Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


domingo, 27 de febrero de 2011

(9) El comienzo



Trate de recordar lo que hice esa noche luego de que Quil se fue pero me era imposible, aun estaba aturdida por el mejor sueño que había tenido nunca.

Soñé con el. Soñé que volaba cuando el me...

Aun no lo podía creer. Jamas habia sentido con tanta intensidad en uno de mis sueños. Eso me hizo pensar que tal vez, por alguna extraña suerte que me embargaba, eso había sido real.

El sueño era extraño, pero no por eso dejo de ser marabilloso.

Al principio todo era confuso, una nube negra tapaba todo, pero aun podia sentir.

Si, aun podía sentir como una mano, que quemaba como hierro caliente sujetaba firmemente mi rostro. Podía sentir, como,con su mano libre, recorría mi cuello, luego bajó asta mis hombros y siguió asta llegar a mi cintura, donde se quedo para apretarme firmemente contra un cuerpo sumamente cálido.

La nuve aun estaba presente, pero podia sentir algo mas.

Mi boca me picaba, cosquilleaba de una manera extraña, agradable.

El sabor era exquisito, jamas habia saboreado tal cosa. Senti su aliento en mi boca. Estaba jadeando, me costaba respirar, entonses trate de consentrarme de nuevo. Al hacerlo la nube desapareció y pude ver al fin.

El estba perfecto, con una sonrisa de oreja a oreja. Aun me sostenía firme contra su pecho, y yo según paresia había hecho lo mio.

Mi mano derecha estaba atada a su pelo y pretendía acercarlo aun mas a mi aunque no poseía la fuerza nesesaria para hacerlo, y mi mano izquierda llacia en su pecho, marabillandose con la amplitud del mismo.

El beso me habia dejado exausta, habia sido tan fuerte y dulce a la vez.

Aun no entendia como habia hecho para llegar a mi cuarto, puesto que no recordaba nada.

Cuando me hube despertado del todo, ya que seguia soñando pero despierta, me pare a pensar en todo lo que habia sucedido.

Solo llebaba 2 días en la Push y todo habia cambiado. De una amistad a pasar a el primer beso con Quil. De el mundo humano al que me habia aferrado con uñas y dientes, al ya conocido mundo de mitos y leyendas del que pense me habia olvidado.

No me arrepentia de haber venido a la Push pero tampoco estaba del todo contenta. Vine en busca de paz y tranquilidad, la que supuse enstaria aqui pero en este mundo todo esta dado vuelta. Por lo visto todo se basaba en estupidos cuentos de terror. Creo que no me sorprenderia si encontrara una bruja en su escoba uno de estos días.

Una bruja....

Fue entonces cuando recorde lo que habia pasado anoche, la parte de la que trate de olvidarme.

La rubia que estaba con Jake... estaba 99% segura de que ella era una de ellos, de los frios como les llamaban. Pero ese 1% aun me atormentaba.

Era rara entre los raros.

Entonces me acorde de lo que me habia hecho dudar en un principio. Esperaba ver el color amarillo dorado en sus ojos, como descrivian a los Cullen en las leyendas, pero me encontre con ojos marrones.

Tal ves habia sido precabida para que no me diese cuenta de lo que era y se habia puesto lentillas. Pero luego recorde el tenue rubor de sus mejillas.

Es un vampiro, es una de ellos... ¿Por que le das tantas vueltas al asunto?

Me dijo una voz en mi interior.

Eso era cierto... decidí dejarlo por la paz.

Me levante y corri acia el baño. Me duche y trate de relajarme. Al salir del baño me rei al recordar la broma que le habia hecho a Paul.

Seguro que echaria chispas al verme, eso mejoro mi humor.

Mi tia estaba en el jardin del frente de la casa, suponia que estaria sacando las malas hierbas que me habia contado, ya que estas estaban arruinando las hermosas flores que Emily habia plantado.

Desayune a pesar de que mi estomago estaba casi lleno por todo lo que habia comido la noche anterior.

