Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


domingo, 27 de febrero de 2011

(9) El comienzo



Trate de recordar lo que hice esa noche luego de que Quil se fue pero me era imposible, aun estaba aturdida por el mejor sueño que había tenido nunca.

Soñé con el. Soñé que volaba cuando el me...

Aun no lo podía creer. Jamas habia sentido con tanta intensidad en uno de mis sueños. Eso me hizo pensar que tal vez, por alguna extraña suerte que me embargaba, eso había sido real.

El sueño era extraño, pero no por eso dejo de ser marabilloso.

Al principio todo era confuso, una nube negra tapaba todo, pero aun podia sentir.

Si, aun podía sentir como una mano, que quemaba como hierro caliente sujetaba firmemente mi rostro. Podía sentir, como,con su mano libre, recorría mi cuello, luego bajó asta mis hombros y siguió asta llegar a mi cintura, donde se quedo para apretarme firmemente contra un cuerpo sumamente cálido.

La nuve aun estaba presente, pero podia sentir algo mas.

Mi boca me picaba, cosquilleaba de una manera extraña, agradable.

El sabor era exquisito, jamas habia saboreado tal cosa. Senti su aliento en mi boca. Estaba jadeando, me costaba respirar, entonses trate de consentrarme de nuevo. Al hacerlo la nube desapareció y pude ver al fin.

El estba perfecto, con una sonrisa de oreja a oreja. Aun me sostenía firme contra su pecho, y yo según paresia había hecho lo mio.

Mi mano derecha estaba atada a su pelo y pretendía acercarlo aun mas a mi aunque no poseía la fuerza nesesaria para hacerlo, y mi mano izquierda llacia en su pecho, marabillandose con la amplitud del mismo.

El beso me habia dejado exausta, habia sido tan fuerte y dulce a la vez.

Aun no entendia como habia hecho para llegar a mi cuarto, puesto que no recordaba nada.

Cuando me hube despertado del todo, ya que seguia soñando pero despierta, me pare a pensar en todo lo que habia sucedido.

Solo llebaba 2 días en la Push y todo habia cambiado. De una amistad a pasar a el primer beso con Quil. De el mundo humano al que me habia aferrado con uñas y dientes, al ya conocido mundo de mitos y leyendas del que pense me habia olvidado.

No me arrepentia de haber venido a la Push pero tampoco estaba del todo contenta. Vine en busca de paz y tranquilidad, la que supuse enstaria aqui pero en este mundo todo esta dado vuelta. Por lo visto todo se basaba en estupidos cuentos de terror. Creo que no me sorprenderia si encontrara una bruja en su escoba uno de estos días.

Una bruja....

Fue entonces cuando recorde lo que habia pasado anoche, la parte de la que trate de olvidarme.

La rubia que estaba con Jake... estaba 99% segura de que ella era una de ellos, de los frios como les llamaban. Pero ese 1% aun me atormentaba.

Era rara entre los raros.

Entonces me acorde de lo que me habia hecho dudar en un principio. Esperaba ver el color amarillo dorado en sus ojos, como descrivian a los Cullen en las leyendas, pero me encontre con ojos marrones.

Tal ves habia sido precabida para que no me diese cuenta de lo que era y se habia puesto lentillas. Pero luego recorde el tenue rubor de sus mejillas.

Es un vampiro, es una de ellos... ¿Por que le das tantas vueltas al asunto?

Me dijo una voz en mi interior.

Eso era cierto... decidí dejarlo por la paz.

Me levante y corri acia el baño. Me duche y trate de relajarme. Al salir del baño me rei al recordar la broma que le habia hecho a Paul.

Seguro que echaria chispas al verme, eso mejoro mi humor.

Mi tia estaba en el jardin del frente de la casa, suponia que estaria sacando las malas hierbas que me habia contado, ya que estas estaban arruinando las hermosas flores que Emily habia plantado.

Desayune a pesar de que mi estomago estaba casi lleno por todo lo que habia comido la noche anterior.

Sali para saludar a Emily y ayudarle con su tarea.

-Buenos días... ¿Aun no ganas la batalla contra las hierbas?- ella me sonrio y me tendio unos guantes para jardinero. Yo los tome con gusto y me agache para poder acabar con esa batalla.

-Buenos días... No e ganado esta batalla aun.... pero creo que tal vez gane la guerra....- me dijo al tiempo que me mostraba un sobre con un veneno para diluir en agua. Mata hierbas instantaneo...

-Que bien... oye, ¿aun no han llegado?- ella siguio con su trabajo pero su rostro cambio. De su siempre impecable sonrisa, algo torcida por una de sus cicatrises, paso a una clara mueca de disgusto. Eso contesto a mi pregunta.

-No, aun no han vuelto...eh, Jared encontro un... rastro fresco por la madrugada y Sam a decidido llamar a Jacob para que fueran mas por si el... bueno, por si regresaba...- ¿un vampiro estuvo cerca de la Push? ¿y Quil estaba ahí afuera corretiando para capturarlo? Mi mañana casi perfecta empeoro de repente. Aun recordaba su rostro a centimetros del mio, su rostro deslumbrante de la noche anterior. Me estremeci al pensar que una sanguijuela estaba alli, donde el.

-Tranquila, ellos saben lo que hacen...nacieron para esto...-

-Emily, nadie a nacido para matar vampiros...- esas palabras salieron de mi boca a toda pasta.

Me consentre en lo que estaba haciendo para dejar atras todos esos pensamientos.

Cuando hube terminado, me encontré sin nada que hacer, entonces decidí dar una vuela por ahí. Fui primero a la casa de Billy para verlo a el y a Rachel. Billy estaba en lo de los Clearwater, pero eso no impidio que me quedara un rato a charlar con Rachel.

Ella me conto que planeaban casarse el año que viene. La felicite y le pedi perdon por lo que le habia echo a su futuro esposo.

Me fui para visitar a Sue . La casa de Quil estaba de pasada, y decidi dar un vistaso para ver si habian regresado.

Golpee varias veses, pero nadie estaba en casa.

Tranquila... lo veras pronto..., me dije una y otra vez.

