Me encontraba en
los acantilados, vestida con el hermoso vestido blanco que mi tía me había
regalado.
Miraba el
horizonte con una sonrisa en mi rostro. En ese momento me sentía feliz, tranquila
y en paz, y me pregunte porque sería.
Pensé en que todo
se había acabado, que ya no tenía que preocuparme por nada. Pensé en que Quil y
yo éramos por fin felices de un modo completo, sin que el se estuviera
sacrificando por mi.
También pensé en
que mis padres regresaban a La Push junto con Sara y que estábamos todos juntos
de nuevo. Eso era todo lo que yo quería, y era lo único que me haría estar
feliz de esta manera.
Quería estar así
para siempre, que todo fuera así de perfecto toda mi vida.
En este momento ni
siquiera recuerdo lo que paso en mi pasado, eso ya era historia.
Solo quería mi
futuro, y me imaginaba muchas cosas. Pero lo principal era mi familia, una
junto con Quil.
Me imagine mi
boda, caminando hacia él, de vestido blanco y con una sonrisa y unas cuantas lágrimas
de emoción. Imagine mi casa, aquí en La Push porque era el único lugar en donde
realmente era feliz. Y pude ver a unos niños corriendo por el jardín.
Mi sonrisa se
ensancho más y más y no pude contener unas risas cantarinas.
Todo era perfecto,
todo era como debía ser.
En un acto de
locura, avancé decidida hacía el abismo para lanzarme de un salto por el borde
del acantilado.
Esto era lo mejor
que se podía sentir. Era totalmente libre.
Y luego de lo que
me pareció una eternidad pude ver el agua, las olas. Pero estaban furiosas.
Se podía ver la
espuma que hacían al chocar contra las rocas.
Cuando por fin
toque el agua todo se hizo borroso, y cuando intente abrir los ojos pude ver
una figura. A esta la reconocería en cualquier parte, pero su ceño estaba
fruncido en señal de preocupación. Esto
hizo que mi paz y tranquilidad se desvanecieran.
Ya no estaba en el
agua, estaba en mi habitación. Y no estaba sola.
-¿Claire puedes
oírme?- me pregunto Quil. Yo solo asentí, no estaba lista para hablar aún.
¿Qué había pasado?
Intente recordar
algo pero todo estaba muy borrosos en mi mente, era como intentar vera a través
de agua turbia. Lo único que recordaba era la sensación de libertad.
-Claire, ¿puedes
moverte?- esa voz. ¿Era enserio?
-¿Carslie?- intente
pestañear y ver algo que no fueran solo figuras negras en mi habitación e
intente hacer lo que él me decía.
Me senté en mi
cama y al hacerlo tuve que agarrarme la cabeza, porque el dolor y el mareo que
sentía eran insoportables.
-Carslie ¿Qué diablos
le pasa?- pregunto Quil, pero pude darme cuenta que no era el único que pensaba
lo mismo.
-No lo sé. Sus
signos vitales están bien, tan solo es un mareo.- le dijo el doctor.
-Quil...-este me
miro. Nunca lo había visto así. Parecía que no había dormido en días, sus
ojeras estaban muy marcadas bajo sus ojos. Estaba preocupado y parecía que
hubiera estado llorando o algo así.
-Amor ¿estás bien?
¿Necesitas algo?- se notaba desesperado. Pero en su mente vi que estaba
aliviado, en parte.
-Necesito que me
digas que paso- el me miro algo extraño.
-¿No lo
recuerdas?- yo negué con la cabeza.
-Bueno, Rachel
estuvo allí, tal vez pueda decirte lo que paso- por primera vez hablaba Jacob,
que estaba sentado en una esquina de mi cuarto, debajo de la ventana.
Le eche una ojeada
a toda la habitación para reconocer a quienes estaba allí. Me sorprendí mucho
que estuviera Carslie y Edward, este último hablaba por celular cerca de la
puerta. Allí estaban Emily y Sam. Ambos se parecían a Quil con sus grandes
ojeras. Seth y Jacob estaban sentados bajo la ventana y cerca de ellos estaba
Kim junto con Jared.
-Rachel no vendrá.
Con lo cabreado que esta Paul de seguro no la dejará venir- decía Seth.
-Paul no puede
retenerla contra su voluntad. Si no viene yo la iré a buscar- decía Jacob algo
enfadado. Pero yo no le preste mucha atención a lo que hablaban solo capte una
sola cosa.
Rachel... Fue en
ese momento que recordé todo.
-¡Oh, Por Dios!-
todos en la habitación me miraron, incluso Edward que estaba hablando por su
celular, corto la llamada y se acerco para verme.
-¡Estoy bien,
estoy bien!- me apresure a decir antes de que empezaran con su interrogatorio
medico.
-¿Nos puedes
explicar qué rayos te pasa?- me sorprendió un poco el que Emily se dirigiera a
mi de esa manera (creo que no fui la única sorprendida), pero creo que les
debía una explicación a todos.
-En eso pensaré más
tarde, primero quiero que me digan que les dijo Rachel, y como esta ella- mire
a Carslie porque suponía que el la había atendido antes que yo.
-Ella está bien,
solo algunos rasguños. Lo más grave que tiene es un pequeño corte en su labio.-
suspire aliviada.
