Para reflexionar...

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar. Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver. Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera. Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida". Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas. Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar. Ahora simplemente duermo para soñar.


miércoles, 29 de febrero de 2012

(42) ¿El fin de una amistad? 1ª parte





Me encontraba en los acantilados, vestida con el hermoso vestido blanco que mi tía me había regalado.
Miraba el horizonte con una sonrisa en mi rostro. En ese momento me sentía feliz, tranquila y en paz, y me pregunte porque sería.
Pensé en que todo se había acabado, que ya no tenía que preocuparme por nada. Pensé en que Quil y yo éramos por fin felices de un modo completo, sin que el se estuviera sacrificando por mi. 
También pensé en que mis padres regresaban a La Push junto con Sara y que estábamos todos juntos de nuevo. Eso era todo lo que yo quería, y era lo único que me haría estar feliz de esta manera.
Quería estar así para siempre, que todo fuera así de perfecto toda mi vida.
En este momento ni siquiera recuerdo lo que paso en mi pasado, eso ya era historia.
Solo quería mi futuro, y me imaginaba muchas cosas. Pero lo principal era mi familia, una junto con Quil.
Me imagine mi boda, caminando hacia él, de vestido blanco y con una sonrisa y unas cuantas lágrimas de emoción. Imagine mi casa, aquí en La Push porque era el único lugar en donde realmente era feliz. Y pude ver a unos niños corriendo por el jardín.
Mi sonrisa se ensancho más y más y no pude contener unas risas cantarinas.
Todo era perfecto, todo era como debía ser.
En un acto de locura, avancé decidida hacía el abismo para lanzarme de un salto por el borde del acantilado.
Esto era lo mejor que se podía sentir. Era totalmente libre.
Y luego de lo que me pareció una eternidad pude ver el agua, las olas. Pero estaban furiosas.
Se podía ver la espuma que hacían al chocar contra las rocas.
Cuando por fin toque el agua todo se hizo borroso, y cuando intente abrir los ojos pude ver una figura. A esta la reconocería en cualquier parte, pero su ceño estaba fruncido en señal de preocupación.  Esto hizo que mi paz y tranquilidad se desvanecieran.
Ya no estaba en el agua, estaba en mi habitación. Y no estaba sola.
-¿Claire puedes oírme?- me pregunto Quil. Yo solo asentí, no estaba lista para hablar aún.
¿Qué había pasado?
Intente recordar algo pero todo estaba muy borrosos en mi mente, era como intentar vera a través de agua turbia. Lo único que recordaba era la sensación de libertad.
-Claire, ¿puedes moverte?- esa voz. ¿Era enserio?
-¿Carslie?- intente pestañear y ver algo que no fueran solo figuras negras en mi habitación e intente hacer lo que él me decía.
Me senté en mi cama y al hacerlo tuve que agarrarme la cabeza, porque el dolor y el mareo que sentía eran insoportables.  
-Carslie ¿Qué diablos le pasa?- pregunto Quil, pero pude darme cuenta que no era el único que pensaba lo mismo.
-No lo sé. Sus signos vitales están bien, tan solo es un mareo.- le dijo el doctor.
-Quil...-este me miro. Nunca lo había visto así. Parecía que no había dormido en días, sus ojeras estaban muy marcadas bajo sus ojos. Estaba preocupado y parecía que hubiera estado llorando o algo así.
-Amor ¿estás bien? ¿Necesitas algo?- se notaba desesperado. Pero en su mente vi que estaba aliviado, en parte.
-Necesito que me digas que paso- el me miro algo extraño.
-¿No lo recuerdas?- yo negué con la cabeza.
-Bueno, Rachel estuvo allí, tal vez pueda decirte lo que paso- por primera vez hablaba Jacob, que estaba sentado en una esquina de mi cuarto, debajo de la ventana.
Le eche una ojeada a toda la habitación para reconocer a quienes estaba allí. Me sorprendí mucho que estuviera Carslie y Edward, este último hablaba por celular cerca de la puerta. Allí estaban Emily y Sam. Ambos se parecían a Quil con sus grandes ojeras. Seth y Jacob estaban sentados bajo la ventana y cerca de ellos estaba Kim junto con Jared. 
-Rachel no vendrá. Con lo cabreado que esta Paul de seguro no la dejará venir- decía Seth.
-Paul no puede retenerla contra su voluntad. Si no viene yo la iré a buscar- decía Jacob algo enfadado. Pero yo no le preste mucha atención a lo que hablaban solo capte una sola cosa.
Rachel... Fue en ese momento que recordé todo.
-¡Oh, Por Dios!- todos en la habitación me miraron, incluso Edward que estaba hablando por su celular, corto la llamada y se acerco para verme.
-¡Estoy bien, estoy bien!- me apresure a decir antes de que empezaran con su interrogatorio medico.
-¿Nos puedes explicar qué rayos te pasa?- me sorprendió un poco el que Emily se dirigiera a mi de esa manera (creo que no fui la única sorprendida), pero creo que les debía una explicación a todos.
-En eso pensaré más tarde, primero quiero que me digan que les dijo Rachel, y como esta ella- mire a Carslie porque suponía que el la había atendido antes que yo.
-Ella está bien, solo algunos rasguños. Lo más grave que tiene es un pequeño corte en su labio.- suspire aliviada.
-Ok, pero...¿qué les dijo?- eso me preocupaba un poco.
Todos se miraron entre sí. Ninguno sabía nada, Rachel me había dejado todo a mí.
-Genial- no sabía cómo les iba a explicar todo lo ocurrido porque ni yo sabía como había ocurrido aquello. 
En ese momento, pensando como decir todo aquello, recordé algo.
-Antes que nada, ¿podrían decirme como logro evadirlos a todos?- yo ya lo sabía pero quería oír la historia desde su punto de vista.
Fue Sam quien me respondió. 
-Patrullaba cerca de la línea del tratado con los Cullen cuando esta chica se me presento en frente de mí. Llame a Jacob para que nos ayudara a emboscarla en la frontera con Canadá pero cuando  llegamos allá perdimos su rastro. La buscamos por unos 5 minutos y decidimos volver porque temíamos que esa sanguijuela regresara a la Push. Aceleramos el paso cuando Colin entra en fase y nos avisa que tu y Rachel estaban en problemas.- el no solo me mostró lo que paso, también me dio un panorama de lo que sintieron. Sam, Jacob, Paul y por supuesto Quil eran los más preocupados.
Pude ver lo enfadado que estaba Paul conmigo. Y a mi tío se le escapo algo en sus pensamientos que era mejor que yo no hubiera visto.
-¿QUE LE PASA A ESE ESTUPIDO?- todos se dieron cuanta en el acto de quien estaba hablando. Mire a Quil y pude ver una gran cicatriz en su pierna derecha. Pensé que la herida debió de haber sido grande para que a él le quedara una cicatriz así.
-No es nada Claire- me dijo Quil. Pero ya no había nada que me pudiera parar. Paul había cruzado la línea.
-Esta vez se paso. Y no voy a dejar que se salga con la suya.- trate de bajarme de la cama, pero Quil no me dejaba.
Suspire. No iba a conseguir lo que quería de esta forma.
-No voy a salir corriendo detrás de él Quil. No hoy- observe sus ojos que estaban muy cansados y me dije que no podía seguir haciéndole esto.
-Lo siento- dije en un susurro.
-¿Por qué?- pregunto Quil sin comprender.
-Por lo que les estoy haciendo. Se están arriesgando por mí y yo no hago más que empeorar las cosas. No debí haber dejado que Rachel me siguiera. La verdad creo que le debo una disculpa también a ella.-  en ese momento una mente nueva entro en la casa.
-Al igual que a mí. ¿Cómo te atreves a preocuparme de esa manera? ¿No te diste cuenta de que eres mi única amiga cuerda y humana que tengo?- era Nessie que entraba a mi cuarto haciendo un escándalo algo dramático y para mi muy divertido.
-Creo que ya no mas- le respondía a su pregunta.
-¿Ya no mas qué?- me pregunto ella histérica.
-En lo que respecta a humana y cuerda. Ya no más- dije con una sonrisa que parecía más una mueca.
Muchas mentes empezaron a preguntarse de que estaba hablando. Me dio gracia que todos pensaran lo mismo al mismo tiempo, y que supieran la verdad aunque no lo quisieran admitir. 

