Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


domingo, 24 de noviembre de 2013

(65) El principio de un final -1ª parte-

Hola
Sin escusas les dejo el capitulo 65 para que lo disfruten (si es que queda alguien ahí todavía :/ )
¡Que pasen linda semana!
BESOTE XD 


Estaba nerviosa, me preocupaba que les pasara algo a los Cullen, a Seth, a Sam.... a Quil. 
De repente una oleada de calor inundo mi sistema. El que algunos de ellos no estuvieran ahí hizo que quisiera que esto empezara pronto. Entre mas rápido todo, mejor.
Todos a mi alrededor estaban concentrados, escuchando hasta el mas mínimo detalle, pero ninguno de ellos tenían el alcance que yo poseía. Las mentes empezaron a llegar una por una, todos con un único objetivo: aniquilar a todos aquellos que se interpusieran en su camino. 
Escuche cuando Edward y los demás Cullen se empezaron a mover atrayéndolos hacia nosotros.  La adrenalina inundo mi sistema. Quería que llegaran ya. Me obligue a concentrarme, y comencé a buscar la mente de Ben. Aún no aparecía el muy maldito. 
<<¡Vamos Ben! ¡Muéstrate de una maldita vez cobarde!>> Todos gritaron al unisonó al escuchar el mensaje que acababa de mandar mentalmente. A los neófitos los puso frenéticos e incrementaron su velocidad conforme se acercaban mas y mas.
Fui la primera en salir corriendo y estampar a 2 neófitos contra un árbol, donde Sara los amarro con las ramas de los árboles para 1 segundo después ser decapitados por un Emmet sonriente.
Todo a mí alrededor eran peleas. Me puse a rastrear los dones más peligrosos y enseguida le asentí a Bella para que esparciera su escudo. Uno por uno los neófitos con poderes mentales fueron aniquilados, solo faltaban derrotar aquellos que poseían habilidades físicas. Esto iba la mar de bien, por ahora nada se había torcido. Todos estábamos vivos y sin un rasguño. Pero fue entonces cuando escuche la voz que había estado esperando.
Salí pitando en su dirección, siguiendo el  repiquetear de su carcajada en mi mente. Pero antes de llegar a el me encontré con algo que me hirvió la sangre.
-¡Vaya! ¡Se nos unió la familia! Las dos hermanitas juntas... Creo que Ben va a estar muy contento conmigo- Ashley. Sara estaba paralizada en su sitio.
Yo tenía razón. Todo el tiempo esta tal “Ashley” me había dado mala espina. Pero Sara ni se lo imaginaba, era algo que definitivamente no había esperado.
-¿Por qué…?- Sara quedo a mitad de su frase ya que la sanguijuela se revolcaba por el piso de una carcajada.
-¿Es enserio Sara? ¡Pensé que tú serías la primera en adivinarlo! Después de todo eres capaz de ver el futuro ¿no?- y una nueva carcajada hizo eco entre los arboles a nuestro alrededor.
Me rechinaron los dientes al ver la causa de los problemas de Sara para tener visiones.
-Ella tiene la capacidad de controlar el destino, o algo así. Por eso no podías ver nada Sara, su futuro cambia constantemente a tus ojos y hace que tengas esas visiones borrosas- mi hermana tenía unos ojos como platos ya que no creía que eso fuera posible. Yo tampoco quería creerlo porque si ese era el caso, y ella podía controlar el destino…
-Es imposible… ¡Nosotras somos las dueñas de nuestro propio destino!- Sara se había movido de su lugar solo un centímetro, lo suficiente como para darme cuenta de que estaba lista para enfrentarla, de que había dejado su parálisis de lado y estaba tan concentrada como yo. También más irritada.
Yo buscaba como loca una falla en su don, algo que nos diera esperanza…
<Sara…> mi voz sonó algo ahogada  por la tención.
<No importa lo que ella sea capaz de hacer Claire, ten confianza. Yo me encargaré. De seguro confía tanto en su don que debe de saber poco y nada de cómo luchar.>
Su voz influía demasiada calma, y eso me preocupaba. No quería que ella también se confiara.
Me acerque más a su flanco derecho, el lugar que siempre había ocupado pero Sara me dedico una breve mirada.
<Hablo en serio Claire. Sé que Ben esta cerca y sé que podrás con él mientras me saco de encima a Ashley. Solo te pido que me dejes algo para mi>  Sara sonrió y asintió para infundirme confianza. Una confianza que tardo en llegar a mí.

