacer algo fuera de lo común. Ademas, te lo mereces- yo suspiré. Jamas en mi vida podría compensarle algo como esto.
Seth me dio un pequeño empujón al ver que no daba ni un paso.
-No se tu pero yo me muero de hambre- yo me reí. Seth pasó a mi lado y yo lo seguí. Nos sentamos en el suelo, en un gran mantel, como esos que pasan en las películas cuando dan un picknic.
La comida era en verdad deliciosa.
-Oye Seth, no te habrás gastado una chorada de dinero por esto ¿no?- en mi mente pasó el echo de que esta comida debió salir bastante cara. ¿Habrá contratado un chef o algo por el estilo?
-No te preocupes. Esme y Rosalie son excelentes cocineras. Me han ayudado también- yo me reí ante el chiste.
-Un vampiro cocinando. No creí que algún día oiría eso- Seth se río junto conmigo.
La verdad que la pasé muy bien en su compañía. Hablamos y nos reímos de muchas cosas.
Por suerte no llovió como nosotros pensábamos aunque el cielo parecía querer hacerlo.
Los temas de conversación transcurrieron por un sendero bastante tranquilo. En cierto punto pensé que la herida se volvería a abrir, pero Seth se daba cuenta de ello y cambiaba de tema.
¿Como había echo para conocerme tan bien en tan poco tiempo?  
-Nessie es realmente buena en esto- dijo Seth mientra miraba la nada recostado contra el árbol.
-Si, tienes razón. Me acordaré de ella para mi próximo cumpleaños... Si es que llego a tener uno- Seth suspiro ante mi comentario, pero siguió como si no lo hubiera escuchado.
-¿Cuando es tu cumpleaños?- me pregunto como si nada.
-Mi cumpleaños numero 18 es el 2 de abril- Seth me miró sorprendida.
-18- yo solo asentí.
-¿Pero no están Claire y tu en la misma clase?- volvía a asentir sabiendo a donde quería llegar.
-Comencé la escuela un año después que los demás niños- una risita salio de Seth, como si la respuesta hubiera sido obvia.
-Ya, claro- nos quedamos en silencio por un buen rato. Ninguno de los dos quería decir algo, al menos eso era lo que yo pensaba.
-Entonces, tu y tu madre piensan quedarse por aquí por un largo tiempo ¿no?- Seth se mordió el labio. Era como si no hubiera querido decir nada.
-Si. Eso creo- fue lo único que le dije, restando le importancia al tema.
Pero aun así cerré los ojos y me concentre en el futuro. Era inútil pero no perdía nada al intentarlo.
Muchas imágenes vinieron a mi, de todo el tiempo que no había podido ver nada.
La boda de Rachel y Paul.
Mi profesora de matemáticas maravillándose con mi examen al sacarme un 10.
Una visión de Ashlye entrando a una casa deshabitada a las afueras de la ciudad.
Claire y yo corriendo tras algo en el bosque.
Todas estas imágenes aparecieron ante mi de repente, como en lo viejos tiempos.
Me paré de un salto de donde estaba con una sonrisa en el rostro.
-¿Sara? ¿Que sucede?- Seth se sobresalto ante mi repentina alegría, y yo no hacía mas que reír como una estúpida. Todo volvía a ser como antes.
-¡Puedo ver Seth! ¡Vuelvo a ver el futuro!- el se rió conmigo al comprender.
Me moría de ganas por contarle a Claire, y por saber de una vez por todas donde se escondía Ben.
Seth se me quedó mirando como bobo por un rato, y yo no me di cuenta de esto hasta que fue demasiado tarde.
Lo tenía a tan solo centímetros de mi cara. Solo tenía dos posibilidades: seguirle el juego, que era lo que mas quería, o apartarme y detener algo que sin lugar a dudas lo iba a lastimar.  
La segunda opción era la única salida, o iba a darle a Seth algo roto y usado, el no se merecía eso.
Aparte mi rostro solo un centímetro y fue mas que suficiente para que el entendiera. El suspiro y simplemente asintió.
-Lo siento- fue lo único que pude decir.
-Esta bien- el me paso un brazo por los hombros y me acerco un poco a el. Yo cerré los ojos ante su contacto, pero no esperaba ver lo que vi.