Cuando todos se retiraron por fin de mi cuarto, pude tener un momento para mi sola.
Pensé en lo que había ocurrido en el bosque ese día. Recordé la adrenalina que cruzaba por mis venas como combustible impulsándome a atacar, a defender a Rachel del peligro.
Pero lo que más me carcomía era el saber que había hecho justo lo que él quería.
No había aprovechado la oportunidad de averiguar si esa neófita sabía algo sobre sus planes.
Aunque no creo que Ben le haya contado algo la verdad. Siempre había reservado sus planes para el mismo y eso hacía difícil las cosas. Si tan solo aquel día en el acantilado hubiera tenido este don.  
Pareciera que él lo supiera todo. Predice cada uno de mis movimientos como si los hubiera visto con antelación... como hace Alice.
Tal vez es eso, y el también puede ver el futuro. Pero yo no recuerdo que se halla mencionado algo como eso cuando éramos chicas. Habíamos torturado a muchos de sus seguidores y recolectado información sobre él y lo que podía hacer, pero nunca se menciono algo así. Tal vez es uno de sus tantos secretos y el nos ha estado vigilando toda nuestra vida.
Pero en todo caso, si fuera así, nosotras ya deberíamos estar a su lado como esclavas de por vida, porque él hubiera encontrado el momento perfecto para atacar hace mucho tiempo.
Aun así, que él pueda ver el futuro es una posibilidad. Una que no es muy alentadora la verdad.
Dejé de lado un poco ese embrollo y me concentre en algo que era la mar de incomprensible.
¿Cómo se le ocurre a Paul atacar a Quil por algo que tenía que arreglar conmigo? El no tenía nada que ver en todo esto.
Me cuesta un poco asimilar que me estaba peleando con uno de mis amigos por esa sanguijuela.
Esto debía ser parte de su plan y yo no iba a permitir que consiguiera separarnos también.

1 comentario:

  1. Dios,dios!!! no me dejes así dime que van a hacer las paces!!!!
    Me a encantado subre pronto ;)

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