Me dolía dejar a Sara sola, y más sabiendo de lo que era capaz esa garrapata.
Pensándolo bien…. ¡Había hecho muy mal en dejar a Sara sola¡
¿Y si era justo eso lo que ese paracito quería¿ ¿Y si estaba usando su don con nosotras y yo no fui capaz de darme cuenta? Tenía que volver y ayudarla… pero un efluvio familiar capto mi atención otra vez.
Todo mi cuerpo se tensó y en mi mente solo veía una cosa: el final de esa sanguijuela.
Seguí el rastro hasta que vi una luz demasiado fuerte en el bosque cerrado.
Cuando entre en ese pequeño claro y lo vi, él estaba de espaldas a mí.
Pensé que no sería tan estúpido de darme la espalda así que me detuve a unos cuantos metros dejando una distancia que seseaba hacer más estrecha. Quería acabar cuanto antes.
-¿Tu hermana no vendrá?- dijo en susurros, algo apenas audible incluso para mí.
-No necesito de su ayuda para acabar contigo de una vez. Ella está ocupada con una de tus amigas ahora- me sentía aliviada de que Sara no estuviera aquí ahora. Este era un lugar bastante alejado de la batalla que se estaba librando y si algo llegaba a pasar no tendríamos apoyo de nadie. Sara estaba más segura que yo en este momento. Seth estaba cerca y podría ayudarla si algo se tuerce.
Ben suspiro, aun dándome la espalda. No poder ver su asquerosa sonrisa me empezaba a fastidiar. Este aire de tranquilidad a su alrededor era algo falso que aumentaban mis ganas de destrozarlo.
-Espero que termine con Ashley pronto. No quiero tener que hacer esto dos veces- me dijo, dándose la vuelta por fin. 
Fue extraño. Este no era el Ben que yo conocía.
Su humor era diferente. Ahora aparentaba unos buenos 30 años más de los que parecía tener. Su seriedad lo hacía parecer más letal de lo que había imaginado antes. Yo no podía creer que esa persona era mi tío, era parte de mi familia.
Ahora que lo observaba bien, me doy cuenta de que tiene más parecido a papá de lo que pensaba. A pesar de su pelo rubio brillante, el poseía la misma boca que mi difunto padre. Una boca que yo había heredado. El contorno de la mandíbula era muy parecido, aunque no sabría decirlo con certeza.
Y esa mirada. Se parecía mucho a la mirada que me dedico mi padre en mi decimo quinto cumpleaños cuando le comente que quería visitar la Push ese año. Su mirada seria me indico la respuesta y dolió más que el “No” rotundo que siguió después.
Ben me hacia recordar a mi padre y su dura historia. Verlo ahí parado hizo que me preguntara unas cuantas cosas.
-¿Por qué… ¿Por qué entregar a toda tu familia de esa forma?- quería respuestas antes de que todo terminara.
-¿Qué no es simple? Se hacen grandes locuras por amor… Y yo estaba enamorado.- me miró intensamente, aunque no me miraba a mí exactamente. Sus ojos viajaron en el tiempo hasta contemplar al hermoso objeto de sus locuras.
El no estaba enamorado, estaba hechizado por esa gloriosa vampiresa. Creo que no había nada con lo que pudiera comparar su belleza, ni siquiera Rosalie  podría competir a su lado.
El recuerdo de Ben la conservaba intacta: inmóvil, bañada por la luz de la luna. Su pelo rubio bailaba a su alrededor movido por la brisa de una noche de verano. La luna hacía que su piel desprendiera destellos diamantinos y la hacían parecerse aun más irreal. Esbelta y alta, cualquier ser humano en la tierra caería a sus pies considerándola un ángel caído del cielo.
Este era el primer recuerdo de Ben al despertar en esta nueva vida.
-Ella me entendía y sabía que era lo que yo más quería en esta vida. Y fue eso lo que me dio. Yo estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de permanecer a su lado-
-Incluso entregar a tu propia familia…- el asco de ese pensamiento dio paso a la más pura rabia.
-¿Familia? Ellos no eran mi familia, yo siempre fui el segundo, la oveja negra. Nadie hablaba nunca de mí, todo giraba alrededor de mi querido hermano mayor. Tú no sabes lo que fue para mí saber que mi hermano poseía todas esas habilidades que yo jamás desarrolle. No sabía que estaba mal conmigo, fue una tortura. Pero ella me dio todo lo que nunca tuve: amor, respeto, poder… Y no lo pensé dos veces. Ella me dijo que yo era especial, que poseía una familia extraordinaria y no fui capaz de entender nada hasta que supe de donde proveníamos y todo el secreto de mis raíces. Fue ahí que entendí que había nacido para ser un inmortal.  Y nunca en mi vida humana había sido tan feliz como cuando desperté de nuevo. Todo había valido la pena-
Ben estaba inmerso en su historia y yo no podía moverme contemplando cada uno de sus recuerdos.
-Pero luego todo cambió. Ella comenzó a comportarse de manera extraña.
Desaparecía durante un par de días y cuando al fin aparecía me daba escusas muy malas la verdad. Permanecía preocupada y tensa hasta que se volvía a ir. Nunca tenía la oportunidad de seguirla porque su incontable número de dones me lo impedían.
Me comenzó a preocupar el hecho de que me abandonara y fue entonces cuando todo acabó.
Esos malditos italianos la venían siguiendo. Solo tuve un par de minutos con ella antes de que la hicieran pedazos delante de mi junto con un mocoso inmortal , la causa por la cual ella me abandonaba.
Los Vulturis fueron muy compasivos conmigo al dejarme con vida, ya que no estaba al tanto de nada. Pero yo quería morir, o eso fue en un principio. Ella me había dado una razón por la cual seguir viviendo y me había dado un poder con el cual conseguir mi propósito. Todo lo que soy es gracias a ella. Mi único propósito es destrozar a esos malditos italianos y conseguir así mi venganza. Esa es la razón por la que las quiero a ustedes de mi lado: mis dos piezas principales en este ajedrez-


miércoles, 22 de mayo de 2013

(64) Tu eres mi vida


NUEVO CAPIIII!!!! Por fin no?? :D
Espero les guste y disculpen la demora! Comenten como siempre!
LAS QUIERO! 
Buena semana XD