Dos neófitos acercándose a la Push. Pero no pude ver sus rostros.
Me envaré y Seth me tomo por los hombros.
-¿Que sucede?- yo aun seguía contemplando la visión dándome cueanta de que esto pasaría muy pronto.
-Neófitos. Vienen hacia acá- cuando volvía a la realidad me di cuenta de que estas dos sanguijuelas debían de estar en camino.
-Ve con Claire yo le avisaré a los demás- lo miré sin comprender.
-¿Que? ¡No voy a irme Seth!- un aullido rompió el silencio del bosque.
-¡Vete de aquí!- rugio Seth antes de entran en fase.
-Ni loca- dije antes de echar a correr. Sabía que la manada se encargaría del neófito que apareció por el oeste pero no se darían cuenta de la neófita que venía por el lado contrarío.
Seth me siguió todo el camino tratando de seguirme el paso.
Si tan solo estuviera Claire aquí.
<<No es lo mismo sin mi ¿eh?>> Esa voz hizo que por poco me chocara un árbol.
Seth propino un pequeño aullido en mi dirección pero yo no estaba ne humor para andar adivinando.
<<El solo esta preocupado por ti. No creo que a alguien le guste que mueras estampada contra un árbol ¿o si?>>
¿Desde cuando? Pensé.
<<Eh estado practicando con Quil. Pero eso no importa. Hay que matar algunos vampiros ¿no crees?>> La voz de Claire se escuchaba claramente en mi mente. En verdad este era un don de mucha utilidad. Aun no podía escucharla llegar pero su voz era clara.
<<¿Una emboscada?>>
Eso me parece excelente
Me acerque a donde la neófita llegaría. Y sin lugar a dudas unos segundos después ahí estaba.
Era hermosa sin lugar a dudas. Muy parecida a Rosalie: alta y esbelta, con su melena rubia suelta al viento y sus brillantes ojos rojos. No tendría mas de 17 años a lo sumo.
-¿Sara verdad?- me sorprendió que me hablara ya que esperaba un ataque inminente.
Yo solo asentí en posición defensiva. No iba a dejar que me tomara por sorpresa.
<<Ten cuidado Sara, esta tipa puede cambiar de forma>>
¿Que? ¿Como es eso posible? ¿Estaba hablando en serio?  
<<Solo ten cuidado>>
La rubia ataco tan rápido como una bala. Pero eso era de esperarse. Intento agarrarme pero tenía tan poca habilidad en la lucha que fue fácil lanzar la contra un árbol. Aunque después de eso me di cuenta de que eso era justo lo que ella quería.
-¡Sara!- quedé en shock cuando dos Claire aparecieron en mi vista.
<<Soy la de la derecha. Solo sígueme el juego>>
Esto sería en verdad divertido.
Ambas Claires, la falsa y la real se encontraban frente e frente.
-Sara, soy yo. Vamos amiga ayudame- Claire en verdad estaba representando su papel.
-¡No! ¡Miente! ¡Sara soy yo!- la falsa tenía exactamente la misma voz.
Me acerque a la Claire falsa siguiendo el juego para que pensara que le creía a ella.
-¿Que? ¿Enserio Sara? ¡Soy yo!- Claire en verdad parecía desesperada.
Yo reía como una tonta y la Claire falsa lo hacia conmigo.
De repente yo solo asentí y Claire lanzó un árbol contra nosotras. La neófita pensó en esquivarlo pero ramas de los arboles la retuvieron contra el piso. El árbol le dio de lleno en la cara. Y esa fue la distracción perfecta para poder atraparla de una vez.
La arrodille y la tome de las muñecas haciendo sus brazos hacia atrás mientras apoyaba mi rodilla en su espalda.
-¡Eso fue en verdad genial!- me dijo Claire pasando a mi lado.
La neófita volvió a ser la de antes y yo me volví a preguntar como diablos lo había echo.
-Muy bien. Ahora ya que hemos terminado tal vez puedas responder algunas preguntas- le dije a la chica que se movía en mis manos.
-¡No responderé nada!- rugió. Yo miré a Claire y luego cinche para atrás una de sus manos.
La chica grito del dolor pero trato de zafarse la otra mano para poder escapar. Yo la tomé de la cabeza esta vez.