Sali para saludar a Emily y ayudarle con su tarea.

-Buenos días... ¿Aun no ganas la batalla contra las hierbas?- ella me sonrio y me tendio unos guantes para jardinero. Yo los tome con gusto y me agache para poder acabar con esa batalla.

-Buenos días... No e ganado esta batalla aun.... pero creo que tal vez gane la guerra....- me dijo al tiempo que me mostraba un sobre con un veneno para diluir en agua. Mata hierbas instantaneo...

-Que bien... oye, ¿aun no han llegado?- ella siguio con su trabajo pero su rostro cambio. De su siempre impecable sonrisa, algo torcida por una de sus cicatrises, paso a una clara mueca de disgusto. Eso contesto a mi pregunta.

-No, aun no han vuelto...eh, Jared encontro un... rastro fresco por la madrugada y Sam a decidido llamar a Jacob para que fueran mas por si el... bueno, por si regresaba...- ¿un vampiro estuvo cerca de la Push? ¿y Quil estaba ahí afuera corretiando para capturarlo? Mi mañana casi perfecta empeoro de repente. Aun recordaba su rostro a centimetros del mio, su rostro deslumbrante de la noche anterior. Me estremeci al pensar que una sanguijuela estaba alli, donde el.

-Tranquila, ellos saben lo que hacen...nacieron para esto...-

-Emily, nadie a nacido para matar vampiros...- esas palabras salieron de mi boca a toda pasta.

Me consentre en lo que estaba haciendo para dejar atras todos esos pensamientos.

Cuando hube terminado, me encontré sin nada que hacer, entonces decidí dar una vuela por ahí. Fui primero a la casa de Billy para verlo a el y a Rachel. Billy estaba en lo de los Clearwater, pero eso no impidio que me quedara un rato a charlar con Rachel.

Ella me conto que planeaban casarse el año que viene. La felicite y le pedi perdon por lo que le habia echo a su futuro esposo.

Me fui para visitar a Sue . La casa de Quil estaba de pasada, y decidi dar un vistaso para ver si habian regresado.

Golpee varias veses, pero nadie estaba en casa.

Tranquila... lo veras pronto..., me dije una y otra vez.

Cuando hube llegado a la casa de Sue, Seth estaba alli. Genial al menos no era tan grabe como me lo suponía, para que necesitaran a toda la manada ahí fuera.

Billy, Seth y Sue me miraron a la ves.

-Hola Clarie- el chico fue el primero en saludarme. Bueno el chico era mas grande que yo y sin dudas ya era mayor pero me gustaba pensar en ellos como chicos y no como adultos, ya que me era mas fácil estar con Quil si omitía la parte de que era unos cuantos años mayor que yo.

-Hola Seth... eh...-queria preguntarle si Quil habia regresado pero sería mejor preguntarlo mas tarde. El y Billy intercambiaron una mirada y despues fue Billy el que habló.

- Jacob necesita a toda la manada atenta por si nuestro visitante decide regresar. Seth nos esta poniendo al tanto de lo que esta pasando.

La sangre ulló de mi rostro. Jake los necesitaba a todos por si esa cosa regresaba y mando a Seth a que les informara de la situación a los miembros del consejo.

Situación... Creo que la cosa es mas seria de lo que parece. Billy se rió de mi reacción y me dijo lo que ya habia oído con anterioridad.

-Tranquila... ellos saben lo que hacen, nacieron para esto...- y yo le respondí...

-Nadie nació para matar vampiros.- Todos se empesaron a carcajear pero Sue fue la unica que, segun parecía me entendía. Ella me dedico una mirada tranquilizadora y me invito a entrar a su casa, pero yo le dije que solo estaba de paso y que iba hacia la playa. No me gustaba mentir pero eso no quería decir que no me saliera relativamente bien.

Quería irme de esa casa para apartarme de los pensamientos que sin dudas iban a conseguir que me desmayara.