 Cuando llegue a casa Emily estaba cocinando, hablando con mi madre y Sam.
Mamá sabía que algo se estaba cosiendo en la Push, pero veía en su mente que trataba de no intervenir y se dejaba llevar por las mentiras que todo el mundo escupía en su cara. Me sentía mal, muy mal. Pero ¿que mas podía hacer? No quería que se involucrara mas de la cuenta.
Ahora pasaba mucho tiempo con mi madre mientras no estaba practicando como matar vampiros o mejorando mis dones junto con Sara. Sabía que me quedaban solo 7 días para disfrutar de ella todo lo que podía. No sabía si volvería a verla después de que pasaran esos 7 días. Sara hacia lo mismo con su madre.
Sara... Mi hermana había cambiado mucho últimamente. Ya no era la inmadura que conocí hace mucho, pero tampoco era la zombi de hace unos meces, devastada por su separación con Max.
Este cambio se debía obviamente a Seth, aunque ella bromee con la idea de que había pasado por la etapa pos separación y que se le iba a pasar sola con el tiempo.
Pero el cambio no se ve solo en lo emocional. Casi puedo jurar que se ve mas pálida que antes. Y su cabello es mas brillante cada día. Y ni que hablar de sus dones.
Ademas de ver el futuro y controlar la naturaleza a su alrededor, estoy casi segura de que ella también posee un escudo. Pero no mental como el mio o el de Bella. Últimamente es sentido una repulsión hacia mis ataques, un escudo físico que impide que te le acerques. Pero no es mental, porque si así lo fuera yo no tendría problema alguno ya que mi mente esta totalmente resguardada. Es algo puramente físico. Todavía no se lo había comentado pero lo haré en cuanto tenga la oportunidad. Esto era una gran ventaja para todos nosotros. Una ventaja que podría ser la clave de nuestra supervivencia.
Me acosté mas temprano de lo que lo hacia siempre. Hoy había sido un largo día, y estaba echa polvo. Esperé un rato a que Quil llegara como de costumbre, y cuando me di cuenta desperté por la mañana. Me había quedado dormida.
-Buen día- me dijo Quil al oído. Me sobresalte un poco ante la sorpresa.
-¿Hace cuanto que estas aquí?- le pregunte acomodándome en su pecho desnudo.
-Toda la noche. Estabas realmente cansada ¿no?- me pregunto, al tiempo que me rodeaba con sus brazos. Ya comenzaba a hacer calor por lo que me deshice de mis acolchados quedando solo en mi ropa interior.
Quil suspiro en mi oído, y trato de controlar sus pensamientos, en vano.
-Lo siento- me dijo después de un minuto, mirando el techo para no tener que mirarme a mi.
-Esta bien. No es que seas el único que tiene esos pensamientos, ya sabes- Quil me miro sin comprender.
-Siempre andas por ahí sin remera.- le recordé y el soltó una de sus risitas mas discretas.
El silencio se esparció por la habitación durante algunos largos minutos. Hasta que Quil lo corto al fin.
-¿Entonces el día sera un poco de lo mismo de siempre no?- su voz fue un susurro aunque cargado de un pesar que me quemaba en lo mas hondo.
-Si, eso creo- fue lo único que pude decir.
En ese momento me puse a pensar que pasaría si algo saliera mal. Sabía exactamente lo que haría si Quil no salia de aquello. No dudaría dos veces en hacer alguna estupidez.
Pero... ¿Y si era al revés?
El día paso igual que siempre. Le hable a Sara sobre lo de su posible “escudo”. Ella me dijo que había notado al por el estilo y que comenzaría a trabajar al respecto. Aunque no prometía nada.
Los días pasaron con la misma monotonía de siempre. El aire empezaba a cargarse de tensión conforme pasaban los días y la cuenta regresiva parecía ir mas deprisa.
Y fue entonces que me descubrí pasando el jueves por la tarde en la playa.
Solo quedaban unas cuantas horas para que todo comenzara...y terminara de una vez.
Me concentré en aquel paisaje por un momento, con la mente en blanco, absorbiendo todo el calor del sol que fuera posible. Porque ante todo pronostico hoy hacia un día soleado. Aunque era amenazado por las nubes negras que se acercaban desde el horizonte.
Observe el agua siempre negra del mar que se movía al compás de un viento inexistente. Las espumosas olas chocaban contra los acantilados allá a lo lejos y una gaviota revoloteaba en la orilla buscando algún resto de pescado o un desafortunado ser vivo que pudiera servirle de cena.
La paz en aquel lugar era relajante. Aunque no lo suficiente como para hacerme olvidar.
Comencé a pensar en el contraste entre la yo de un principio, y de ahora.
En aquel entonces estaba completamente ajena al peligro que traía conmigo. Era una yo un poco mas cobarde también. Creo que el cambio mas significativo en todo esto fue eso: ahora no le temo a la muerte ni a lo que me pueda llegar a pasar. Al contrario, me encantaría que mi mala suerte se centrara unicamente en mi. Pero estaba condenada a arrastrar a mis seres queridos conmigo algo que detestaba con cada célula de mi ser.
Ahora, podía llegar a admitir que la idea que una vez enterré en lo mas hondo de mi cabeza no era tan mala idea después de todo. Cuando todo esto era un infierno, hacia muchos años atrás, pensé que si Ben no encontraba a sus tan queridos trofeos... con vida, dejaría de hacer lo que hacía. No quería que mas gente sufriera y muriera por mi culpa.
Ahora esa idea hacia mecha en mi, y la adrenalina fluyo por mis venas.
-Claire- pero el sonido de su voz hizo añicos mi determinación. No podía hacer algo tan cobarde, porque si moría ahora eso sería igual que huir del problema. Ademas, no quería lastimar a mis seres queridos de esa forma, mucho menos a él.
-No te eh oído llegar- le dije, al tiempo que le hacia señas con la mano para que me acompañara y se sentara conmigo allí en la arena. Había encontrado un árbol caído en donde me había recostado. Quil se sentó a mi lado, tomando una de mis manos y entrelazándola con la suya.
-No es bueno que estés tan distraída ahora. Ni siquiera has escuchado mi mente ¿no?- asentí y el suspiro.
Nos quedamos en silencio por un buen rato. Sus pensamientos era un caos. Iban desde sus padres, toda la manada, llegando hasta mi, en donde se detuvo por un buen rato.
Sabía lo que iba a decir antes de que lo dijera pero igual deje que prosiguiera.
-Sabes bien que me encantaría que no estuvieras allí cuando todo pase- asentí.
-Y tu sabes que no puedes hacer nada para que no valla- nos miramos a los ojos. Por su mente paso mi imagen atada a un árbol con cadenas. No pude evitar una risa tonta ante eso.
-Debo admitir que tienes muy poca imaginación la verdad- Quil miró hacía otro lado, pero aun seguía serio.
Ahora sus pensamientos tomaron un rumbo inesperado.
-¡No!- grite y me acerque a el para tomar su rostro entre mis manos y mirarlo a los ojos.
-¡No quiero que pienses en eso Quil! ¡Jamas!- mi desesperación era tal que no pude contener un par de lagrimas que rodaron por mi mejilla.
-Tienes que aceptar Claire que yo no podré vivir en un mundo donde tu no estas, porque el mundo estaría vació sin ti. Eh de considerar todas las opciones que tengo si eso llegara a ocurrir- estaba negando con la cabeza incluso antes de que dijera aquella estupidez.
-¡Yo no soy nadie Quil!-
-¡TU ERES MI VIDA! No existe nada en el universo que ame mas que a ti. Si tu te vas te llevas mi vida contigo- quedé helada allí es su regazo, a pocos centímetros de su rostro. Tomé aire y empece de nuevo.
-Esta bien, tienes razón. Como estamos ahora hemos tomado la vida del otro. Tu eres mi vida, yo soy tu vida, y la cuidaremos como a nada en el mundo. No pretendo caer mañana y tu tampoco.
Quiero que te cuides como nunca lo has echo, por mi- Quil asintió y sus ojos flamearon con deseo. Sabía que rumbo habían tomado sus pensamientos, porque eran los mismos que los míos.
Nuestros labios se tocaron y parecían hacer combustión. Mi piel ardía allá donde su boca la tocaba. El viento helado que se había levantado en ese momento no podía hacer nada contra el calor que sentía en ese momento. Las llamas aumentaban conforme Quil se deshizo de mi remera.
Cuando sus labios tocaron mi cuello estuve a punto de perder la razón. Pero me obligue a pensar.
-Quil...- su boca estuvo de nuevo sobre la mía por lo que desde aquí sería mas fácil apartarlo.
Me retire un poco de el, algo que parecía fácil pero no lo fue. Sus brazos estaban firmemente atados a mi cintura y recorrían mi espalda deseosos de mas.
-No puedes hacerme esto...- susurro con los ojos cerrados.
-Escucha: te prometo que haré el amor contigo cuando todo esto haya acabado. Ese será nuestro premio. No quiero que parezca una despedida Quil- tuve que esperar mas de un minuto para que al fin abriera los ojos y asintiera.
-Esta bien. Solo mantén tu promesa por favor. Y ponte la remera, o harás que pierda el juicio- sonreí y lo bese una vez mas.

