Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


lunes, 23 de abril de 2012

(50) Esa mirada




-¿Y qué esperas para conducirlo? Se conduce de maravilla.- yo corrí hacia la puerta del conductor y me acomodé en MI auto.
Sara abrió la puerta del copiloto.
-Vamos sube- le dije.
-No, yo ya llevo suficiente conduciendo. Tal vez otro día.- fue en ese momento que Seth se acerco corriendo y con una sonrisa de oreja a oreja.
-Vamos Seth. Ya sé que quieres dar una vuelta- me lo estaba pidiendo a gritos.
Seth pasó al lado de Sara y cuando esta se daba la vuelta para ir hacia la casa se encontró con su mirada.
Por un segundo Seth dejo de respirar. Su corazón dio un brinco y empezó a latir desaforado.
Y su mente era cualquier cosa.
No podía pensar claramente. No entendía lo que estaba pasando, pero si sabía que algo pasaba, que algo lo ataba a aquella chica, que era mi mejor amiga.
Ahora me daba cuenta de porque me sentía rara con Seth,  sentía que iba a traer algún cambio, pero nunca me imagine que se imprimaría de Sara.
Ella por otra parte ya lo había visto antes. Estaba aliviada ya que al fin descubría de quien eran esos ojos que la habían atormentado en sus sueños. Pero también estaba... ¿confundida? Aun no tenía las cosas claras con respecto al amor y  no sabía cómo reaccionar ante lo que estaba ocurriendo.
Suspire. Parecía que Seth no había tenido tan buena surte.
-Seth, sube.- el ni siquiera me escucho, pero Sara sí. Ella estaba a punto de retomar su camino hacia la casa cuando Seth hablo.
-Soy Seth Clearwater. Tu eres Sara ¿verdad?- Sara lo miro por un segundo y asintió.
-Seth...- volví a llamarlo y esta vez si me prestó atención. 

¿Luego me explicaras?- me pregunto ella mentalmente.
Yo asentí. Después de todo tenía que hablar con ella de muchas cosas.

Seth subió al coche algo ido. Antes de conocer a Sara en lo único que pensaba era en probar ese maravilloso Mercedes Benz que me habían regalado, pero luego Sara ocupo toda su mente.
Me coloque el cinturón de seguridad y aceleré el coche.
Era una excelente conductora. Todo el año pasado había practicado en el auto de mi padre a las afueras de la ciudad, porque si un policía me encontraba conduciendo sin tener la libreta de conducir tendría que pagar una gran multa.
Qué suerte que ya la tenía.
Sara tenía razón: el auto se conducía de maravilla.
Lo probé al máximo y la sensación de adrenalina era increíble, casi tan buena como la de correr.
Pero a pesar de que mi copiloto era un loco por los motores en ningún momento abrió la boca y me di cuenta de que aun no era consciente de en donde estaba.
-Seth, te advierto que será complicado- él se giro en mi dirección en un instante.
-¿Complicado?- tendría que explicárselo.
-Sara ya no cree en el amor, y ella es terca. Ya la lastimaron una vez ¿sabes? Y no quiere nada relacionado con ese sentimiento.- Seth se preguntaba quien la habría lastimado y me di cuenta de que si llegaba a tener en frente a Matt lo mataría.
-Yo no le haría daño nunca. Moriría primero antes de lastimarla.- sabía que Sara no podía encontrar en la vida a alguien mejor que Seth porque él era su otra mitad. Y yo haría lo que fuera necesario para que ellos estuvieran juntos.
-Lo sé. Pero créeme cuando te digo que será difícil- Seth miró hacia el frente.
-No pienso obligarla a nada pero tampoco está en mis planes darme por vencido fácilmente.-