Cuando hube llegado a la casa de Sue, Seth estaba alli. Genial al menos no era tan grabe como me lo suponía, para que necesitaran a toda la manada ahí fuera.

Billy, Seth y Sue me miraron a la ves.

-Hola Clarie- el chico fue el primero en saludarme. Bueno el chico era mas grande que yo y sin dudas ya era mayor pero me gustaba pensar en ellos como chicos y no como adultos, ya que me era mas fácil estar con Quil si omitía la parte de que era unos cuantos años mayor que yo.

-Hola Seth... eh...-queria preguntarle si Quil habia regresado pero sería mejor preguntarlo mas tarde. El y Billy intercambiaron una mirada y despues fue Billy el que habló.

- Jacob necesita a toda la manada atenta por si nuestro visitante decide regresar. Seth nos esta poniendo al tanto de lo que esta pasando.

La sangre ulló de mi rostro. Jake los necesitaba a todos por si esa cosa regresaba y mando a Seth a que les informara de la situación a los miembros del consejo.

Situación... Creo que la cosa es mas seria de lo que parece. Billy se rió de mi reacción y me dijo lo que ya habia oído con anterioridad.

-Tranquila... ellos saben lo que hacen, nacieron para esto...- y yo le respondí...

-Nadie nació para matar vampiros.- Todos se empesaron a carcajear pero Sue fue la unica que, segun parecía me entendía. Ella me dedico una mirada tranquilizadora y me invito a entrar a su casa, pero yo le dije que solo estaba de paso y que iba hacia la playa. No me gustaba mentir pero eso no quería decir que no me saliera relativamente bien.

Quería irme de esa casa para apartarme de los pensamientos que sin dudas iban a conseguir que me desmayara.

Recorrí la playa como unas 100 veses antes de cansarme y desplomarme en el suelo. Me quede allí, ínmovil, contemplando las olas que rompian en la pared de los acantilados. El cielo paresia gritar ALEJENSE mientras mas y mas nubes se hiban acumulando preparadas para descargar con todo, su carga de agua sobre la tierra, pero aun asi no habia mas que una leve brisa que apenas si podia moberme algun que otro mechon de mi cabello.

Me hubiera gustado ser parte de esos acantilados. Una pared de roca que podía resistir cualquier cosa, asta la mas grande de las tormentas que los azotara directamente. Esa era la parte mas alta en toda la Push, se podía ver hasta el infinito desde alla arriba.

A pesar de que era el lugar que mas me gustaba de toda la zona, en ese momento me dio cierto.... ¿miedo?, no, era mas bien que me molestaba algo...

Siempre me fijaba en esos acantilados y siempre habia alguien en ellos, pero ahora se me antojaban demasiado solitarios. Estaba acostumbrada a ver alguna que otra figura asomandose al borde y saltar, aveses desde lo mas bajo y aveses desde lo mas alto, desde donde se me antojaba una locura.

Desvié mi mirada y me concentré de nuevo en las agua ahora enfurecidas del mar.

Ya habia descansado suficiente y entonses decidí que podía revivir algunos de los juegos que Quil y yo hacíamos en la playa cuando era niña. Tome barias piedras que se encontraban a mis pies, me pare y camine hasta la orilla.

Lancé una de las piedras sobre el agua y esta reboto sobre ella 3 veces antes de undirse en las profundidades del agua siempre negra que bañaba estas costas. Entretenida por mi nuevo pasatiempo no me di cuenta de que me estaban llamando hasta que estas voces estuvieron a unos 6 metros de mi.

-!Clarie¡- decian una y otra vez. Me di la vuelta , aunque sabia muy bien a quienes les pertenesian esas voces.

-Eh...hola...- Seth y Embry estaban detras de mi mirando el mar con demasiada atención, buscaban algo.

- ¿Que sucede?- Las manos de Embry temblaban cuando me miro, por fin a mi. Pero fue Seth quien hablo...

-Luego de que te fuistes regrese con la manada y en el camino me tropese con... bueno....un parasito que se dirigía a la playa... Lo perseguí y los chicos me ayudaron pero se escapo... consiguió meterse al agua y ahí las garrapatas tienen mas ventaja. Jacob nos mando a recorrer la costa para ver si había gente en la zona.

Se me clavaron los pies en la arena. Un vampiro que podía estar cazando se encontraba en el agua en ese momento.

-Eh... Clarie ¿estás bien?- me dijo Embry pero no podía contestarle.

Ellos se acercaron y Seth me tomo de la cintura...

-Voy a llevarla a lo de Emily. Dile a Jake que la playa está vacía...- Embry ya le daba la espalda cuando termino la frase, pero al final agrego algo mas.- Espera... Procura no pensar en ella ¿sí? Quil se pondrá como loco.

Embry asintió y salió disparado hacia el bosque.

La cabeza me daba vueltas. No podía creer que estuve cerca de ser la presa de un mugroso chupasangre. El susto fue dando paso a la ira y a la repulsión mas tarde. Me calme y fui capaz de caminar por mi misma pero Seth aun tenía su brazo alrededor de mi cintura.

-Ya estoy bien... creo que seré capaz de caminar yo sola...- le dije al tiempo que me apartaba de él.

-¿Segura?... aun estas verde ¿sabes?- sí, eso conseguía cuando pensaba en vampiros.

Al llegar a casa, Emily me estaba esperando junto con Sam.

Ella suspiro al verme.

-Gracias al cielo que estas bien...- dijo al tiempo que me pasaba un brazo por los hombros.

-La playa está vacía Sam... Ella era la única que se encontraba allí...- le dijo Seth.

-Si, siempre me encuentro en donde no debo estar...-dije en susurros con un negro humor. Pero eso era cierto. Aunque nadie savia con exactitud a que me refería.

lunes, 21 de febrero de 2011

(8) Fiesta



La noche transcurrió tranquila después de eso.

Al final, después de haberos visto comer 24 pisas enteras y una vaca asada, cortesía de Su Clearwater, vino el postre.

Emily había comprado 1 pote de 5 litros de helado para los humanos, ya que la manada aun seguía comiendo los restos de vaca asada que quedaba.