Después de aquello la noche paso rápido. Demasiado rápido.
El amanecer apareció en mi ventana. Hoy haría un día soleado. Algo irónico con lo que se nos venia. Me puse en pie, me vestí y fui a donde se suponía íbamos a reunirnos. Sara estaba en casa cuando abrí la puerta de mi cuarto. Los chicos se habían estado turnando para patrullar, y nos habían dejado descansar a nosotras, algo que aceptamos a duras penas. Y después de todo ninguna de las dos pudo dormir tranquila.
-¿Estas lista?- Sara sonrió.
-Claro que no- asentí y salimos corriendo en dirección al bosque. Nos debíamos encontrar con los demás a 1 km de la frontera con Canadá. Ahí sería donde todo acabaría.
Emmet, Edward y Jasper se nos unieron un par de kilómetros antes de llegar. Nos escoltaban Seth y Leah también.
El lugar de reunión era un punto bastante alejado de las zonas urbanas por lo que no había problema alguno en encontrarnos con algún excursionista perdido. Ademas de eso, teníamos algunas ventajas al elegir este lugar. Era el mejor lugar para tender una emboscada.
Sara ya había visto que los neófitos pasarían por aquí, así que mientras Ben no cambiara de parecer todo estaría bien.
El plan era sencillo. Sara, Bella, Jasper, Emmet, algunos lobos y yo los esperaríamos allí hasta que llegaran. Mientras que los demás los seguirían por detrás para así rodearlos y aplastarlos.
Por alguna razón Sara no podía ver como terminaría esto, solo tenía vestigios de un futuro que a ninguna de las dos nos gustaba.