Cuando llegamos a casa Nessie nos esperaba con un sonrisa.
En su mente pude ver lo que se traía entre manos y no me parecía una mala idea. 
Seth y yo bajamos del coche. Seth ahora lucia mas “normal”, bueno, el menos no parecía estar en otro planeta.
-Bueno, ¿quieres o no?- me pregunto Nessie ni bien baje del auto.
-No me parece mala idea, después de todo, tu familia también ha colaborado en el regalo y hacerles una visita no estaría mal.- Nessie salió disparada hacia su casa para darles la noticia a sus padres. Jake pasó a mi lado sonriendo, siguiéndole el  paso ella.
Yo busque con la mirada a Sara pero no la encontré en casa. Trate de buscar su mente, y la encontré pero bastante lejos, por desgracia.
¿Dónde está? Me pregunto Seth mentalmente.
-En la playa.- dije en susurros.
El se encaminó decididamente hacia la playa. No lo detuve, ya que sabía que esta era una de las oportunidades que tendría de hablar con ella a solas.
Entre en la casa.
Allí se encontraban mis tíos, Billy, Sue, Charlie y Quil. 
Este último se acerco a mí y me abraso.
-¿Has disfrutado tu regalo?- yo le sonreí.
-Por supuesto. Vamos a dar una vuelta más tarde ¿te parece?- el asintió y me beso tiernamente en los labios. Luego de ese beso me dirigí hacía el sillón.
Hablamos toda la tarde sobre cosas sin importancia. En un momento Sam sacó el tema de Ben y el ambiente es tenso un poco pero luego el tema cambio y todo volvió a ser felicidad. Después de todo, era mi cumpleaños.

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Perdón por que el capi sea tan corto pero el siguiente será mas largo y bastante interesante. 
Bueno voy a agradecerles por leer y comentar! Y quería preguntarles algo: 
¿Están de acuerdo en que Nessie narre un capitulo? Quiero mostrarles una parte de su vida con Jake. 
Bueno espero sus comentarios y las respuestas a esta pregunta. 
Una vez mas GRACIAS! 
Buena semana! XD 

domingo, 15 de abril de 2012

(49) ¡Tengo coche!



-Me daré una ducha- le dije a Quil antes de salir por la puerta de mi habitación.
Me tome mi tiempo, después de todo era mi cumpleaños y tenía que lucir lo mejor posible.
Suspire en la duche: nada arruinaría este día.
Me seque, peine y me vestí en el baño porque Quil seguía en mi habitación. Muchas mentes conocidas empezaron a llegar a la casa, y me sorprendió mucho que Paul también viniera, aunque era obvio que lo hacía obligado por Rachel.
Me vestí lo más rápido que pude. Hoy era mi día especial así que me coloque mi ropa preferida.
Me arregle un poco el pelo y salí hacia la sala.
Todos me recibieron con un Feliz Cumpleaños a coro y un gran pastel que prácticamente pusieron en mis narices.
-Pide un deseo- me pide Emily, antes de que apague las velas.
Me lo pensé muy bien. Había una sola cosa que quería en este momento con toda mi alma.
Retuve ese pensamiento en mi mente y sople las 17 velas de ese hermoso pastel.
Todos empezaron a aplaudir cuando termine y se empezaron a acercar para saludarme uno por uno.
-¡Feliz Cumpleaños princesa!- Sam fue el primero en reclamarme. Lo abrace con fuerza pues era una de las personas que más amaba en este lugar, y que más extrañaría sin dudas.
-Gracias tío. Te quiero mucho- le dije en un susurro al oído.
-No te acapares a la cumpleañera para ti solo Sam. Vamos que también queremos saludarla.- me dio gracia que Billy fuera el que dijo eso. Venía junto con Sue y el abuelo de Nessie, Charley, también estaba allí.  Me sorprendió un poco, ya que solo lo había visto una vez, pero me parecía una muy buena persona, al igual que si hija y su nieta.
-¡Feliz Cumpleaños, Claire!- me arrodille para poder estar al nivel de Billy y poder  agradecerle.
-Gracias Billy, me alegra mucho tenerte aquí.- le di dos besos, uno en cada mejilla y me pare para saludar a Sue y a Charlie.
-Feliz Cumpleaños querida. Espero que la pases muy bien hoy- les agradecí a ambos su visita y me encaminé a saludar a los demás.
Salude a Kim y a Jared y luego a los tontos del grupo. Seth, Embry, Colin y Brady me saludaron con demasiada energía, entre bromas de muy mal gusto como siempre.
Y para lo último quedaron Leah, Paul y Rachel.
-¡Feliz Cumpleaños, Claire! Espero que la pases genial- le sonreí a Rachel y la abrace.
-Gracias amiga. En verdad me alegra un montón que estés aquí.
-Feliz Cumpleaños- esa fue la voz de Paul. Minutos antes estuvo debatiéndose internamente de si seguir aquí o marcharse como siempre. Y creo que decidió quedarse. Lo estaba intentando por Rachel.
-Gracias, Paul.- fue lo único que pude decirle. El simplemente asintió y se fue a sentarse al sillón junto con Jared y Kim que miraban la televisión.
-Feliz Cumpleaños.- y por ultimo Leah. Ella seguía tratándome como a una traidora y eso me molestaba.
-Gracias.- dije entre dientes. Yo la apreciaba mucho pero no me gustaba para nada su actitud.
-¡Feliz Cumpleaños!- esa voz la conocía muy bien.
-Nessie- la abrace con fuerza y luego a Jake que venía detrás de ella. 
-Veo que ya tienes puesto un regalo de cumpleaños.- me dijo Jake luego de abrazarme.
Miré mi cadenita con el dije en forma de corazón que tenia colgado en mi cuello  y asentí.
-Sí, me lo ha dado Quil esta mañana- Nessie lo miro con mucho detenimiento.
-Veo que tienes un cuello de 18 quilates ¿eh?- la mire por un segundo.
-¿Estás segura?- Quil no me había dicho nada de que esta cadena era de oro.
-Si eso creo. Y él dije parece de alguna piedra preciosa. Diamante tal vez- mire de nuevo mi regalo. Quil me había dicho que era de cristal. Suspire y deje de pensar que poseía una pieza de joyería de alta gama.