Cuando hube terminado mi parte del helado, me encontré algo aburrida. Los ancianos de la tribu, se disponían a hablar con Sam, aunque supongo que solo le contaban una historia, porque el único que hablaba era Billy.

Y mis amigos: Jared, Paul, Jacob, Seth y Leah estaban bastante ocupados.

Seth estaba charlando animadamente con Colín y Brady, mientras que su hermana estaba ensimismada en sus pensamientos.

Los demás estuvieron muy ocupados con sus respectivas parejas.

Recién me había dado cuenta de que la atmósfera festiva había cambiado, ahora se sentía amor por todos lados.

Aparte la vista de esa imagen demasiado íntima para mí y al hacerlo me tope con la mirada de Quil.

En ese momento entre en una burbuja en la que solo nos encontrábamos nosotros dos. Lo demás no existía para mí.

Lo mire por largo rato, y a él no pareció incomodarle.

Quil jugaba con mi pelo mientras me miraba también.

-Vaya... Eh ¿podrías dejar de mirar a Quil de ese modo? no quiero perder a un hermano de un ataque cardíaco...- Bien creo que ahora se había pasado de la raya.

Deje de tras los ojos llameantes de Quil para dirigirme al señor bromista.

-¿Que decías Paul?- Todo el mundo pareció percatarse de nuestra conversación.

-Déjalo... no le prestes atención...- me dijo Quil, pero yo quería seguir con eso.

-No... Está bien, quiero divertirme un poco...-Quil sonrió pero no agrego nada más.

-Uuuu... ¿te crees muy ruda?- dijo Paul siguiéndome el juego, pero esta vez no estaba jugando, me pagaría por todas esas bromas de mal gusto que nos gasto a todos.

-No me creo... lo soy...- Todos empezaron a gritar como locos al ver nuestro pequeño intercambio de palabras. Embry, que se encontraba con Leah en ese momento le dijo.

-Creo que esa dio en el blanco Paul... acéptalo... esa chica es ruda...

Sabía muy bien que a Paul no le gustaba que se le llevara a segundo plano, y no pude contener la risa cuando descubrí que haci había sido.

Por lo visto se había rendido, y yo me dedique a retomar lo que había dejado. Quil me dedico esa sonrisa que hacía que mi corazón latiera con furia.

La burbuja volvió a cubrirnos a los dos y me sentí... feliz...hasta que don bromista la rompió otra vez.

No podía creer lo que había hecho...

-¿Que-as-hecho-Paul?- dije la frase palabra por palabra con lentitud.

Sobre mi vestido había una gran mancha de... ¿mostaza?... por lo visto se habían dedicado a comer salchichas mientras me encontraba en mi lugar feliz.

-u...Discúlpame...-dijo en tono de burla. El me busco... y me encontró.

- ¿Sabes lo que dicen de la venganza Paul?- me apresure para que no tuviera tiempo de responder- Que es dulce... y así lo será....- no iba a dejar las cosas como estaban.

El se hecho a reír, pero Rachel lo regaño al hacerlo.

-Paul, no es gracioso- dijo Quil, repentinamente irritado. Este no le prestó la más mínima atención ya que estaba repentinamente ocupado con un mechón del cabello que se le había escapado a su novia.

-Déjalo... se arrepentirá de haberlo hecho... Tranquilo....-le dije a Quil. El me miro con los ojos en blanco y después me dijo...

-Emily te está haciendo señas para que la sigas...- Mire a Emily que se había parado de al lado de Sam

Me reuní con ella en la puerta de la casa de Billy.

-Menuda mancha... ven sígueme... - ella me escolto hasta el baño donde me saque el hermoso vestido, ahora arruinado totalmente por cierta persona, y Emily me dio unos vaqueros y una blusa que reconocí en seguida.

-¿Quien a...? esto es mío... estaba en mi bolso, en tu casa...- ella se río pero no me dijo nada. Trate de lavar el vestido pero Emily me lo saco de las manos.

-Yo lo haré...- abrí la boca para protestar pero ella me la tapo con otra frase- tienes una venganza ¿recuerdas?

Le mire por unos segundos y luego asentí, ¿ella me estaba dando permiso para vengarme de uno de mis amigos? no iba a desperdiciar esta oportunidad.

De camino a mi lugar junto con Quil, iba pensando en cuál sería la mejor forma de conseguir mi vendetta. Vi a Sue llevarle un pote de helado a Rachel y en ese momento me llego la luz.

-Sue, yo lo hago- le dije amablemente. Ella me dedico una sonrisa y me dijo

-Toma, no necesitas sacrificar el helado de Rachel por el...- ¿se había dado cuenta? Ella me tendió otro pote de ese delicioso y cremoso helado. Perfecto.

La melena de Paul había crecido, ahora le llegaba hasta los hombros, genial, tardaría bastante en sacarse el helado de su pelo.

Me acerque a ellos por detrás. Le agradecí a dios que Paul estuviera distraído contemplando a Rachel.

Primero le tendí el helado a ella y luego con una deslumbrante sonrisa me acerque a Paul para arremeter.

Fingí haber tropezado y estampe el helado contra su cabeza.

Él ni siquiera se movió, fue como chocar contra una pared, pero mi cometido estaba hecho.

-u... Disculpa- dije usando el mismo tono que él había empleado hacia una rato con migo.

-¿Qué haces niña?- él se estremeció levemente, pero no era algo de lo que debiera preocuparme. Esboce mi mejor sonrisa y le dije

- Si... la venganza es dulce...- al tiempo que probaba el helado que había quedado en mis dedos.

Todos empezaron a reírse de él, mejor dicho se carcajeaban y me felicitaban por tal Azaña. Pareciera que era la primera vez que le hacían probar un poco de su propia medicina.

Regrese con Quil, que me recibió con un y me acuno en su pecho.

Luego de eso, todo fue normal. La noche termino al apagarse totalmente la fogata, ya que nadie quiso evitar tal acontecimiento y reavivar las llamas.