lunes, 4 de febrero de 2013

(63) Conexión


Holaaaaa!
Si si, se que hace mucho que no publico.
Pero aquí les traigo lo que fui capaz de hacer.
No es mucho, pero les prometo que el próximo sera muchoooo mejor!
Comenten! Y se me cuidan!
Besote y buena semana! XD


SARA

Esto era de lo mas irritante.
Edward se había ido por unos minutos por ciertos asuntos que tenía que atender y yo me había quedado con Emmet y Jasper, sin un traductor para Seth y Leah que estaban en su forma lobuna.
-Deberías tranquilizarte un poco- me dijo Jass que se mantenía a unos buenos pasos de distancia.
-Si tu lo dices Jasper- le dije, dedicándole una sonrisa que termino en mueca y en un suspiro mas tarde.
-Te saldrán canas antes de tiempo mujer- me grito Emmet desde el otro lado de la carretera.
Estábamos bordeando las tierras de los Quileutes antes de aventurarnos mas en las tierras de los Cullen y teníamos que pasar varias veces por la ruta que en ciertos tramos estaba atestada de turistas. Nos la pasamos genial tratando de evadir a los turistas que sacaban fotos a no se que mientras nosotros pasábamos a centímetros sin que ellos se dieran cuenta.
Los lobos eran mas cuidadosos. Jasper me había explicado que una vez se había iniciado la casa hacia los lobos y desde ese entonces son muy precavidos.
Ahora estábamos en un lugar tranquilo muy lejos de la civilización como para que pasaran autos a esta hora de la mañana, por lo que podíamos cruzar la ruta cuantas veces quisiéramos.
-Deberíamos bordear el río ahora. Ya hemos recorrido estas tierras demasiadas veces. Empezamos a dejar el surco- nos dijo Jass mirando a los lobos, bueno, mirando a Seth porque Leah apartaba la mirada ante cualquier chupa sangre.
Seth asintió pero se dio la vuelta en vez de caminar de frente. Leah pegó un pequeño aullido pero lo dejó ir.
Minutos después Seth regresaba en forma de hombre, con su maravilloso torso desnudo.
¿Y pretendían que yo me concentrara con el semi desnudo? Era como pedirle concentración a un neófito frente a miles de litros de sangre humana.
Justo antes de que me desmallara ante su belleza un sonido capto la atención de todos.
Leah levanto sus orejas en la dirección de ese sonido y luego se puso al lado de su hermano que ahora temblaba ligeramente.
-Tal vez...- susurró el.
Tanto Jasper como Emmet se unieron a mis flancos, y todos estábamos en posición de ataque.
Alguien venía, y era rápido.
-¿Eres tu Jake?- grito Seth de repente. Ninguna brisa llegaba desde ese punto por lo que no sabíamos si se trataba de un vampiro o de un lobo.
-¡No me ataquen! Soy yo- grito Jake desde el bosque.
No baje la guardia hasta que lo vi pasar frente a nosotros. Ya había conocido a un vampiro que cambiaba de forma, así que tenía que asegurarme.
-Sara, no te preocupes, soy yo. Claire me a pedido que te trajera el celular. Dijo que te había llamado y que se había preocupado porque no le respondías- suspire ante lo que Jake me decía.
-¿Te dijo algo mas? ¿Como están las cosas?- mi voz era cada vez mas baja. Ya no soportaba el estar lejos de Claire sabiendo lo que estaba pasando.
-Me dijo que te dijera que te quería pero nada mas. Supongo que las cosas no han mejorado por el tono de su voz. Sam me dijo que había murmurado el nombre de su padre toda la noche mientras dormía- Jake también parecía tan preocupado como yo. El también sabia lo que era perder a alguien.
-Supongo que es verdad entonces. ¿Pero enserio no queda nada mas por hacer?- dije esa pregunta mas para mi que para los allí presentes.
Jake se acercó a mi para darme mi móvil que había dejado en casa de Emily antes de salir esta madrugada.
-Leah puedes ir a descansar. Yo tomaré tu lugar- decía Jacob mientras yo tomaba el celular y lo dejaba caer ante la visión que de repente apareció ante mi.
Minutos mas tarde la oscuridad me había cubierto por completo. No podía pensar con claridad. Todo había parecido un sueño, o tal vez una pesadilla. Me costaba respirar con normalidad y las lagrimas caían por mis mejillas.
¿Como se supone que iba a creer en eso?
Toda una vida pensando que nos habían abandonado, que no me querían.
Diecisiete años creyendo que mi padre estaba muerto.
Pero el siempre había estado conmigo, aunque yo no lo supiera el siempre estaba presente y me cuidaba y ayudaba a su manera. No podía juzgarlo por querer proteger a mamá, por eso la abandono  en aquel entonces. Pero se hizo cargo de mi pese a todo, y cuido de dos familias al mismo tiempo.