Recorrí la playa como unas 100 veses antes de cansarme y desplomarme en el suelo. Me quede allí, ínmovil, contemplando las olas que rompian en la pared de los acantilados. El cielo paresia gritar ALEJENSE mientras mas y mas nubes se hiban acumulando preparadas para descargar con todo, su carga de agua sobre la tierra, pero aun asi no habia mas que una leve brisa que apenas si podia moberme algun que otro mechon de mi cabello.

Me hubiera gustado ser parte de esos acantilados. Una pared de roca que podía resistir cualquier cosa, asta la mas grande de las tormentas que los azotara directamente. Esa era la parte mas alta en toda la Push, se podía ver hasta el infinito desde alla arriba.

A pesar de que era el lugar que mas me gustaba de toda la zona, en ese momento me dio cierto.... ¿miedo?, no, era mas bien que me molestaba algo...

Siempre me fijaba en esos acantilados y siempre habia alguien en ellos, pero ahora se me antojaban demasiado solitarios. Estaba acostumbrada a ver alguna que otra figura asomandose al borde y saltar, aveses desde lo mas bajo y aveses desde lo mas alto, desde donde se me antojaba una locura.

Desvié mi mirada y me concentré de nuevo en las agua ahora enfurecidas del mar.

Ya habia descansado suficiente y entonses decidí que podía revivir algunos de los juegos que Quil y yo hacíamos en la playa cuando era niña. Tome barias piedras que se encontraban a mis pies, me pare y camine hasta la orilla.

Lancé una de las piedras sobre el agua y esta reboto sobre ella 3 veces antes de undirse en las profundidades del agua siempre negra que bañaba estas costas. Entretenida por mi nuevo pasatiempo no me di cuenta de que me estaban llamando hasta que estas voces estuvieron a unos 6 metros de mi.

-!Clarie¡- decian una y otra vez. Me di la vuelta , aunque sabia muy bien a quienes les pertenesian esas voces.

-Eh...hola...- Seth y Embry estaban detras de mi mirando el mar con demasiada atención, buscaban algo.

- ¿Que sucede?- Las manos de Embry temblaban cuando me miro, por fin a mi. Pero fue Seth quien hablo...

-Luego de que te fuistes regrese con la manada y en el camino me tropese con... bueno....un parasito que se dirigía a la playa... Lo perseguí y los chicos me ayudaron pero se escapo... consiguió meterse al agua y ahí las garrapatas tienen mas ventaja. Jacob nos mando a recorrer la costa para ver si había gente en la zona.

Se me clavaron los pies en la arena. Un vampiro que podía estar cazando se encontraba en el agua en ese momento.

-Eh... Clarie ¿estás bien?- me dijo Embry pero no podía contestarle.

Ellos se acercaron y Seth me tomo de la cintura...

-Voy a llevarla a lo de Emily. Dile a Jake que la playa está vacía...- Embry ya le daba la espalda cuando termino la frase, pero al final agrego algo mas.- Espera... Procura no pensar en ella ¿sí? Quil se pondrá como loco.

Embry asintió y salió disparado hacia el bosque.

La cabeza me daba vueltas. No podía creer que estuve cerca de ser la presa de un mugroso chupasangre. El susto fue dando paso a la ira y a la repulsión mas tarde. Me calme y fui capaz de caminar por mi misma pero Seth aun tenía su brazo alrededor de mi cintura.

-Ya estoy bien... creo que seré capaz de caminar yo sola...- le dije al tiempo que me apartaba de él.

-¿Segura?... aun estas verde ¿sabes?- sí, eso conseguía cuando pensaba en vampiros.

Al llegar a casa, Emily me estaba esperando junto con Sam.

Ella suspiro al verme.

-Gracias al cielo que estas bien...- dijo al tiempo que me pasaba un brazo por los hombros.

-La playa está vacía Sam... Ella era la única que se encontraba allí...- le dijo Seth.

-Si, siempre me encuentro en donde no debo estar...-dije en susurros con un negro humor. Pero eso era cierto. Aunque nadie savia con exactitud a que me refería.

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