-¡Gracias, gracias, gracias, mil gracias!- abrace a Emily y a Sam por el gran regalo que me habían dado.
-No tienes que agradecer, y la próxima vez que te enojes no te la agarres con el celular por favor.- me dijo mi tío. La verdad que este celular era mucho mejor que el que tenía anteriormente.
-Hazle caso a tu tío ¿si? Nos a costado mas de lo que crees.- a Emily se le escapo por un segundo el precio de este hermoso celular, pero no le di importancia. Si me ponía a pensar mucho en eso terminaría devolviéndolo, y la verdad no quería eso.
Me di vergüenza a mi misma al pensar en eso.
-Ahora abre el nuestro- Kim me tendió un pequeño sobre que parecía no contener nada. Como me habían pedido, trate de no escuchar en sus pensamientos para ver de que se trataba y abrí ese pequeño paquete.
Parecían 4 entradas. Leí atentamente esos boletos y ahogue un grito.
-¿Es alguna especie de broma?- le pregunte a Kim y a Jared que no dejaban de sonreírme.
-No. Te estamos dando 4 entradas para ver el concierto de Paramore en Seatle dentro de un mes.- empece a gritar y me les tire encima  a abrasarlos.
¡Este era mi mejor cumpleaños!
-¡Los amo! ¡Mil gracias por esto!- no podía creer que vería a Paramore dentro de un mes. Era mi banda preferida en todo el mundo y no podía esperar para verlos.
-No ha sido nada. Nosotros ya tenemos entradas así que tu puedes invitar a 3 personas mas para que vallan contigo.- me puse a saltar de la alegría.
Y así pasé un muy buen rato con todos los que quería... Bueno, con casi todos.
-Emily, ¿sabes si mis padres vendrán?- ellos me lo habían prometido antes de venir a la Push.
-No lo sé. Llamalos si quieres- mi tía me tendió el teléfono.
Yo me encontraba afuera de la casa, sentada en las escaleras junto con Quil, Nessie y Jake.
Marque el numero de casa y espere a que alguien atendiera el teléfono.
-¿Hola?- ese era mi padre. Pero su vos sonaba mas ronca de lo habitual.
-Hola, papá. Soy yo, Claire-
-Oh, hija. Feliz Cumpleaños. Perdona por no llamarte antes pero pensamos que te levantarías mas tarde por ser tu cumpleaños, como haces todo los años- yo me reí. Esa era mi tradición todos los años. Levantarme tarde en cada cumpleaños. Y parece que este año lo olvide.
-Gracias, papá. Y no importa, al menos no lo olvidaste como el año pasado.- ambos nos reímos al recordar eso. 
-Si, aprendí la lección...emm... tu madre quiere...- el teléfono sonó de una forma rara y me di cuenta de que estaba cambiando de manos. 
-¡Feliz Cumpleaños hija! Dime, ¿has empezado tu día bien? Cuenta que te han regalado ¡vamos!- mi madre estaba de verdad entusiasmada con mi cumpleaños numero 17. Esa era una de las razones por las que nunca había podido venir a la Push antes: mi madre siempre quería estar cerca en mi cumpleaños para molestarme todo el día con su empalagoso cariño.
Pero hoy la  verdad la echaba de menos.
-Gracias, mamá, y ¿adivina que? ¡Tengo 4 entradas para ver a Paramore en Seatle y un celular nuevo!- Quil carraspeo la garganta a mi lado.
-Ha y Quil me regaló un collar divino con un dije de diamante- Quil abrió los ojos como platos. Nessie y yo nos miramos y reímos a la par. El no tenia idea.
-¿Quil? ¿El chico que jugaba contigo cuando eras pequeña?- mamá sabía muy  bien quien era, y también sabía de sobra que lo apreciaba, pero no estaba enterada de mi relación con el.