Aunque me costaba digerir la parte en la que Ben es nuestro tío. Algo tan repugnante y asqueroso como eso no debería pertenecer a nuestra familia. Un traidor como el merece ser destruido.
Me pregunte por un segundo como había tomado Claire todo esto, de que ahora eramos hermanas de sangre por eso podíamos compartir estos dones. Yo por mi parte no lo encontraba raro, ya que siempre había pensado en ella como una hermana, lo único que cambiaba ahora es que era cierto.
-¡Sara!- cuando al fin pude salir de ese pozo negro en donde me había encontrado pude escuchar una voz, una voz que hubiera respondido incluso muerta. De eso estaba segura.
-Seth...- poco a poco comencé a abrir los ojos. Sentí que alguien me estrechaba contra su cuerpo caliente y me di cuenta de que estaba en brazos de Seth en la habitación de Claire.
-Por fin. Me tenías la mar de preocupado Sara. ¿Que ha pasado? ¿Que fue lo que has visto?- yo aun no estaba del todo cuerda así que le indique con un dedo que esperara un segundo. Me senté en la cama y mire al rededor. Todo estaba como Claire lo había dejado. Miré por la ventana y el sol ya se había ocultado.
-¿Hace cuanto que estoy inconsciente?- pregunte sin poder creer que había pasado todo un día en la cama.
-Son las 10 de la noche, amor- articule un “wow” con los labios antes de acurrucarme en sus brazos otra vez.
-¿Quieres que te cuente que es lo que pasó?- susurre cuando estuve segura de poder contar toda la historia.
-Claro. Me han dado vueltas por la cabeza miles de historias posibles, y mas después de enterarme que Claire estaba igual que tu. Supongo que viste que su padre falleció, de eso estoy casi seguro- miré a Seth por un segundo.
-¿Claire también se desmayó?- me puse a pensar por un minuto si toda esa oscuridad no había sido parte de la visión y yo estaba dentro de la cabeza de Claire.
-Si. Sam llamó unos minutos luego de que te desmayaste en el bosque y nos contó lo que había pasado. La madre de Claire esta desesperada. Ya es mucho que su esposo este muerto para que también tenga que pensar en su hija inconsciente- Seth hablaba en susurros contra mi oído. Hacía que todo mi cuello cosquilleara.
-¿Mi madre esta al tanto de esto?- le pregunte pensando en cual sería su reacción.
-Mi madre la a llamado. Esta afuera de la habitación hablando con la madre de Claire desde hace un buen rato.- agudice mi oído y sentí su voz, pero no quería escuchar su conversación.
Nos quedamos en silencio durante unos buenos minutos hasta que decidí hablar.
-Ben es nuestro tío- dije entre un suspiro.
-¿Que?- Seth se alejo un poco de mi para poder mirarme el rostro.
-Ben es hermano del padre de Claire, por lo tanto es nuestro tío- hablaba despacio, demasiado lento para que Seth pudiera entender.
-¿Nuestro?- sabía que pondría su atención en esa palabra.
-Claire y yo compartimos el mismo padre. Somos media hermanas, por su parte.- Seth me miró creyendo que me había vuelto loca. Tal vez pensaría que había soñado todo eso.
-¿Como? ¿Engaño a tu madre con la de Claire? ¿Por eso las abandonó?- yo negué con la cabeza y me dije que tendría que explicarme mejor, porque todos llegarían a la misma conclusión.
-Mi madre lo conoció en la universidad. Pero Ben lo perseguía por lo que tuvo que abandonarla para protegerla. Cuando Ben se cansó de buscarlo, pap... el abandonó sus poderes y se encontró con la madre de Claire. Mucho después se enteró de que yo era su hija y se ha echo cargo de las dos familias desde entonces. El no quería que yo me enterara...- algunas lagrimas corrieron por mis mejillas, pero Seth las seco con un beso.
-Has dicho que abandonó sus poderes. ¿Era el igual a ustedes?- yo asentí, pero no iba a explicarle esa parte. Iba a esperar a que Claire llegara. Ella se los “mostraría” y sería mas fácil de entender.
-No puedo hacerme a la idea de que ese monstruo sea parte de nuestra familia. ¿Ben nuestro tío? Es una idea repulsiva- Seth me estrecho mas contra su pecho y nos quedamos así por unos cuantos minutos... o tal vez horas. No quería separarme de el, y parecía que el sentía algo parecido.
Era extraño como los problemas parecían esfumarse cuando estaba en nuestra burbuja. Solo eramos el y yo, y lo demás no parecía real.