Uno por uno se fueron yendo. Emily, Sue, Leah y yo éramos las únicas que habíamos quedado para limpiar el desastre, ya que Billy estaba despidiendo a todos.

Cuando hubimos terminado ya era bastante tarde, pero al salir de la casa Quil seguía ahí.

-¿Podrías haberme ayudado no crees?- le dije jugando un poco. Estaba exhausta y no sabía de dónde sacaba energías pare seguir haciendo bromas.

-eh...Lo siento...-

El camino a casa fue en silencio. Mis tíos (Sam y Emily) acompañaron a Sue y sus hijos a su casa, por lo que estuvimos solos todo el trayecto hasta mi casa. El no dijo nada, se limito a tomarme de la mano y mirarme gran parte del camino.

Cuando vi a lo lejos la casa me embargo una tristeza y un pánico, no quería dejarlo ir, aunque la separación fuera solo por una noche.

Le aferré la mano aun con más fuerza, como si con eso consiguiera retenerlo para siempre cerca de mí.

Al llegar al umbral de la casa suspire audiblemente, con la esperanza de que percibiera mi estado de ánimo y se quedara por más tiempo.

-Creo que tengo que irme...- suspiro al terminar la frase. Su rostro era el reflejo del mío, tampoco quería dejarme ir.

-¿No puedes... quedarte un momento más?- mi voz se quebró al final. En verdad era algo estúpido por mi parte porque lo volvería a ver mañana ¿no? El miedo se apodero de mí.

-Lo siento... los chicos están esperándome...pero me quedaría... si pudiera...-en ese momento me abraso con tanta fuerza que apenas pude respirar. Nos tambaleamos y mi espalda golpeo la pared. Jadié en busca de aire, y justo después de eso se aparto de mí para mirarme a los ojos.

Era algo estúpido llorar en ese momento, pero las lágrimas caían por mi mejilla incontrolable. Jamás había sentido miedo antes, bueno, no de esta forma. El seco mis lágrimas con sus manos y me beso en la frente.

-Lo siento...- dicho esto, dio media vuelta y se estampo en la oscuridad.

Me desespere, trataba de encontrarlo en la noche, pero estaba demasiado negro para distinguir algo.

Cerré los ojos para recordar su rostro a centímetros del mío. Fue en ese momento que sentí que algo me arrastraba contra la pared. Estaba pegada a ella cuando abrí los ojos y me tope con un par de ojazos, negros, y en ellos vi un fuego que me atrapo en un instante....

...y lo proximo que recuerdo fue haber despertado por la mañana. ¿Que habia pasado?

martes, 15 de febrero de 2011

(7) Regalo




Cuando llegamos a mi casa, el me siguió hasta adentro, no fue como la noche anterior, que se desvaneció en la oscuridad.

La casa estaba vacía, y a oscuras. Trate de encontrar el interruptor de la luz pero no podía ver nada.

Sentí que Quil se despegaba de mi, y al segundo siguiente la luz se encendió.

Yo lo mire incrédula.

-Visión de lobo, ya sabes...- OK, creo que con lo de que necesitaba lentes exageré un poco.

-¿No hay nadie? ¿qué raro?- Emily me hubiera dicho si se prestaba a salir esa noche.

Quil encontró una nota en la mesa, debajo de un libro que Emily estaba leyendo.

-¿Qué dice?- pregunte al ver que una sonrisa aparecía en su rostro.

-Creo que nos esperan en otro lado...- ¿Eh?

-¿En otro lado? Vamos Quil deja ya tanto misterio...- odiaba que las personas me ocultaran las cosas.

-Billy a tenido la amabilidad de organizar una fiesta para darte la bienvenida...- bien, no me esperaba eso.

-¿Una fiesta?- la Push no era exactamente el lugar en donde encuentras grandes fiestas y bailes por las noches.

-Creo que fiesta no es la palabra adecuada... es más bien una comida. Todos van a estar ahí.- al terminar la frase se quedo plantado en el piso, pensando, supongo. Luego, sin que yo le digiera algo se sentó en una de las cillas que había alrededor de la mesa.

-¿Quil, pasa algo?- el no me contesto. Me le quede mirando, esperando a que digiera algo, pero nada.

Pasaron unos minutos y entonces decidí que no tenia caso.

Me fui a mi cuarto a cambiarme, porque no pensaba perderme mi propia fiesta de bienvenida.

Abrí la puerta y encendí la luz, y vi un precioso vestido, de seda color blanco encima de mi cama. Me acerque para poder apreciarlo mejor y vi una nota encima del. La leí en vos alta:

Úsalo esta noche... una amiga mía lo ha conseguido para ti...

Espero te guste...

Emily

El vestido era precioso, y lo iba a usar me lo pidiera Emily o no.

Me vestí lo más rápido posible ya que savia que no me iban a esperar para siempre.

Quil aun seguía ensimismado en sus pensamientos pero esta vez levanto la vista para mirarme.

-¿Qué te parece?- le dije al tiempo que daba una vuelta para que apreciara el vestido mejor- Emily lo ha dejado encima de mi cama para que lo usara esta noche...- iba a agregar una cosa más pero su mirada me dio gracia.

-¿Qué pasa? ¿No te gusta?-

-No.... es... eh.... hermoso...- sabía que no se estaba refiriendo a el vestido por la forma en que me miraba. Ya me estaba empezando a gustar eso de que para él fuera hermosa.

-Gracias... Bien ¿piensas quedarte ahí toda la noche, o vas a una fiesta conmigo?- el parpadeo unas cuantas veces y luego se para y se coloco a mi lado.

-No me lo perdería por nada... pero antes tengo que contarte una cosa...

Su rostro se mostraba tranquilo, pero en sus ojos pude ver algo de preocupación.

-¿Qué ocurre?- ¿que tenía que contarme? ¿Algo más sobre su naturaleza lobuna?

-Mira... ciertos invitados a la fiesta son... distintos a nosotros...- parecía no encontrar las palabras adecuadas para decirlo- y estoy segura que lo notaras a la primera...así que te voy a decir que ellos son los Cullen...