-Si mamá, ese es. ¿Oye por casualidad te acuerdas de la promesa que me hiciste antes de que viniera para acá?- tenía que cambiarle de tema antes de que sospechara.
-Emm... Si la recuerdo Claire. Mira ya se que te dijimos que iríamos pero... tu padre esta enfermo, no es nada, solo un resfriado pero ya sabes que si no lo cuidamos fácilmente puede trasformarse en algo peor. El doctor le pidió que se quedara en casa. Espero entiendas- eso explicaba la voz ronca de mi padre.
-Oh... Bueno, si es así no importa. ¿Puedes pasarme con el?- papá era terco y no aceptaría tan fácilmente quedarse quieto en casa.
-Claro. Espero la sigas pasando bien. Te quiero.- escuche como el teléfono cambiaba de manos otra vez.
-Ya se que es lo que quieres, pero te voy a decir que estoy haciendo todo lo que tu madre dice.- eso me sorprendió.
-Al fin aprendiste.- el se rió con su vos ronca pero al final acabo tosiendo.  
-Perdón por eso. Oye, siento no poder estar ahí. Debí haberme cuidado mas. Pero yo se que nuestro reglo va a encantarte.- justo en ese momento una nueva mente empezaba a oírse.
-¿Mi regalo?- fue en ese preciso momento que un flamante Mercedes Benz  aparcaba en frente e nuestra casa.
-¡Hola, Claire!- no puede ser.
-Emm, papá voy a cortarte porque tenemos visitas ¿si? Que te mejores. Te quiero.-
-Claro. Yo también te quiero, adiós- y corte la llamada.
La chica que se bajo del auto venía con una enorme sonrisa a saludarme, pero yo me pare de donde estaba y en mi cara no estaba la sonrisa de feliz cumpleaños de hace unos minutos atrás.
-¿Que haces aquí?- había visto todo en su mente y no podía engañarme. No había venido especialmente para mi cumpleaños.
-¿Esta es la forma que tienes de recibir a tu mejor amiga?- la fulminé con la mirada.
-¡Sabes bien que estas haciendo lo que el quiere, Sara! ¡Te estas entregando en bandeja de plata! Aquí estas en peligro.- y ella lo sabía bien.
-¿Y tu no? ¿No estas en peligro? No pienso dejar que termines esto sola- ella levanto su muñeca izquierda. En ella había atada una cinta de color violeta. Era exactamente la misma que tenía atada yo en mi tobillo.
-Yo no eh olvidado nuestra promesa, ¿y tu?- a mi mente llegaron un montón de imágenes, todas salidas de la mente de Sara.
Un día, luego de acabar con uno de los neófitos mandados por Ben prometimos que terminaríamos esto juntas, y nos habíamos colocado esas cintas para recordar esa promesa. Yo no la había olvidado, pero ahora me parecía estúpida. Las dos juntas eramos fuertes, pero si fallábamos tendría a las dos de una vez. 
-Tampoco la eh olvidado, pero... ¡eramos unas niñas! Y ahora el peligro es mayor. Por favor Sara, debes irte.- me costo un montón decir eso, ya que la extrañaba con locura. Pero era lo mejor. Para las dos.
-¡No pienso irme! Eso que te quede bien claro, y ademas, ya estoy en casa- quede en shock.
-¿Se mudan?- se mudaban a Forks. No sabia que pensar.
-Si, en esta semana, creo. Así que no puedes echarme de aquí. Ahora... ¿puedo saludar a mi mejor amiga por su cumpleaños?- ella levanto una ceja. No se porque, pero ese gesto siempre me había dado gracia, e hizo que apareciera una sonrisa en mi rostro.
Baje el par de escalones que había en la casa y la abrace.
-También te eh echado de menos. ¡Y gracias por las llamadas que nunca llegaron!- me dijo ella apartándose de mi para mirarme a la cara.