CLAIRE
-Despertará en algunos minutos... O tal vez ya nos escuche- susurro una mujer antes de escuchar como se iba por la puerta.
-¿Claire? Cariño ¿me escuchas?- mamá se encontraba a mi lado  y sostenía mi mano apretándola dulcemente.
-¿Que diablos?...- susurre mas para mi que para que ella lo escuchara.
-Esta bien amor, estoy aquí. ¿Puedes abrir los ojos?- traté pero no quería ver. No quería volver a la realidad.
¿Que clase de estúpida hija era? Mira que desmayarte en ese momento no ha sido una de tus mas brillantes ideas Claire. No podía creer que le había echo eso a mamá, hacerla preocupar por mi cuando papá...
Volví a la realidad porque sabía que había alguien peor que yo en esa habitación. Mamá me necesitaba ahora.
-Lo siento... No quería que te preocuparas por mi...¡Lo siento!- la abrace en cuanto hube terminado de decir eso ya que las lagrimas empezaban a caer por mis mejillas. Mamá no tardó en imitarme unos segundos mas tarde y las dos nos tendimos sobre la camilla que me habían cedido cuando estuve inconsciente. No había dormido en una cama en las ultimas 40 horas y una camilla se le parecía bastante.
Ambas lloramos por un buen rato, antes de calmarnos lo suficiente como para poder hablar. Cuando yo me serené lo suficiente, algo llamó mi atención.
Quedé helada.
¿Como era posible que mamá estuviera pensando en Ben?
Papá me había dicho que Ben había estado allí, pero nunca vi en sus pensamientos que mamá también había sido participe de ese pequeño encuentro.
Indague mas en su mente, buscando saber si ella sabía toda la verdad también.
-¿Tan mal aspecto tengo?- su pregunta me tomó por sorpresa. Ella me había pillado mirándola demasiado intensamente, por suerte se había equivocado en cuanto al motivo de mi escrutinio.
-Bueno, no quieres oír mi respuesta. Créeme- ella suspiro audible mente a mi lado.
Me dolía verla así, con esas ojeras y juraría que le salieron algunas arrugas de la pura preocupación. O tal vez de la tristeza.
Seguí buscando en su cabeza algo que me dijera que sabía la verdad. Unos minutos mas tarde me di cuenta de que no solo sabía sobre papá, sino que también sobre todo el mundo sobrenatural. Incluyendo vampiros, obviamente. Me di cuenta de que tanto papá como ella pensaron que yo era diferente. Aunque tuvieron sus sospechas en algunos momentos, yo era demasiado normal a sus ojos como para pensar que yo había tenido la misma suerte que papá.
También estuvieron al pendiente de Sara durante mucho tiempo. Pero al notar que siempre estaba conmigo no sospecharon de ella tampoco.
Durante mucho tiempo pensé que en aquel entonces nunca habíamos sido capaz de engañar a nadie.  Creo que me equivoqué.
Pero mamá ahora estaba al tanto de todo.
¿Porque no ha hablado conmigo de ese tema? Cuando me vio entrar al hospital ni siquiera se le paso por la cabeza algo así.  
Quil esta muy preocupado- mamá se levanto con pesar de la camilla- Lo dejaré entrar para que se quede mas tranquilo- en ese instante recordé que Quil estaría esperándome. Muy preocupado, de eso estaba segura.
Cuando su vos mental me llego casi me agarro la cabeza de lo fuerte que gritaba ese chico.
-¡Quil por favor calmate, estoy bien! Baja es ruido que hay en tu cabeza...- iba a agregar algo mas pero sus brazos ya estaban en torno a mi cuerpo y me dejaban sin aire.
Le devolví el abrazo con un poco mas de intensidad ya que de ahora en mas las cosas se pondrían duras de verdad y no tendríamos mucho tiempo juntos.
Mamá ya se había ido. Podía escucharla hablar con Emily afuera, comunicándole que ya me encontraba mejor.
-¿Estas mejor?- me pregunto Quil mientras me atraía hacia la camilla.
Una sonrisa amarga cruzó mi rostro al tiempo que le respondía.
-Lo mejor que se puede estar al saber que tu padre acaba de morir y al enterarte que tu mejor amiga resulta ser tu hermana- Quil me miró extrañado por unos cuantos segundos.
-¿Que?- fue en ese preciso momento que mi celular comenzó a sonar.
Quede helada por dos segundos sabiendo quien estaría llamando.
Quil aun esperaba una respuesta pero yo me aparte un poco de el y respondí esa llamada.
-Hola- dije casi en susurros. Del otro lado de la linea se oyó un suspiro.
-¿Estas bien?- Sara estaba claramente preocupada y algo nerviosa ya que su voz tembló un poco al final.
-Estoy bien no te preocupes... ¿Como estas tu?- por un segundo me pregunte si no había sido capaz de ver nada, pero Sara no estaría tan nerviosa por nada.
-Bien, supongo. Esto es raro, pero no cambia nada. Lo que no puedo soportar es pensar en esa sanguijuela como nuestro... tío- escupió esa ultima palabra como si fuera una blasfemia.
-Yo pienso igual. Es algo imposible que seamos de la misma familia- ambas suspiramos de pura rabia, y estaba segura que pensábamos exactamente lo mismo: Ben debía ser destruido cuanto antes.
-Sara... ¿tu has sido capaz de ver todo?- la pregunta salió de mis labios sin pensarlo.
-Eh sido capaz de verlo todo con mucha claridad. Me estaba preguntando si eso que yo vi era una visión o me había metido en tu cabeza. Es algo que aun no alcanzo a comprender- ¿que Sara había sido capaz de entrar en mi cabeza? Esto tenía mas sentido. Porque una visión no le hubiera dicho nada, ya que me hubiera visto a mi hablando sola con papá y nada mas.
-En todo caso, si estuviste en mi mente eso quiere decir que de alguna manera nos llegamos a conectar. ¿Crees que será por el lazo de sangre que compartimos? ¿O fue cosa de papá?- también estaba la posibilidad de que papá lo hubiera echo, aunque era una posibilidad muy remota lo admito.
-Lo hablaremos cuando llegues aquí ¿si? Y de eso también quería hablar-esperá por un segundo a que continuara con su idea- ¿Piensas quedarte en Alaska con tu madre? ¿O volverás a la Push?- quedé helada ante su pregunta. Pero era algo lógico. Una persona normal, una hija normal se quedaría con su madre el tiempo que fuera necesario hasta que todo pase. Pero yo tenía asuntos realmente importantes que atender. Asuntos que no solo me relacionaban a mi, sino que a toda una tribu y un pueblo como lo era Forks.
-No lo se Sara. Esta en mis planes volver, así que buscaré la forma de hacerlo- del otro lado de la linea oí que alguien hablaba con Sara.
-Seth quiere hablar contigo.- oí como el móvil cambiaba de dueño y luego la voz ronca de Seth.
-Hola Claire. Siento todo esto en verdad-
-Esta bien Seth, no te preocupes por nada- la verdad que lo ultimo que quería era que se preocuparan por mi.
-Esto, Claire, ¿como esta Quil?- miré a Quil de reojo esperando pacientemente a mi lado.
-El esta bien, esta aquí conmigo, te lo paso- le dije y le tendí el móvil a Quil.
Quil hablo con Seth por unos minutos, mientras yo esperaba a su lado sin escuchar nada en absoluto.
¿Podría dejar a mi madre sola? No, no podía hacerlo. Entonces ¿que? , ¿la llevaría a la Push, en medio de todo este caos? Tampoco quería ponerla en el ojo de la tormenta. Pero no tenía otro lugar a la que pudiera llevarla, no la dejaría sola aquí.
Me dije que le diría a Emily primero ya que estaría segura de que me apoyaría.
-Toma- Quil me sacó de mis pensamientos y me tendió mi móvil.
-¿Alguna novedad?- le pregunte, ya que no había escuchado nada de su conversación con Seth.
Quil dudo por un segundo.
-¿Que Sara... se desmayo también?- esto parecía ser mas que un simple truco de papá.
-Si. Seth me dijo que acababa de despertar... Pero no me contó el resto- ambos nos sentamos uno frente al otro encima de la camilla. No quería decir aquello con palabras así que se lo mostré todo.
El no dijo nada hasta que yo hube terminado y aun así se quedo en silencio por unos minutos, solo mirándome.
-Siempre supe que tenías algo que ver con esas sanguijuelas. Solo que no me imagine algo así- yo asentí, de acuerdo también.
-Nunca pensé en algo así, pero ¿que mas podría haber sido? Esta era la única explicación lógica para lo que soy- le agradecí a las estrellas por haber omitido el gusto por la sangre. Parece que lo único vampiro que teníamos eran sus dones.
-Bueno, al menos ahora entendemos porque los quiere esa garrapata- dijo Quil acercándose a mi y dando por terminado el tema con un beso.