-La próxima sera tu cabeza si no te tranquilizas- la neófita rugió una vez mas y dejó de moverse.
Vi por el rabillo del ojo a Seth y a ¿Embry? No estaba segura; ambos en forma de lobo observaban la situación y no sabría decir que era lo que les pasaba por la mente. Sus rostro lobunos eran inescrutables.
-Bien, empecemos por lo fácil: ¿De donde vienes?- pregunto Claire a mi lado.
-Florida- Claire y yo nos miramos sin comprender.
-¿Fue ahí donde te transformaron?-le pregunte. La neófita hizo una mueca de disgusto y negó con la cabeza.
-No lo se, no recuerdo nada de mi vida humana y no me gusta recordar ese día- genial, esto no nos llevaba a nada.
-¿Cuantos mas hay en Florida?- vi que Claire estaba concentrada en escuchar cada pensamiento de la neófita, cada recuerdo, cada imagen buscando algo que nos pudiera ayudar.
-Eramos 7 la ultima noche que pasé ahí. Yo era la única chica- de repente la compasión se apoderó de mi. Esta no era la primera vez que me pasaba esto, ya que al saber que estas personas no eligieron esta vida y que Ben los había obligado, ¿como no tener compasión por sanguijuelas como esta?
-No te gastes en pensar así Sara, porque lo menos que se merecen es tu compasión- Claire se encontraba en frente de la neófita con la mirada perdida pero una mueca cruzaba su rostro.
-¿Que sucede?- le pregunte.
La neófita empezó a revolverse de nuevo en mis manos y a gritar como una loca.
-¡Ya matame de una vez!- no necesite que terminara la frase para hacerlo de todos modos.
Claire traía un encendedor por lo que quemamos el cuerpo entre un montón de ramas y pasto seco para que quemara mas rápido. La columna de humo densa invadió el lugar y el olor a incienso era intenso.
-¿Que le pasó?- aun podía escuchar sus gritos en mi cabeza.
-Los hace enloquecer. Les retuerce la mente de tal forma que ni siquiera pueden pensar pos si mismos con claridad. Esta chica parecía poseída, y era como si algo dentro de ella borrara las imágenes de apoco. Como un virus de computadora borrando todo del disco duro- Claire había sido capaz de ver mas de lo que yo creía.
-¿Has sido capaz de ver algo útil? ¿Se están escondiendo en Florida?- ¿Florida? Demasiado sol y calor, el ultimo lugar en el que hubiéramos pensado.
-Como dijo ella, solo eran 7. Se encuentran escondidos como en un túnel, parece que es subterráneo. Pero no estoy segura si es donde Ben se encuentra. La chica no tiene ningún recuerdo de él- miré a Claire y luego a la columna de humo que se elevaba por encima de los arboles.
Un virus. Esa era justamente la palabra que describía a Ben. Algo maligno, dañino que necesitaba ser destruido.
-Aquí vienen los chicos- me di cuenta de que Seth y Embry aun seguían ahí, al margen, pero cuando los demás lobos empezaron a escucharse a lo lejos viniendo hacia donde nos encontrábamos ellos retrocedieron en el bosque y  se reunieron con nosotras en forma humana.
-Eso ah sido interesante- dijo Embry al vernos.
Yo no le preste mucha atención pues estaba sumida en mis pensamientos.
Esta chica venia de Florida y solo eran 7, entonces ¿los demás en donde estaban? ¿Tal vez los tenía apartados para que no causaran tanto problema todos juntos? Esa era una posibilidad, ya que los neófitos suelen matarse entre ellos y ademas un grupo muy numeroso llamaría mucho la atención. Pero pequeños grupos separados entre si con un cabecilla de confianza al mando de cada uno sería mas fácil de controlar, pero mas difíciles de rastrear.
-Eso es interesante. Tal vez tengas razón- me dijo Claire a mi lado, que parecía estar buscando una respuesta también.
-Si es ese el caso, será casi imposible rastrear sus movimientos, ya que estarán separados entre si, y si nosotros nos separamos estaríamos en desventaja- ahora veía lo que estaba haciendo Ben.
Nos tenía acorraladas. No podíamos hacer nada mas que esperar a que nos enfrentara. No podíamos salir a buscarlo ya que la Push estaría desprotegida y tampoco podíamos dividirnos ya que nos atraparía mas fácil. Todo le estaba saliendo la mar de bien.