¿Debería de ser una broma? Yo savia muy bien quienes eran y que eran.

-¿No se supone que ellos no pueden entrar en estas tierras?- le dije y el no pareció asombrado al ver que me había dado cuenta de lo que decía.

-Si eso era antes... ahora el tratado está más fuerte que nunca y vienen seguido a visitarnos... bueno a Jacob principalmente...- ¿mas fuerte?

¿Y porque a Jacob? ¿No se suponía que los vampiros y los lobos eran enemigos naturales? Quil vio mi confusión y me dijo:

-Te lo explicare luego... solo quiero que no te preocupes, ellos son diferentes, no nos harán daño... son parte de la familia- no entendía nada.

¿Que no me preocupara? ¿De la familia? ¿Es que estaban todos locos?

Y sabia que ellos eran diferentes, pero me bastaba con saber de su sola existencia para odiarlos, sean "buenos" o no.

Aunque no me apetecía ver la cara de uno de ellos, no iba a descubrirme en frente de Quil, por lo que me trague el asco y le respondí.

-Bien... no estoy preocupada... y me lo explicaras mañana a primera hora ¿sí?-

Dicho esto el asintió y nos fuimos los dos hacia mi fiesta de bienvenida.

La casa de Billy estaba tal cual la recordaba. Solo que ahora estaba atestada de gente, saliendo y entrando, un y otra vez de ella.

Al frente de la casa habían hecho una fogata y todos estaban sentados a su alrededor en sillas que supuse habían traído ellos mismos.

El aire que se respiraba era festivo, alegre.

Al llegar todos me recibieron con demasiado entusiasmo, incluso Paul entre sus típicas bromas se acerco a saludarme junto con Rachel, su novia y hermana de Jacob.

Luego de ese saludo, caí en la cuenta de que todos, o casi todos, venían junto a sus respectivas parejas: Sam y Emily, Jared y Kim, Paul y Rachel y.... ¿Con quién estaba Jacob?

Jamás la había visto en los años que estuve aquí, bueno tal vez la conoció cundo yo estuve en Alaska.

Ella era hermosa. Una cabellera dorada caía por su espalda en forma de cascada, sus ojos marrones brillaban de una manera extraña al encontrarse con los ojos de Jake. Era pálida al contraste con la piel de él, aunque adquiría un tono rosáceo en sus mejillas.

No me había fijado a donde me llevaban mis pensamientos hasta que hube analizado toda esa información. Era dolorosamente hermosa y pálida, solo se me ocurría una cosa pero eso era estúpido. ¿Porque estaría Jacob con un vampiro si no era para descuartizarlo y luego quemarlo?

Me quede helada junto a Quil cuando Jake se acerco a ella para... besarla.

Estuve a punto de chillar, cuando recordé lo que me había dicho Quil antes de venir. Ellos no nos harán daño... eran de la familia.

¿A esto se refería al decir que eran de la familia?

¡Un vampiro y un licántropo! eso era imposible.

No quería arruinar toda esa noche por lo que trate de apartar la vista de ellos, que parecían no saber en donde se encontraban.

Yo era la única que los miraba a pesar de que ese era un comportamiento de lo más... asqueroso. Si esa era la palabra. Las garrapatas me parecían lo mas asqueroso y repulsivo que había en el mundo.

Quil noto el asombro en mi cara y me llevo a sentarme con él a el rincón más alejado de la fogata.

-¿Que sucede?-me pregunto. En ese momento quería con toda el alma no saber nada sobre sanguijuelas para poder decirle a el que no me pasaba nada. Pero no quería seguir mintiéndole, bueno no del todo.

-¿Que hace Jacob con una de ellos?- me miro asombrado pero no entendí porque el mismo me dijo que me daría cuenta de lo que eran a la primera. Creo que no había sido tan sutil al ocultarle mi conocimiento vampírico.

-Tranquila ella es especial... no va a lastimar a Jake... creo que debería...- dejo la frase inconclusa. Me miro primero a mí y luego a la chica de cabellera dorada.

-Eh... Jake, Ness ¿pueden venir?- ¿estaba hablando en serio? Iba a tener a una vampira cerca después de 3 años intentando convencerme de que solo eran una pesadilla, un muy, muy, muy mal sueño.

Jake me miro, estudiando mi rostro y luego tomo a esa chica y la atrajo hasta quedar a solo un metro y medio de mi.

De cerca era aun más bella.

-¿Que quieres Quil?- dijo Jacob, aun mirándome.

-Solo quería presentarle a Nessie...eh...Renesmee.- ¿Renesmee? menudo nombre. Nessie, como le decían, sonrió amablemente al verme. Me estremecí cuando vi sus dientes afilados como navajas, brillar en la oscuridad. Quil sintió eso y me aferro con más fuerza contra su costado. No me había dado cuenta de que él me había pasado uno de sus brazos por la cintura, hasta ese momento.

-Hola, soy Renesmee Cullen... Pero me dicen Nessie desde pequeña...- ella sonrió y con su codo le dio unos golpes a Jacob en las costillas. Ese hecho me hizo sospechar que ese nombre era horrible no solo para mí- Encantada de conocerte Clarie- ella siguió mostrándome esa sonrisa deslumbrante a la espera de que reaccionara pero no sabía qué hacer.

No quería ser cortes con una de ellos solo porque fuera la... pareja o algo haci de uno de mis amigos.

Tarde más de 10 segundos en reaccionar y darme cuenta de que me estaban mirando, tanto Quil y Jacob como Sam y Emily que eran los más cercanos a nosotros.

Dije lo primero que se me vino a la cabeza y trate de que mi voz no sonara descortés, pero no lo logre del todo.

-Hola, encantada de conocerte también- no sé que vio Jacob en mi rostro o si fue el tono empleado en la contestación lo que le molesto, pero sus manos temblaron levemente después de lo que dije.

Ella seguía sonriendo cuando se alejaron los dos a sus lugares.

Yo mire a Quil para sacarme de la cabeza lo que había ocurrido pero él me miraba con demasiada atención. Me preocupo el hecho de que tal vez hubiera descubierto mi secreto.

