Yo me encontraba en la nada, flotando entre recuerdos. Pero ya no le prestaba atención a nada.
La rabia se expandía por todo mi cuerpo, haciendo que cada una de mis células hirviera.
La guerra había comenzado de nuevo, pero esta vez, personalmente la terminaría.
-¡Claire! Despierta- sentí que alguien me zarandeaba y me desperté. Le agradecí a Quil el haberlo hecho.
El se encontraba a mi lado. Me había dormido en su pecho esa noche.
-Fue solo una pesadilla ¿si?. Ya estas bien- me decía al oído, tratando de tranquilizarme.
-No...no fue una pesadilla, fue real. El estaba ahí- sabia que no me iba a creer, lo estaba viendo en su mente en ese momento. Bueno, aunque pensándolo bien, era mejor que no se enterara de nada, porque si lo llegaba a saber se volvería loco.
-Esta bien Claire, ya paso- el pensaba que yo aun estaba dormida, pero lo menos que quería en ese momento era pegar un ojo.
Me pare de su lado y me dirigí hacia la ventana. Aun estaba oscuro, pero podía ver con claridad a pesar de eso. En ese momento sentí un aullido a lo lejos, y en ese momento supe que había llegado la hora.
Debía contarle lo que me había pasado antes de que se enterara por Embry.
Escuche cuando Quil suspiro y se levanto de la cama.
-Tengo que irme...Me están llamando- se acerco a mi y me abraso.
-Siento haberte despertado- me dijo antes de de besarme dulcemente como despedida.
Espero que las cosas no se hallan torcido ahí afuera. Ya tuvimos demasiado con lo de Seth ayer.
Pensó el.
Trate de concentrarme en los demás ahí afuera, para ver que tan lejos podía llegar, pero no necesite hacer mucho esfuerzo porque Embry estaba escondido entre los arboles mas cercanos a la casa.
Espero que no este dormida. Sería un completo idiota si llegara a hablar y ella no me estuviera escuchando. Bueno, Claire si estas despierta dile a Quil que se deje de holgazanear
y que venga a relevarme. A y ya lo saben todos, perdona pero no se puede esconder algo como eso.
Suspire. Ya sabia yo que duraría poco este secreto.
-Creo que te están esperando- los ojos de Quil echaron un pequeño vistazo a la ventana detrás de mi. Estaba averiguando a quien le pegaría primero por a verlo despertado, y no era una broma, lo estaba escuchando en su cabeza.
-Si, Embry esta de cotilla entre los arboles- suspire, tenia que hacerlo ahora.
-Si, me di cuanta. Me esta pidiendo que te vallas desde hace un buen rato.- el me miro a los ojos y no necesite escuchar lo que estaba pensando para saber que había captado.
-¿Te esta pidiendo?- le preste mas atención a sus pensamientos.
Lo dice como si lo estuviera escuchando.
-Si, lo puedo escuchar- le conteste. No entendía como hacia para captar las cosas tan rápido. Bueno, aunque viviendo entre tantas cosas raras como que puedes llegar a pensar en todo.
¿Tu puedes escucharme?
¿Porque tantas pruebas si el ya había entendido el punto?
-Quil, puedo escuchar tus pensamientos.- el no hizo nada mas que mirarme como un tonto por la sorpresa.
Yo le sonreí lo tome del brazo y lo lleve a la cama donde se sentó.
-¿Desde cuando?- pregunto luego de algunos minutos.
-Bueno, en si lo descubrí cuando estaba con los chicos en casa de Billy, pero creo que se remonta hacia un poco mas atrás.- ahora que pensaba mas en esto, me daba cuanta de todas las cosas que escuche y vi en mentes ajenas que no debía ver.
Claire ¿podrías apurarte?. Jake esta impaciente.
-Creo que el impaciente aquí eres tu Embry- dije lo suficientemente alto como para que me escuchara, aunque no era necesario.
Quil me miro algo divertido.
-Deberías irte antes de que vea a un lobo en mi ventana buscándote- el sonrió y me volvió a besar, esta vez con un poco mas de urgencia.
-Volveré pronto. Lo prometo- yo solo asentí y vi como se marchaba por mi ventana.
Luego de eso no me volví a dormir, no iba a arriesgarme a ver a Ben otra vez así que tome mi guitarra y empece a tocar.
Solo pasaba mis manos sobre las cuerdas, no esperaba que algo surgiera pero paso, y sin que me diera cuenta.
Era una melodía alegre a pesar de todo lo que estaba pasando a mi al rededor.
Era como el calor cuando sientes frió, como el sol después de un día nublado.
No se me ocurrió letra alguna así que solamente sería con guitarra y no era muy buena escogiendo nombres así que esperaría hasta que me llegara el adecuado.
La semana, a pesar de todas las explicaciones que tuve que dar sobre mi recién adquirido don, se me paso rápido, demasiado rápido para mi gusto.