-Veo que ya terminaron aquí- dijo Jake que llegaba junto con Sam. Los demás venían detrás recién salidos de fase.
-Si, y ustedes se divirtieron. Me alegro- la voz de Claire era distante, y algo fría. En verdad le había afectado lo de recién.
-¿Estas bien?- oí como Quil se acercaba a ella y la abrasaba. Yo por mi parte me concentre en el pequeño colgante que traía Jared en su mano.
Tarde mas de 1 minuto en darme cuenta de que era.
-¡NO!- mi grito los desconcertó a todos. Seth se paró justo al frente de mi para impedir que cayera de rodillas al piso.
-¡MALDITO! ¡JURO QUE TE ENVIARE AL MALDITO INFIERNO DONDE PERTENECES!- Seth no entendía lo que me estaba pasando, al igual que los demás.
-¡Sara! ¿Que sucede?- el me tomo por los hombros y hizo que lo mirara a los ojos. Comencé a llorar en cuanto lo hice.
-¿Estas segura Sara?- Claire apareció a mi lado con el collar que Jared traía en sus manos.
-¡Claire, lo hice yo! ¡Le regalé ese collar a Marcos la pasada navidad! ¡No existe otro como ese porque lo hice yo! ¿Porque no te fijas en sus mentes?- por el rostro de Claire una mueca me confirmo que yo tenía razón.
-¡Esto se ah ido demasiado lejos! ¡No puede jugar de esta forma!- el recuerdo de la pasada navidad me invadió. Ese día había sido tan perfecto en comparación al presente. Mi madre y la familia de Claire al igual que alguno de nuestros compañeros de clase se encontraban ese día.
Marcos compartía biología conmigo y se había mostrado interesado en mi desde que corte con Max. Le había regalado ese collar porque me había ayudado a estudiar para un examen de matemáticas y lo había salvado gracias a el.
-¿Conocían a ese tipo?- pregunto Sam al ver que no íbamos a decir nada.
-Si. Era un amigo. ¡Y Ben lo sabía!- Claire estallo a mi lado. Golpeo la tierra con los puños y se dejo caer de rodillas a mi lado.
Nadie preguntó nada mas. Se hizo el silencio mientras el cuerpo ardía en llamas. Seth dejó que algunas de mis lagrimas lo mojaran mientras me abrasaba. Y Quil levanto a Claire del suelo para consolarla a su manera.
Llegué a casa mucho después del anochecer. Mi madre me abrasó en cuanto llegué, suponiendo que era por mi aspecto de verdad horrible.
-Supongo que ya te enteraste de lo que pasó con Marcos- me separé de ella por un segundo mirándola con los ojos como platos por la sorpresa.
-¿Que?- mamá me llevó hasta el sillón de la sala y nos sentamos.
-La madrastra de Marcos llamó luego de que te fuiste. Me dijo que el hijo de su esposo había desaparecido. Encontraron mucha de su sangre a unos kilómetros de su casa pero aun no encuentran el cuerpo. Pensé que te habían llamado- negué con la cabeza.
-No eh llevado mi celular conmigo hoy- y estaba en verdad agradecida por eso.
Un nuevo sollozo broto de mi sin querer y mamá me atrajo hacia ella.
-Esta bien, mamá. Iré a mi cuarto- me separé de ella y traté de darle una sonrisa para que dejara de preocuparse un poco.
Entre en mi habitación y encendí la luz. Encontré que mi celular tenía 4 llamadas perdidas y 6 mensajes de texto. Ni siquiera los leí a sabiendas de lo que dirían.
Caí en la cama entre un mar de lagrimas. Sabía que el sueño me derrotaría al fin así que solo me deje llevar y me desahogué. Había cerrado la puerta de mi cuarto para que mamá no pudiera entrar, aunque dudaba que una puerta cerrada fuera obstáculo para ella.
En mi habitación los minutos parecían horas y el tiempo no se pasaba lo suficientemente rápido como para que esto acabara de una vez.
Todo el dolor, el sufrimiento, las muertes las peleas... el miedo, quería que todo desapareciera de una vez. Quería volver a ser la Sara de antes y no esta versión de mi misma.
