Claire
¡Claire espera!
Quil venía unos
cuantos metros detrás de mí mientras yo corría y me reía de él.
-¡Eres lento!- y
yo muy rápida.
Cuando vi el río
mi sonrisa se ensancho. Amaba saltar ese río.
Sin dejar de
correr di un pequeño brinco que me impulso unos buenos 30 metros hacia delante,
y al caer lo hice con la gracia de un felino, cosa que me gustada de todo esto.
Vi a Quil del otro
lado que me miraba con sus grandes ojos lobunos.
Cruzare el río
y te alcanzare. Adelanta te y busca a Nessie.
Yo asentí y salí
disparada hacia la casa Cullen. Emmet me esperaba afuera, como siempre buscando
una buena apuesta.
-Veinte dólares a
que no le ganas a Edward una carrera hasta el río ida y vuelta- yo me reí.
-Lo siento Emmet,
pero no estoy de humor para apuestas hoy aunque me encantaría llevarme veinte dólares
a casa. ¿Está Nessie?- la puerta del frente se abrió y salió Edward con una
sonrisa en la cara, detrás de él estaba Bella.
-Puedo vencerte
cuando quieras Edward solo que hoy no estoy de humor.- Edward largo una
carcajada y Bella lo miro sin entender.
-Odio cuando hacen
eso- mascullo Bella bajito, pero se oyó claramente.
-Bella ¿se
encuentra Nessie? Me llamo esta mañana porque dijo que quería mostrarme un
lugar.
-Y es un lugar
increíble- me dijo Reneesme que había aparecido por la puerta del garaje.
-¿Entonces qué
esperas? Vayámonos- ella empezó a correr y yo tuve que seguir le el paso. Si
ella no me estuviera guiando a su lugar genial yo la hubiera pasado con
facilidad.
Nessie se volteo
para ver quiénes eran los que venían detrás de nosotros. Yo no necesite hacerlo
porque ya había escuchado sus mentes.
Sus voces mentales
eran inconfundibles, ambas parecían gritar en vez de hablar.
-Oye, Nessie ¿Me
darás una pista de como es ese lugar?- ella en lo único que estaba pensando en
ese momento era en su fiesta de cumpleaños número 15. Estaba emocionada por
ella ya que le regalarían su primer coche. Al igual que a mí.
-No, y no hagas
trampa- ella me había pedido que no escarbara en su mente para ver sus
recuerdos de ese lugar y yo había accedido ya que sino no me lo mostraría.
-Estamos llegando-
anuncio de repente.
Yo sentía su
efluvio por ese sendero y me adelante para llegar antes que ella. Crucé un par
de arboles que parecían formar una entrada y me maraville con la belleza de
aquel claro.
Era verano por lo
que el pasto era verde y un millón de margaritas blancas lo adornaban. Parecía
de cuento de hadas.
-Ya sabía que te
iba a gustar- me dijo Ness entrando al claro despacio.
-¿Cuando lo
encontraste?- le pregunte.
-Fue ayer cuando
salí de caza con Jake. Pero ayer no estaban estas margaritas. Ahora esta mucho más
hermoso- ella se sentó en el suelo, arranco una margarita y empezó a jugar con
ella.
Yo simplemente
observé cada centímetro del claro para guardarlo en mi memoria. Cuando llegue a
esa pequeña entrada formada por arboles me di cuenta de que teníamos mirones.
-Salgan de ahí-
les pedí. Ellos aun en forma lobuna entraron al claro.
Es hermoso
Pensaron los dos a
la vez.
-Sí, es el claro más
hermoso que eh visto jamás- de sus gargantas salió un sonido que parecían ser
risas.
No hablábamos
precisamente del claro.
Me dijo Quil. Una
carcajada salió de mi. No podían estar hablando enserio.
Quil se acostó a
mis pies y yo me senté a su lado. Era la primera vez que estaba tan cerca de el
en su forma lobuna.
El cerro los ojos
y parecía dormido pero su mente estaba muy activa. Mire a Nessie y ella ya
estaba recostada junto a Jake. Ella tarareaba una canción, y me di cuenta de
que ya la había oído antes en su casa. Era una de las canciones que tocaba en
su piano.
Es una nana.
Nessie la compuso hace algunos años para Jake.
Me dijo Quil, que
estaba mirando lo mismo que yo.
En ese momento me
pregunte como harían para comunicarse ya que no tenían la ventaja que tenía yo.
Y me dije que no eran necesarias las palabras. A veces las miradas dicen más
que ellas.
Suspire y me
recosté en el hombro de Quil.
-¿Te molesta?- le
pregunte.
Claro que no.