-Upss- me había olvidado completamente de eso, luego de que mi celular cayera al mar.
-¿Nos presentas a tu amiga?- Quil hablo detrás de mi. Ellos habían contemplado todo sin decir nada, ya que sabían lo que yo pensaba.
-Bueno ustedes ya la conocen, ella es Sara Jones. Sara ellos son...-
-Ya lo sé. Y por cierto...¡GRACIAS POR CONTARME HACERCA DE TU RECIEN ADQUIRIDO NOVIO!- yo empece a reír. Ella me había dicho una vez que debía contarle todo acerca de mi vida amorosa. Una que empezó recién con Quil, y que no iría mas lejos.
Los chicos también rieron. Entre ellos Nessie. Pero fue una risa algo tímida, y me di cuenta de que ella no sabia como iba a reaccionar Sara ante una semi-vampira.
-Nessie, esta bien. Ella ya lo sabe todo.- trate de tranquilizarla. No quería que se sintiera incomoda o algo por el estilo.
Sara me miro y luego a ella. Le sonrió.
-Tranquila, no reaccionare de la misma manera que Claire. Se que estas de nuestro lado. Al igual que tu familia.- Nessie le sonrió también. En mi mente se formo la idea de que Nessie sería una mas de nosotras a partir de ahora, una de nuestras mejores amigas. 
-Entonces ya sabes nuestros nombres... ¿Has recuperado tus poderes al igual que Claire?- le pregunto Jake.
-La verdad... el poder de ver el futuro jamas lo perdí- la mire sin comprender por un segundo.
-¿Me lo has ocultado?- yo no tenía ni idea de eso.
-Es que tu te empeñaste tanto en olvidar las cosas que no podía decírtelo. Te engañe para que pensaras que yo también lo había olvidado. ¡Por favor no te enojes! ¡Lo hice por ti!- yo me reí. Era gracioso tenerla a mi lado dando sus saltitos cada vez que se sentía apenada.
-No estoy enojada Sara, no por eso.... Bueno ¿vas a entrar o que?- le pregunte.
-Emm, bueno quería darte tu regalo antes...- ¿ella me lo había podido ocultar?
-¿Como haces para ocultarme las cosas?- no había sido capaz de escuchar sus pensamientos sobre mi super auto nuevo porque ella se había empeñado en ocultarlo de mi. 
-Es un regalo ¿no? Es sorpresa.- Ella se encamino al auto y antes de llegar me hizo señas para que la siguiera.
-No lo puedo creer... ¿Un mercedes? ¿Es enserio?-  nunca pensé que tendría la oportunidad de conducir uno de estos autos. Pero...
-¿De donde ha salido tanto dinero?- le pregunte a Sara.
-La verdad, no tengo ni idea.  Lo mismo me estaba preguntando yo en el viaje. Hemos puesto mi madre y yo algo de dinero para el coche pero ni con ese aporte llegarían tus padres a comprar uno de estos..- sentí como Nessie carraspeaba la garganta detrás de nosotras. Fue ahí cuando entendí todo.
-Mi familia, han hablado con tus padres y les han dado algo de dinero para tu regalo. Así que, el coche es de parte de tus padres, de Sara y su madre y de mi familia y yo. Esperamos que sea de tu agrado.- por un segundo pensé en devolverlo y cambiarlo por algo mas barato, pero jamas en la vida tendría la oportunidad de tener uno de estos, y ademas era un regalo así que...
-¡TENGO COCHE!- salte sobre Sara y luego sobre Nessie, agradeciéndoles el gran regalo que me habían dado.
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Perdón por haber demorado tanto en publicar! Pero aquí les dejo un capi bastante largito para que me perdonen. 
Beso y buena semana! XD 
PD: comenten! 