Miré la hora en mi celular y recién eran las 12 de la noche. No había llorado ni la mitad de lo que tenía planeado todavía. Me senté en medio de mi cama mientras mas y mas lagrimas caían, pero los sollozos habían disminuido por lo que estaba casi en silencio.
Pero ese poco auto control que tenia de mi misma se vino abajo al recordad otra vez la visión que había tenido. No podía pensar en que alguno de los chicos arriesgara su vida por nosotras.
Ya había tenido suficiente  con Seth una vez. No podía pasar de nuevo.
Mi almohada estaba completamente empapada ya que la sostenía cerca de mi rostro, y la abrasaba demasiado fuerte como para la seguridad de un humano.
Eran las una y cuarto y yo seguía donde estaba. Tratando por todos los medios de no pensar, algo totalmente imposible.
Pero esta vez no estaba en perfecto silencio. Me tomó unos cuantos minutos darme cuenta de que me estaban llamando y otros minutos mas para reconocer esa voz.
Me paré como pude y abrí la ventana de mi cuarto. El aire frió que se colo por mi ventana hizo que temblara pero unos brazos cálidos me envolvieron.
-Lo siento, lo siento. Le pedí a Jake que me dejará venir antes pero me eh quedado pensando que estarías bien. ¡Que estúpido!- me llevo hasta la cama donde me sentó pero nunca se aparto de mi.
Los sollozos comenzaron de nuevo al tenerlo ahí presente. Me maldije en mi interior porque el no se merecía ver todo esto. Pero no era lo suficientemente fuerte como para dejarlo ir. Lo necesitaba y hoy mas que nunca.
-Seth...- logré decir su nombre luego de varios intentos, ya que un nudo en mi garganta me impedía hablar.  
-Sshh No pienses que voy a irme de aquí Sara. No voy a dejarte sola en algo como esto, de echo no voy a dejarte sola jamas- moví mi cabeza, tratando de negar.
-Ayer me dijiste que harías que olvidara todo...- un jadeo salio del pecho de Seth ante lo que le estaba diciendo. Ya se había dado cuenta de a donde quería llegar.
Levante la cabeza y lo mire, con mis ojos llenos de lagrimas.
-Quiero olvidar Seth. Todo... Hazme olvidar, por favor- no le di tiempo siquiera a contestar.
Simplemente lo bese. Lo necesitaba con locura, y no aguantaba mas todo esto.
Necesitaba que me abrazara,  que me besara, necesitaba su calor, necesitaba sentirlo cerca de mi.
Pero me di cuenta de que no era la única que sentía lo mismo.
Seth estaba totalmente encendido, literalmente. Su contacto quemaba en mi piel. Cada beso era mas apasionado que el anterior. El realmente estaba cumpliendo con lo que le había pedido.
Olvidaría todo esta noche. Dejaría que Seth me tomara a su gusto, no me importaba nada, solo quería sentirlo a el.
La cama no era suficiente para los dos, por lo que caímos al piso frió de mi habitación. Ese frío era el antídoto perfecto para tanto calor, aunque me di cuenta de que no era suficiente para sofocar las llamas.
Seth se había desecho de mi blusa muy rápido y el no tenía remera por lo que nuestros cuerpos se tocaban haciendo que todo el vello de mi cuello se erizara.
Pero Seth estaba mas bajo control de lo que pensaba. Tomo mis manos y las puso sobre mi cabeza, como había echo en el auto ese día.  
Me beso una vez mas y se separo de mi para poder mirarme a los ojos.
Ambos respirábamos entre cortadamente y tuvimos que esperar unos cuantos minutos para apagar ese fuego que podía ver en los ojos de Seth.
-Quería hacer esto diferente... No quiero tomarte hoy Sara. No en este estado. Espero que sepas entender que eres demasiado importante como para tomármelo a la ligera- no supe que decirle. Aun estaba algo mareada.
-También quiero que sepas... que me has echo el hombre mas feliz del mundo- me sonrió y volvió a besarme, esta vez mas dulcemente.
-¿Puedes soltarme?- le dije cuando dejo mi boca libre para bajar por mi cuello.
Soltó una pequeña risita y me miró de nuevo.
 -¿Vas a controlarte? Porque el Seth racional no durará mucho si seguimos como empezamos- ambos reímos nerviosamente.