-Tal vez sería mejor que nos fuéramos... ellos entenderán- ¿qué? ¿Irnos?

No, no podía permitir que un pedazo de hilo me echara de una fiesta.

-No...Quiero quedarme...-

-Pero... admite que tienes miedo...- ¿Miedo? Ja ja eso era gracioso. Podía controlar el miedo mejor que la ira y la repulsión juntas.

-Te digo que estoy bien... no quiero lastimar a Emily después de haberme regalado este vestido...- no sé que dije que le hiso gracia, porque empezó a reír por lo bajo.

-¿De qué te ríes?- no encontraba nada de lo que había dicho divertido.

-¿A caso sabes quién le ha dado ese vestido a Emily?-

-Solo sé que se lo dio una amiga...- no podía ser que ella... no podía estar hablando en cerio...

- Quil...- suspire, y me dije que no quería pensar en esas sanguijuelas por más tiempo.

sábado, 12 de febrero de 2011

(6) Respuestas

Estaba tan feliz que tarde menos de 2 segundos en darme cuenta de que yo también lo quería.

Ahora mi felicidad estaba completa.

El seguía hay, perfecto como siempre. Yo le sonreí lo mejor que pude y el correspondió mi felicidad con otra sonrisa. Sus dientes centellaban brillantes a un palmo de mi rostro.

-¿Ya te as dado cuenta?-

-Si... supongo pensaras que soy una tonta por no haberme dado cuenta antes....- ¡que estúpida fui! Me quería morir, pero estaba segura de que el no me dejaría hacerlo.

-Siempre as sido una tonta... aunque ahora esa tonta creció asta convertirse en una bella flor...- me sonroje asta no poder mas.

Yo no tenia experiencia en esto, en parte era por mi padre y otra porque el único ser vivo con el que me sentía mas apegada aya en Alaska, fue un gato llamado Pelusa.

En ese momento me acorde de algo.

-!Mi Padre¡- Grite y me pare tan rápido que casi me estampo contra la arena de nariz.

Quil me atrapo entre sus brazos antes de hacerme daño contra la tierra, se estaba riendo, mas bien se carcajeaba.

-¿Tu padre?, el no esta aquí...tranquila.- El seguía riéndose y era imposible no seguirle la corriente.

Pasamos horas mirándonos, eramos 2 tortolitos.

Conforme se hacia mas tarde, mas y mas preguntas venían a mi cabeza pero no quería romper el momento.

-¿En que piensas?- ¿Es que era tan obvia que todo el mundo sabía lo que quería hacer?

-Tengo mas de 1 millón de preguntas en la cabeza y no sé cuando empezar.... o mejor dicho por cual empezar..- ese también era un dilema.

-Bueno, como dicen por ahí empieza por el principio... es mas fácil así..-

En su rostro aun seguía esa mirada suya que me hacia perder todo mi auto control en un segundo. No quería desmayarme en frente de el.

-Bien.... ¿desde cuando eres así?- seguiría su consejo y empresaria desde el principio.

-Pues.... hace 15 años.... si mi mente no me falla..- entones eso quería decir...

-Eras así cuando me consistes...- no era una pregunta, mas bien una afirmasión. Así que 1 año después de su transformación yo aparesi en su vida.

-Si... -

-¿Y te preocupa que puedas hacerme daño? Tenia 2 años cuando me consistes y mirarme, sigo intacta....- creo que se había puesto algo dramático con lo de soy un peligro.

-Si eso es cierto... ¿algo mas que quieras saber?- claro que quería saber mas, y el , mas que nadie debería saberlo. Esa era una pregunta estúpida.

-Eh, los demás... Jake, Jared, Paul, Seth, Embry, Sam.... ¿todos son como tu?- estaba casi segura que todos ellos eran parte de eso. Tenian las mismas características físicas.

-Si, incluidos Colin, Brady y Leha...- ¿que? ¿una mujer? eso no me lo esperaba.

-¿Enserio? ¿Leha es parte de esto?-

-Todos tuvimos la misma reacción cuando supimos que Leha había entrado en face... no te imajinas como se puso su hermano..- bueno eso no era difícil de ver. Seth estaría como loco. Eso es típico de hermanos.

-Bien... ¿como es? ¿como se siente ser lobo y corretear por ahí?- eso era algo que me tenia intrigada. Me gustaría verlo a el en forma de lobo, corriendo por el bosque.

-Es increíble... la sensacion de libertad al correr... es algo indescriptible...

pero tenemos que hacer nuestro trabajo así que la mayoría de las veses es causador...-

-¿Que trabajo?- presentía que lo que venia no era nada bueno pero como siempre me movía la curiosidad.

-Eh... vivimos para proteger a la tribu... igual que nuestros ancestros...-

-¿Proteger a la tribu de que?- Aun no entendía que era tan peligroso para que esta tribu tuviera unos guardianes tan singulares.

-Bueno.. de los fríos...o vampiros..-Mi mente se quedo en blanco con la sola mención de esa palabra.

-¿Que ustedes defienden a la tribu de vampiros?...-Ahora me daba cuenta de porque no se me había pasado por la mente. Conocía las historias a la perfección pero todo mi ser huía despavorido con la sola mención de esa palabra. Pero que pelearan con… parásitos era imposible.

Yo sabia mejor que nadie de lo que esas sanguijuelas eran capas de hacer. La imagen de Quil, un lobo de sangre caliente, al lado de un pedazo de mármol frió y duro. No podía estar hablando en serio.

-¿Que sucede?-

-Nada, solo es ... que... ¿Enserio? ¿vampiros?- el no sabia todo sobre mi vida, y en ese momento eso era estupendo. Fingiría no saber nada sobre garrapatas, al menos por ahora.

-Tranquila, ninguno se acercara a ti... no tienes nada de que preocuparte.- El me abraso y me acuno en su pecho.

Era tan feliz en ese momento. No sabría explicarlo, pero era como si el fuese el centro del universo, y yo orbitaria a su alrededor. Ya no era la gravedad lo que me hacia tener los pies en la tierra, era el.