martes, 3 de abril de 2012

(48) Feliz Cumpleaños





-¿Porque simplemente no te muestras de una maldita vez? ¡Eres un cobarde! No puedes condenar a otros a esta vida. ¡Has el trabajo sucio por ti mismo!- ¡si tan solo esto no fuera un sueño! Estaba tan cerca de mi. Podría acabar con el en este instante, pero nada de esto era real.
-Si fuera un cobarde no estaría haciendo esto. Y para tu información el trabajo sucio aun no a comenzado. Eso es parte de lo que tu y Sara harán dentro de poco- estaba histérica y empece a gritar como una loca lo que hizo que ese maldito empezara a reír.
-¡YA LARGATE! ¡VETE DE MI CABEZA! Ya me has atormentado lo suficiente.- y al terminar esa frase desperté de un salto en la cama.
-¿Estas bien?- Quil se había quedado conmigo esa noche pero creí que se iría cuando yo conciliara el sueño.
-Otra vez... es el... no me deja en paz ni siquiera en mis sueños- el me abrazo y consoló por unos momentos. En su cabeza pasaba una y otra vez la imagen de ese vampiro al intentar atacarme y yo de espaldas totalmente indefensa.
-Ya ha pasado. Y el no puede hacerte daño de esta forma, así que quedate tranquila que yo siempre estaré aquí. - yo solo asentí pegada a su pecho. No quería volver a dormir, pero estaba cansada.
Me separe un poco de Quil para mirar la hora en el celular que tenia encima de la mesa de luz.
Las 2:30 am.
-Feliz Cumpleaños- me susurro Quil al oído. Todo el vello de la nuca se me erizo y sentí un hormigueo recorrer mi cuerpo.
Debes controlarte dijo una voz en mi cabeza. Era difícil hacerle caso.
Vi en su mente lo que planeaba hacer. La verdad no me esperaba que fuera un regalo tan bonito como ese.
Paso una de sus manos por mi cuello y de el colgó una preciosa cadena con un dije en forma de corazón.
-Es de cristal y le perteneció a mi abuela. Se lo pedí a mi padre antes de que se fueran de viaje- los padres de Quil estaban de viaje por Australia o algo así. Habían ganado unos pasajes el año pasado y lo habían usado recién hace un par de meses. Y Quil no quiso ir. 
-Es realmente el mejor regalo que me hayan echo nunca.- el dije en forma de corazón brillaba levemente en la oscuridad.
-Pienso que te mereces mucho mas que esto. No puedo prometerte lujos ni riquezas porque no las tengo pero si puedo prometerte mi amor incondicional, que siempre te seré fiel porque no hay mujer mas hermosa para mi que no seas tu. Y estaré siempre a tu lado en las buenas y en las malas, no me importa si me llegas a odiar, siempre estaré aunque no me quieras.- ese fue uno de los discursos mas bonitos que escuche jamas. Me emocione y algunas lagrimas rodaron por mis mejillas, y en mi rostro se podía ver una gran sonrisa.
-Yo no te pido mas que el estar conmigo siempre. Y no creo que valla a ser capaz de odiarte nunca, por mas que hallas cometido la estupidez mas grande.- a el lo iba a amar  de todas formas, pasara lo que pasara. Ya era parte de mi y no había nada que pudiéramos hacer al respecto.
El levanto mi rostro con un dedo y me miro a los ojos.
-Te amo.- esa sola frase hacia que este fuera el mejor cumpleaños de mi vida.
-Te amo- le dije y nos fundimos en mi primer beso de mis 17 años.