-Entonces no te controles- lo volví a besar, pero esta vez, trate por todos los medios de no pasarme de la raya. Pero el se separo de mi y se acerco a mi cuello.
-Por favor Sara. No me hagas esto- susurro en mi oído y su aliento caliente roso mi cuello.
Con un suspiro se levanto de encima mio y me tendió la mano para que  lo siguiera.
-Siento lo de tu blusa- me dijo rehuyendo mi mirada.
Tomé mi blusa que estaba tirada al otro lado de mi habitación y me di cuenta que no era nada mas que harapos de tela blanca.
-Me debes una- le dije tirando mi destrozada blusa a la basura antes de acurrucarme en la cama y traerlo hacia mi.
Mis deseos aun no estaban satisfechos pero con un beso mas era suficiente por esta noche.
Sus labios eran realmente lo mejor que había probado jamas. Se movían sobre los míos con ternura pero podían ser ardientes como lo había comprobado hacia un minuto. Su aliento me quemaba. Era como tomar vodka de un sopetón, haciendo que todo tu cuerpo se estremezca.
La verdad que jamas me hartaría de el.
-Gracias- le dije, cuando nos separamos por un segundo para poder respirar.
-¿Porque?- me pregunto, entre mi cuello. Ahora era todo mas calmo, pero cada beso dejaba un cosquilleo extraño en mi piel.
-Por haber intentado, aun sabiendo que sería difícil- Seth me miro a los ojos y puso ambas manos, en mi rostro, para que tuviera que mirarle también.
-No me hubiera importado si hubiera sido imposible, seguiría intentando. Sara, ¿aun no comprendes a que punto te eh llegado a amar? ¿Sabes acaso lo duro que fue para mi haber parado esto hace un minuto? Eres lo que mas deseo en este mundo. Y quiero que eso se te grabe en esa cabezota tuya- le sonreí como una tonta que el correspondió con otra.
Nos quedamos juntos toda la noche. De vez en cuando el fuego amagaba a encenderse de nuevo, pero de todos modos no fue como antes. No se cuando fue que quedé dormida, lo único que se es que cuando desperté el aun estaba allí.
En ese momento me felicite por haber cerrado la puerta de mi cuarto porque si llegaba a entrar mamá...
Yo estaba medio desnuda, gracias a que Seth rasgo en mil pedazos mi blusa favorita, y Seth nunca vestía remeras y eso no ayudaba mucho a la situación,
Me levante de la cama riendo por lo bajo pensando en la reacción de mi madre si llegara a ver esto.
Pero al pararme todo el mundo dio un giro. Caí de nuevo en la cama, despertando a Seth que se paró en seco.
-¿Que, que paso?- yo me reí de el y volví a recostarme en la cama.
-Supongo que no es buena idea levantarse tan rápido considerando lo que pasó ayer- Seth me miró por un segundo, y luego me sonrió. Se acerco a mi y me beso.
-¿Sabes que? Estaba pensando que todo lo que paso ayer fue un sueño- lo besé de nuevo luego de que termino la frase.
-¿Si? ¿Aun piensas que estas soñando?- le dije con la mas grande de las sonrisas.

4 comentarios:

  1. ASDFGHJKLWERTYUIOP
    QUE MONADA!!!!!! AAAAAAAAAAW <3 Me los como! Que monos que monos!
    Me has dejado con intiga quiero saber que pasa!
    No tardes eh

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  2. Romi!! Amiga!! te botaste con este capítulo!!! Waaaooooo!!! SUPER GENIAL!!! Me encantó!!! es poco decir eso.... Al fin Seth se salió con la suya eH!!! sencillamente maravilloso!!!!

    Anita

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  3. Me encanta!!! espero que sigas escribir más, estamos muy enganchadas a la historia. Nosotras tenemos un blog tambien paranoiasenlavida.blogspot.com siguenos porfi, que hemos empezado y tenemos muy poquita gente mil gracias bss
    Sigue escribiendo como escribes, MUY BIEN

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  4. Hola, me encantó este capitulo, pero no leí los anteriores, me los podrías mandar a mi correo para poder saber de que va la hitoria, esque me encantó muchisimas gracias: albaperezcc@gmail.com
    Espero tu respuesta ansiosa

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