-¡Concentrate Claire!- me decía Jasper al ver que no respondía como el quería a sus ataques.
-Lo siento Jass. No puedo...- detuve mis ataques y me senté apoyándome en un árbol.
Esta ultima semana había sido un calvario. Ademas de que no pude estar con mi madre el día del funeral de papá (aun no puedo aceptar el echo de que se ha ido), al volver a la Push nos dieron la bienvenida no muy gratamente. Tres neófitos nos esperaban en la ruta. Por suerte mi madre estaba dormida y los chicos y yo nos hicimos cargo sin que ella se enterara.
Y el echo de que Sara ya hubiera dictado una fecha definitiva para el “gran acontecimiento” no mejoraba la situación.
Según ella faltaban 7 días para encontrarnos cara a cara con Ben y sus seguidores. Alice lo había confirmado al ver algunos destellos ya que no podía ver nada claro al estar los lobos y nosotras entre medio. La participación de los Cullen era segura. Jasper había sugerido la intervención de el clan de Tanya pero Carslie se había negado y yo también. No quería involucrar a mas nadie en esto.
Los lobos estaban extasiados. Y por ende cada una de sus mujeres estaban que echaban chispas.
Los nervios estaba a flor de piel, y eso hacia que no pudiera dormir bien por las noches. Quil se quedaba conmigo aunque eso no mejoraba las cosas.
-Necesitas tranquilizarte- me dijo Jass, y así lo hice. Por supuesto.
Pasé toda la tarde con los Cullen y Sara practicando, aunque era algo absurdo porque a esta altura ya sabíamos todo lo que debíamos saber. Pero era algo que nos mantenía ocupados, no quería pensar mas de la cuenta en lo que se nos venia encima.    

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