Por ese mismo momento, olvide todo, mi nombre, mi familia y amigos, no sabia ni en donde me encontraba.

Solo sabia que estaba con la persona que mas quería y necesitaba en ese momento.

También sabia, que con el todo seria tan fasil como respirar, los dos nos amoldábamos al otro como 2 piezas de un rompecabezas.

Eramos dos piezas de un todo.

Seguí con el interrogatorio después de eso. Me gusto poder tener mis respuestas al fin.

Así que el era inmortal, o algo así. Bueno no evejesería asta tener el control suficiente para poder dejar de transformarse.

Pero ¿quien querría dejar de ser inmortal?...

-Supongo que no lo dejaras... bueno, ya que esto es tan genial...- seria un estúpido si dejara esa libertad, ademas !!!el no moriría nunca¡¡¡.

Fue hay cuando me di cuenta de lo que escondían mis palabras.

El no moriría... pero yo si.

-Si, es genial... pero... quiero estar contigo... no soportaría verte...-no termino la frase pero savia a que se refería.- no soy tan fuerte... ademas, tu solo sabes sobre lo bueno de esto...

-¿Tiene cosas malas?- ¿y tenia que preguntar? sabia muy bien que todo tenia su precio, incluso cuando eres inmortal.

-Bueno si... cuando estamos en forma de lobos, podemos... eh... escucharnos el pensamiento. Es algo bueno cuando nos disponemos a casar, pero al principio es horrible... No tener privacidad es atroz. Todo lo que te avergüenza queda expuesto para todos lo vean. Ahora es un poco mas fácil ya que estamos acostumbrados, pero todos sabrán de esto en cuando entre en face.- genial. Tendría que aguantar las bromas de Paul todos los santos días que me quedaban aquí.

-Pero, solo olvídalo y ya ¿no?- eso es. Si Quil olvidaba lo que paso hoy, nadie lo sabría.

-¿Que? ¿quieres que me olvide de el mejor día de mi vida?... A no, se las tendrán que aguantar. Yo soporte a cada uno cuando entraban en face pensando en... cosas... y yo no dije ni mu... ahora es su turno.- ¿es que quería hacerme la vida mas complicada? Bueno al menos este había sido su mejor día, al igual que lo había sido para mi.

jueves, 10 de febrero de 2011

(5) Confesiones

Me desperté por la mañana temprano, algo agitada por lo que había soñado esa noche, pero también algo preocupada y ni que hablar del miedo que tenia.

Quería olvidarme de eso como fuera, por lo que decidí ir a darme una ducha para despejar mi cabeza. Emily aun dormía, supongo que era mas temprano de lo que pensé. Corrí hacia el comedor para ver la hora en el gran reloj negro que se situaba en una de las paredes de la habitación.

9:30, no era tan temprano.

Me duche y peine dentro de ese pequeño baño, y luego me vestí en mi cuarto.

Mi mente estaba algo despejada, ya no me acordaba de ese maldito sueño, o mas bien pesadilla.

Una hora después de haberme levantado Emily se despertó y como siempre lo primero que hacia era cocinar. Estaba segura de que lo primero que había aprendido a decir cuando era pequeña fue cocina.

Ella preparo el desayuno y comimos en silencio. Me di cuenta de que ella quería decirme algo, por el modo en que me miraba cuando pensaba que yo no lo hacía. Al final decidió empezar la platica.

-¿Que tal te fue ayer? ¿Estuvo interesante tu paseo con Quil?- Si fue interesante, hasta estuve en una escena de national geografic con lobos y todo eso.

-Si, bueno paseamos por la paya, hablamos algo sobre mi... ya sabes las preguntas sobre mi estadía en Alaska. No fue nada mas que eso.- Ella no tenia que saber la otra parte de la conversación, era algo vergonzosa.

-¿Eso fue todo? ¿No te contó algo sobre el?...-

-Si, le pregunte lo mismo que el me pregunto a mi.... ¿por que lo preguntas?...- Trate de disimular mi curiosidad al tiempo que masticaba mi cereal.

-No por nada...- ¿estaba algo decepcionada? ¿Porque?- Los chicos llegaran en un momento, estoy segura que Quil volverá a raptar te...

En la ultima frase pareció algo entusiasmada.

Al igual que el día anterior, la comida se fue mas rápido que ligero, pero esta vez no me sorprendió, y tal cual lo dijo Emily, Quil me volvió a raptar.

Me llevo asta el acantilado donde recordaba que hacían escenas suicidas, saltando desde el borde y entrando al agua helada. Pero claro de eso no tenían que preocuparse ya que sus cuerpos eran varios grados mas alta que el agua del mar.

Yo siempre sentí curiosidad por eso, quería saber porque tenían la temperatura tan fuera de lo normal, pero nunca me anime a preguntarle a Quil.

Ahora que lo pensaba había otra cosa que me daba curiosidad, ¿porque todos estaban tal cual los recordaba?. Pasaron 11 años, todos deberían haber cambiado, como Billy o Sue.

Bien, creo que había llegado la hora de que responda algunas de mis preguntas, pero no sabia como sacar el tema.

Quil estaba nervioso, aunque tratara de ocultarlo yo lo conocía muy bien.

Iba a espesar con preguntas fáciles, para ir aumentando de dificultad hasta llegar a obtener mis respuestas.

-Eh, Quil... ¿que hiciste anoche después de dejarme en casa? ¿te juntaste con tus amigos?- eso fue lo único que se me ocurrió. Eso no me iba a dar muchas respuestas.

Quil vaciló antes de contestar.

-Eh, si, estuve con mis amigos... o algo así.- Esa era la pregunta mas fácil que le podía haber echo. ¿Porque estaba tan nervioso entonces?

-¿Algo así?... ¿que quieres decir?- Luego de haber preguntado eso, recordé la conversación que tuve en la mañana con mi tía. Ella me había preguntado si el me había contado algo.... pero ¿algo sobre que?. Tal vez el quería decirme algo importante y por eso estaba tan nervioso.

Genial.

Ese dicho que dice la curiosidad mato al gato se aplica exactamente a mi.