Sara

Me quedaban aun un par de kilómetros para llegar a La Push.
Mas o menos una hora y media de viaje.
Me había detenido a mitad de camino para descansar y había retomado el viaje hacia unas horas.
Pero no había podido dormir. Mi corazón había estado acelerado todo el camino. Me dije que solo eran los nervios. Todo esto de Ben me había tomado por sorpresa pero me mentía a mi misma al decir eso. Sabía que era algo mas. Estaba impaciente por llegar, ya que una voz me decía que allí encontraría algo, pero también estaba asustada por lo que fuera ese algo.
Me obligue a concentrarme en la carretera, ya que no quería salir en el periódico local con un auto ajeno, echo pedazos.
Prendí la radio y puse la música a todo volumen. Eso me distraería lo suficiente como para no pensar en ese “algo” pero o tanto como para provocar un accidente.
La música de Paramore, Coldplay, Evanescense y otros empezó a sonar.
The only eception, Paradice y Good enough eran mis canciones favoritas en todo el mundo, y era inevitable para mi no cantarlas.
A la mitad de Paradice mi móvil sonó. 
Le bajé el volumen a la radio y  tome el móvil que estaba encime del asiento del copiloto junto con una mochila que había traído.
Suspire audible mente al ver de quien era esa llamada. 
Matt no se rendía tan fácilmente. Bien lo sabía yo.
Corte la llamada. No estaba de humor como para aguantarlo a el y sus falsas disculpas.
De seguro debió haber dejado a la otra chica, una tal Melanie, y ahora me quiera de vuelta con el ya que nadie de la importancia. Pasó de ser el chico mas cool de la escuela a solo el típico tonto inmaduro que se cree irresistible.
Me reí de mi misma. Estaba juzgándolo cuando había sido yo la tonta en esa película. Sabía muy bien que clase de persona era, pero aun así me deje llevar. 
Era mi amigo, y me traicionó. Y una traición no es tan fácil de perdonar, y mucho menos un “te amo” falso.
Unos minutos mas tarde, mi móvil vuelve a sonar. Pero esta vez era un mensaje.

Entiendo que no quieras hablar conmigo...pero necesito que me perdones. Fui un invecil, lo se y lo siento. Ya te lo dije, fuiste muy importante para mi, y aun lo eres. Solo quiero que volvamos a ser amigos y hacer como que nunca paso nada. Te quiero, espero lo sepas. 

Prácticamente memorice ese mensaje de tantas veces que lo leí. Pasaban las palabras por mi cabeza y parecía que desmoronaban todo a su paso. Tuve que estacionar el auto a un lado de la carretera para no causar ningún accidente ya que las lagrimas empezaban a nublar mi vista.
Entre lagrimas y sollozos, prometí que jamas volvería a creer en el amor. Ya que el no existía para mi.

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¡POR FIN! Este ha sido el capitulo que mas eh querido publicar. El cumpleaños de Claire va a traer unas cuantas sorpresas. 
¿Ustedes que dicen? ¿Que creen que pasara de ahora en mas? 
Comenten por favor y si quieren que me pase por alguno de sus blog déjenme el link en un comentario y yo me estaré pasando por ahí en cuanto pueda.  
Besos y buena semana! :D 