El viernes por la tarde Nessie estuvo en casa y le conté sobre la visita que quería hacer a su casa, ya que quería hablar con todos y no se les permitía a todos los Cullen pasar a la Push.
Ella acepto de buena gana y quedamos en que iría al día siguiente.
Nessie ya estaba al tanto de lo que podía hacer gracias a Jake y no le dio tanta importancia al ya estar acostumbrada a que se metieran es su mente.
El ir a la casa Cullen ya no era solo un tema de pedir un favor, quería conocer a Edward y que me dijera como hacer para controlar esto, porque los últimos días había tenido mas de un dolor de cabeza por meterme en mentes ajenas.
Al día siguiente desperté temprano, en parte porque hacia demasiada calor junto a Quil y porque ya me estaba acostumbrando a levantarme temprano por las constantes pesadillas que había tenido los últimos días.
Eran las 9:30 y Nessie y Jake ya estaban esperándome.
Luego de bañarme, Emily me sirvió el desayuno.
-Nessie ¿podrías bajar un poco el volumen? Estas gritándome tus pensamientos.- era algo que hacia que me doliera la cabeza. No entendía porque tanta emoción, solo iba a visitar su casa, una llena de vampiros.
En ese momento pensé en el castillo de Dracula, en ataúdes y esqueletos colgando como adornos en las paredes. Pero saque ese pensamiento de mi mente, era algo ridículo considerando que los Cullen querían aparentar ser normales.
-Lo siento pero es que eres la primera amiga que llevo a casa.- yo la mire incrédula.
-¿Es enserio?- solo por curiosidad escudriñe en su mente un poco. Ella era la mejor de la clase, la mas responsable y todo eso, se parecía a Sara en ese aspecto. Pero también era de alguna forma la chica mas popular de la escuela.
Típico de película: rubia, alta, buena alumna y popular, ella debería estar rodeada de todo un séquito de chicas tratando de igualarla.
Pero siempre se mantenía al margen de todo alboroto, no quería llamar la atención.
Esa es la única norma que rige al mundo vampirico: no llamar la atención, siempre pasar desapercibido.
Pero para que existan normas debía de haber alguien que las creara y exigiera su cumplimiento.
Me acorde de lo que Ben me había dicho una vez, de una tal realeza vampirica, unos italianos a los que le quería destruir.
Me pregunte si serían ellos los que imponían la única norma en ese mundo.
-¿Claire? Oye, bajando a tierra.- desperté de mi ensoñación y mire a Nessie que estaba delante de mi.
-Tenemos que irnos, ¿o piensas que porque vivamos eternamente vamos a esperarte siempre?- yo me reí y tome mi bolso.
-Ok impaciente. Vayámonos- salí de la casa y en frente de mi había un lujoso Mercedes Benz negro que brillaba como una estrella.
-¿Te gusta?- me pregunto ella.
-Dejame conducirlo y te lo diré- ella se rió y se dirigió a su auto.
-Lo siento Claire, tal vez otro día.- yo solo suspire. Esperaba tener uno muy pronto.
Subí al auto y por dentro era aun mejor.
Trate de concentrarme en otra cosa mientras Jake y Nessie conversaban al frente, pero no pude evitar escuchar lo que hablaban.
-No me gusta ese tipo, siempre te esta mirando y no necesito ser tu padre para saber lo que pasa por su mente- le decía Jake. Yo tome los auriculares de mi bolso y los conecte a mi mp3, subí el volumen esperando que me distrajera con la música pero no fue así.
-Esta bien Jake, a mi también me molesta. Pero no por que sea un estúpido niño que se deja llevar demasiado por sus hormonas, lo vas a matar. Solo no le prestemos atención y punto.- decía Nessie, que apretaba las manos contra el volante. Procure no escuchar sus mentes, la música ahogaba esas voces bastante bien. Ya era demasiado que estuviera escuchando su conversación.
-Nessie, ¿Como no le prestas atención a alguien que trabaja contigo todos los días?- Jake estaba fuera de si, pero dentro de los limites permitidos. Sus brazos temblaban y el trataba de disminuir ese temblor apretando sus puños fuertemente.
-Lo se amor, pero hay que intentarlo. Cuando vea que no le doy importancia se cansara de esperar y se fijara en otra.- yo estaba mirando por la ventana, intentando parecer estar pensando en otra cosa pero parece que no engañe muy bien.
Luego te contare lo que paso, ya estamos llegando.
Habíamos entrado a un camino al lado de la ruta. Me saque los auriculares y preste mas atención a mi al rededor.
Entre los arboles pude ver a un par de lobos que corrían a la par del auto.
Hola Claire
Me dijo Quil cuando se percato de que estaba mirando en su dirección. Yo solo le sonreí y dirigí mi atención a otras voces.
Aquí viene.
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