- Vamos Quil, sabes bien que no soy la persona mas paciente del mundo.... se que quieres decirme algo.... solo dilo -

El me miro por unos segundos, suspiro y clavo la vista en el horizonte.

-Clarie, ¿seguirías siendo mi amiga fuera lo que fuera?- esa pregunta me sorprendió, pero era fácil de contestar.

- Claro que si... ¿porque lo preguntas? - No se porque pero por mi mente paso el echo de que tal vez estaba mas cerca de obtener mis respuestas de lo que pensaba.

- ¿Tu recuerdas las reuniones del consejo a las que te lleve cuando eras pequeña?- otra pregunta que me tomo por sorpresa.

- Si las recuerdo.-

-¿Y las historias?- Como olvidar esas reuniones. Yo siempre considere este lugar como uno mágico y esas reuniones eran la prueba.

Recordaba al pie de la letra cada una de las historias, sobre los comienzos de la tribu. Los espíritus guerreros y la historia sobre los..... lobos.

Quil estaba esperando mi respuesta, pero no podía hacerla verbal mente, así que solo me dispuse a asentir.

Yo ya me había dado cuenta de que rumbo habían tomado las cosas. Empecé a hacer una lista en mi cabeza: grandes, fuertes, siempre iguales, y temperatura alta. Todo encajaba a la perfección.

El me miraba como esperando algo, supongo que pensó que podía sacar una conclusión yo misma, y estaba en lo cierto, pero aun así lo que se estaba formando en mi cabeza era una locura. Personas que pueden transformarse en lobos o licántropos. Eso era lo que siempre trataba de evitar, las cosas raras, inusuales que me hacían comben serme de que estaba loca.

-Es una locura- dije mas para mi que para Quil, que seguía mirándome. Yo aparte la vista de el.

No podía creer lo que había pensado, que Quil era un licántropo... En verdad necesitaba un doctor urgente.

Pero luego me acorde de su pregunta: Clarie ¿seguirías siendo mi amiga fuera lo que fuera?. Eso me hizo recapacitar, yo le había respondido que si, pero ¿cumpliría? ¿seguiría siendo su amiga si el fuera un hombre lobo de verdad?

-Dime en que piensas...- claro no hay problema... solo estoy cavilando la posibilidad de que seas un hombre lobo y no se si seguiré siendo tu amiga si lo fueras.... no es nada.. pensé.

-Ya los adivinado ¿a que si?- me tomo un minuto responderle, estaba todavía pensando en eso.

-Tengo algo en mente, pero es lo mas loco que me podría haber imaginado... quiero oírlo de ti para estar segura..- le dije al tiempo que me giraba para verlo a la cara.

Estábamos los dos sentados en la arena, mirándonos mutuamente.

Luego el dijo la palabra para entonces comben serme de que en este mundo nada era cuerdo, normal.

-Si, con lo de loco no le as errado.... un Licántropo... eso es lo que soy...-

Me le quede mirando por mas tiempo del que es debido pero el hizo lo mismo así que no desvié la mirada.

Lo que dijo después me sorprendió.

-Te entendería si quisieras salir corriendo asustada... no te detendría... pero antes tienes que saber que no voy a hacerte daño... jamas me lo perdonaría...- Eso era todo lo que necesitaba saber. El no iba a hacerme daño así que me quedaría todo el tiempo que me quedaba de estadía aquí en la Push, con mi mejor amigo que resulto ser un lobo.

- No estoy asustada... solo algo confundida y curiosa...- Quil me sonrió con esa sonrisa que me hacia sentir tan rara.

-Cuando no sientes curiosidad tu.... ¿en serio no sientes miedo? ¿ni un poquito?-

-No... a menos que decidas combertirte en un lobo peludo en frente de mi... hay tal ves consigas asustarme-

-Dudo que lo haga en frente de ti....es demasiado peligroso.- bien creo que ahora empieza lo malo.

-¿Peligroso?- no podía creer que lo dijera en serio. Bueno, todo eso de los lobos, supongo que es peligroso pero solo cuando se transforma ¿no?.

-Si- solo se limito a esa contestación. Pero yo sabia que había mas, siempre había mas.

-¿Que tanto?- el me miro por un segundo, debatiéndose entre decirme o no lo que estaba pensando. Al final suspiro y me reprendió

-Tu sabes lo que le paso a Emily ¿verdad?... sus cicatrices...- como no saberlo. Lo primero que destaca al verla son esas horrendas cicatrices.

-Si, eh, mi madre me contó que un oso la ataco... que Sam la encontró y la llevo al hospital...- mi voz era cada ves mas baja con forme me daba cuenta de las cosas. No había sido un oso....

-Sam se descontroló por un segundo.... y Emily estaba muy cerca...esa es la historia oficial.... ¿ahora entiendes porque te digo que soy peligroso?

Sam fue la que la ataco.... ahora me daba cuenta de como estaban las cosas. De lo peligroso que era esto para un humano. Pero...

-Ya te lo dije, no me importa que seas o ... que tan peligroso... seguiré siendo tu amiga... mientras tu me quieras a tu lado -

Quil me miro sorprendido y se acerco pasando el limite del espacio personal, levanto su mano y la situó en mi mejilla. Su mano era hierro caliente, me estaba quemando, aunque no era exactamente su mano la que quemaba. Ese solo contacto hizo que mi corazón iniciara una carrera para salir de mi pecho.

Quil me traspaso con la mirada y me dijo apresuradamente

-No digas eso... siempre te querré.... siempre lo hice... desde ese día en que te vi por primera vez en brazos de Emily... y te quiero ahora, aquí... aunque no de la forma en la que piensas...- ¿que quiso decir con eso?

Aunque no de la forma en la que piensas , esa frase traspaso mi cabeza 100 veces antes de que me diera cuenta de que estaba hablando.

Ahora entendía todo. Era tan obio que asta un niño de 5 años lo hubiera adivinado mucho antes que yo.

Las fichas cayeron una por una y se fueron juntando, asta conseguir armar el rompecabezas completo.

El me quería pero de otra forma, algo mas intensa que la sola amistad.

Me amaba

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