-Ok, pero...¿qué
les dijo?- eso me preocupaba un poco.
Todos se miraron
entre sí. Ninguno sabía nada, Rachel me había dejado todo a mí.
-Genial- no sabía cómo
les iba a explicar todo lo ocurrido porque ni yo sabía como había ocurrido
aquello.
En ese momento,
pensando como decir todo aquello, recordé algo.
-Antes que nada,
¿podrían decirme como logro evadirlos a todos?- yo ya lo sabía pero quería oír
la historia desde su punto de vista.
Fue Sam quien me
respondió.
-Patrullaba cerca
de la línea del tratado con los Cullen cuando esta chica se me presento en
frente de mí. Llame a Jacob para que nos ayudara a emboscarla en la frontera
con Canadá pero cuando llegamos allá
perdimos su rastro. La buscamos por unos 5 minutos y decidimos volver porque
temíamos que esa sanguijuela regresara a la Push. Aceleramos el paso cuando
Colin entra en fase y nos avisa que tu y Rachel estaban en problemas.- el no
solo me mostró lo que paso, también me dio un panorama de lo que sintieron.
Sam, Jacob, Paul y por supuesto Quil eran los más preocupados.
Pude ver lo
enfadado que estaba Paul conmigo. Y a mi tío se le escapo algo en sus
pensamientos que era mejor que yo no hubiera visto.
-¿QUE LE PASA A
ESE ESTUPIDO?- todos se dieron cuanta en el acto de quien estaba hablando. Mire
a Quil y pude ver una gran cicatriz en su pierna derecha. Pensé que la herida
debió de haber sido grande para que a él le quedara una cicatriz así.
-No es nada
Claire- me dijo Quil. Pero ya no había nada que me pudiera parar. Paul había
cruzado la línea.
-Esta vez se paso.
Y no voy a dejar que se salga con la suya.- trate de bajarme de la cama, pero
Quil no me dejaba.
Suspire. No iba a
conseguir lo que quería de esta forma.
-No voy a salir
corriendo detrás de él Quil. No hoy- observe sus ojos que estaban muy cansados
y me dije que no podía seguir haciéndole esto.
-Lo siento- dije
en un susurro.
-¿Por qué?-
pregunto Quil sin comprender.
-Por lo que les
estoy haciendo. Se están arriesgando por mí y yo no hago más que empeorar las
cosas. No debí haber dejado que Rachel me siguiera. La verdad creo que le debo
una disculpa también a ella.- en ese
momento una mente nueva entro en la casa.
-Al igual que a mí.
¿Cómo te atreves a preocuparme de esa manera? ¿No te diste cuenta de que eres
mi única amiga cuerda y humana que tengo?- era Nessie que entraba a mi cuarto
haciendo un escándalo algo dramático y para mi muy divertido.
-Creo que ya no
mas- le respondía a su pregunta.
-¿Ya no mas qué?-
me pregunto ella histérica.
-En lo que
respecta a humana y cuerda. Ya no más- dije con una sonrisa que parecía más una
mueca.
Muchas mentes
empezaron a preguntarse de que estaba hablando. Me dio gracia que todos
pensaran lo mismo al mismo tiempo, y que supieran la verdad aunque no lo
quisieran admitir.
Cuando todos se
retiraron por fin de mi cuarto, pude tener un momento para mi sola.
Pensé en lo que
había ocurrido en el bosque ese día. Recordé la adrenalina que cruzaba por mis
venas como combustible impulsándome a atacar, a defender a Rachel del peligro.
Pero lo que más me
carcomía era el saber que había hecho justo lo que él quería.
No había
aprovechado la oportunidad de averiguar si esa neófita sabía algo sobre sus
planes.
Aunque no creo que
Ben le haya contado algo la verdad. Siempre había reservado sus planes para el
mismo y eso hacía difícil las cosas. Si tan solo aquel día en el acantilado
hubiera tenido este don.
Pareciera que él
lo supiera todo. Predice cada uno de mis movimientos como si los hubiera visto
con antelación... como hace Alice.
Tal vez es eso, y
el también puede ver el futuro. Pero yo no recuerdo que se halla mencionado
algo como eso cuando éramos chicas. Habíamos torturado a muchos de sus
seguidores y recolectado información sobre él y lo que podía hacer, pero nunca
se menciono algo así. Tal vez es uno de sus tantos secretos y el nos ha estado
vigilando toda nuestra vida.
Pero en todo caso,
si fuera así, nosotras ya deberíamos estar a su lado como esclavas de por vida,
porque él hubiera encontrado el momento perfecto para atacar hace mucho tiempo.
Aun así, que él
pueda ver el futuro es una posibilidad. Una que no es muy alentadora la verdad.
Dejé de lado un
poco ese embrollo y me concentre en algo que era la mar de incomprensible.
¿Cómo se le ocurre
a Paul atacar a Quil por algo que tenía que arreglar conmigo? El no tenía nada
que ver en todo esto.
Me cuesta un poco
asimilar que me estaba peleando con uno de mis amigos por esa sanguijuela.
Esto debía ser
parte de su plan y yo no iba a permitir que consiguiera separarnos también.
Dios,dios!!! no me dejes así dime que van a hacer las paces!!!!
ResponderEliminarMe a encantado subre pronto ;)