(47) La debilidad




-Que ellos lo harán mas rápido y sin dolor. En cambio yo lo haría lento y tortuoso. Como lo hice con tu... ¿era tu novia?- esa fue la gota que rebaso el vaso. 
Frank era mucho mejor que la neófita en combate, pero yo tenía años de practica y la ventaja de que podía anticipar sus movimientos al verlos en su mente.
No tenía oportunidad alguna contra mi.
En una de sus arremetidas lo tome por el brazo y lo lancé por el aire. Aterrizó sobre unas rocas que hizo añicos.
Pero en lugar de arremeter contra mi de nuevo, salió corriendo en dirección a los acantilados.
Estábamos en territorio Quileute así que debía atraparlo y quemar sus cenizas antes de que nos cruzáramos con algún excursionista desafortunado.
Vi en su mente que pensaba escapar por el agua pero yo conocía el lugar como la palma de mi mano y tome un atajo para llegar antes que el.
Yo ya estaba en el acantilado varios segundos antes de que el llegara.
Frank estaba algo irritado y se lanzó contra mi mostrando sus afilados dientes blancos.
Pero yo tenía un as bajo la manga. Y me sorprendí de que todavía funcionara.
A mi lado había una inmensa roca incrustada en la tierra y esta salió volando en dirección a Frank cuando quiso atacarme.
Fue un alivio volver a tener ese don. El poder controlar las cosas que había a mi alrededor era de mucha utilidad.
El choque entre la roca y esa sanguijuela fue estremecedor. Frank cayó a unos 6 metros de mi algo confundido y realmente sorprendido.
Pero aún así pudo reír y su risa me hizo recordar a la de los villanos en las películas de Hollywood.
-Tenía entendido que nuestros dones eran únicos. Y llegas tu y tiras al piso todo lo que creía saber. 
Ahora no tengo nada.- la garrapata se paro y miles de fragmentos de roca se elevaron junto con el.
Suspire. Parecía que jugaríamos el mismo juego.
Las pequeñas rocas fueron disparadas hacia mi como balas. Pero yo no solo podía lanzar las, también detenerlas y fue justo eso lo que hice. Aunque me costo algo de trabajo, tanto, que algunas de ellas quedaron a un palmo de distancia de mi cara.
-Eres fuerte, lo admito. Pero ¿cuanto tiempo llevas usando este don Frank? ¿Un par de meses? Yo lo use por años. Así que sería mejor para ti que te rindieras, me dijeras todo lo que sabes y consideraré matarte rápidamente.- Frank era un neófito aun. No tenía nada mas que 10 meses en este mundo, y usaba eso a mi favor. Era un niño y todo niño se asusta fácilmente.
Frank espesaba a dudar de si mismo. Ben le había mentido. Le había dicho que sería fácil ya que estaría débil. Pero eso ya había pasado. Había despertado de mi inconsciencia de 3 días y me sentía mejor que nunca. Pero el quería verme muerta por haber acabado con Sofia, y no estaba en sus planes decirme nada sobre Ben, pero tampoco quería morir.
Y yo no pensaba dejarlo libre.
-Lamento que esto tenga que acabar así. ¿Pero tu sabes exactamente porque estas aquí? ¿Sabes que Ben te esta usando para sus propios propósitos? No eres mas que uno de sus peones en este juego de ajedrez. Y Sofia también lo fue, al igual que muchos otros antes.- me acercaba cada vez mas a el. Y escuchaba como la manada se acercaba a nosotros.
Frank asumió por un momento que moriría y sus pensamientos se fueron de rumbo.
Pare en seco al darme cuenta de que estaba pensando en ella. En que se reencontrarían en el infierno de nuevo.
Ellos eran una pareja ya siendo humanos. Y sus recuerdos sobre esos momentos me embargaron.
Me estaba pasando igual que con esa neófita. Mirar en sus cabezas y saber que también tienen una vida me hace débil. Simplemente no podía acabar con él.
Di media vuelta y me dirigí al borde del acantilado. Los chicos ya casi estaban allí.
Vi cuando los pensamientos del vampiro cambiaron y se preparo para atacar. Pero yo no me moví.
Él salto hacia mi pero Quil llego a tiempo y lo derribo. Lo que siguió después de eso, fueron simplemente gritos y el sonido de los dientes de los lobos desmembrando.

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