Eh querido hacer esto muchas veces y no eh tenido el coraje de pedírtelo.
-¿Porque no? ¿Pensabas que podías hacerme daño?- no podía ser eso
después de todas las veces que le dije que no le tenía miedo.
No lo se...
Durante 5 minutos
reino el silencio en aquel claro. Solo se escuchaban nuestros corazones y
algunas aves que cantaban.
Ya tengo tu
regalo ¿sabes?
Fue Quil quien
corto ese silencio.
-Te dije que no
quería nada. Con tenerte a ti es suficiente.- era mas que suficiente.
No te hagas la
difícil, Claire. Si te sirve de consuelo no me eh gastado nada.
-No me hago la
difícil, amo los regalos, pero decía la verdad cuando dije que no quería nada.
Pero supongo que deberé aceptarlo.- en su mente no vi nada en ese momento. Pero
no haría trampa. Quería que fuera una sorpresa, como debía ser.
Solo te pido
que te abstengas de meterte en mi cabeza hasta mañana.
Asentí y suspire.
Mañana sería el gran día. Martes dos de febrero. Diez y siete años y poco
tiempo para quedarme en La Push.
¿Que
sucede?
-No es nada...simplemente....me queda poco tiempo aquí.- no quería
pensar en que me iría pero así era.
Te dije que
encontraría la manera de que te quedaras aquí. No te preocupes por eso.
No se por que
intuí algo de esperanza en su voz. Quil sabía algo que yo no y tampoco quería
saberlo ahora. Yo no era tan chusma como para meterme en la mente de todos a
averiguar cosas.
Unas pequeñas
gotas de lluvia empezaron a caer pero no eran nada de lo que debiera
preocuparme ya que llevaba una campera
impermeable puesta.
En tal caso, las
pequeñas gotas le daban un toque de frescura a aquel lugar.
¡Que romántico!
Me tope con un par de tórtolos. Lastima que todo terminará pronto para ustedes.
Me paré en el acto
al escuchar eso de una mente nueva cercana al claro.
-¿Qué sucede?-
pregunto Nessie que se había parado también, ahora estaba alerta.
-No estamos solos-
Jake empezó a aullar llamando a los demás
que esperaran a orillas del rió listos para una emboscada.
Vete de aquí
Me pidió Quil pero
no estaba dispuesta a dejar que hicieran este trabajo solos cuando yo había
vuelto.
-Ni lo sueñes.-
salí disparada en dirección a donde había escuchado la voz antes y pude encontrar
un rastro fresco que se dirigía al río. Genial, al menos no tendría que
esforzarme por acabar con el ya que iba directo a una trampa. Pero necesitaba
averiguar si el sabía algo sobre los planes de Ben. Tenía que alcanzarlo para
meterme en su mente y obtener información.
Force mis piernas
al máximo para obtener mi máxima velocidad. Pero no tuve que hacerlo por mucho
ya que pude llegar a el con facilidad. Era alto y moreno, se encontraba a unos 800 metros de mi y sus
pensamientos eran muy arrogantes.
Típico de
neófitos: se creen los dioses del mundo.
Muy
impresionante. Ben me hablo sobre tus dotes inmortales pero esa velocidad no es
normal incluso entre lo nuestros. De todos modos me encantaría saber que harán
tus amigos cuando me vean. Les tengo un regalito.
Tomando toda su
fuerza de recién nacido, acelero hasta que no pude verle. Pero seguía
escuchándolo en mi mente.
Acelere al máximo
cuando vi lo que era capaz de hacer y rece porque ese don no se hubiera
esfumado de mi.
Pero el ya estaba
sobre el río y no podía detenerle.
Salto sobre el río
y antes de que pudiera aterrizar la manada entera apareció de entre los
arboles.
Pero esta
sanguijuela ya contaba con que eso pasara. Antes de caer sobre un mar de
dientes una gigantesca roca del tamaño de un auto dio contra Jake que era el
mas cercano a su aterrizaje.
Un aullido
lastimero seguido de un grito de dolor llenaron el bosque.
Esa garrapata
siguió su camino a carcajadas mientras evadía a cada uno de mis amigos.
Vi cuando Nessie
se acerco a Jake que estaba en el piso tratando de incorporarse, pero era
consciente de que al menos una de sus piernas estaba rota.
Cuando crucé el
río un lobo color arena me impidió el paso. Estaba siguiendo ordenes del alfa.
Te quedarás
aquí, Claire. Nosotros nos encargaremos.
-¿Lo dice el lobo
tirado en el piso? No pienso quedarme aquí sin hacer nada, Jake.
Por favor no te
metas en esto. No soportaría ver que te hicieran daño de nuevo.
El sonido
lastimero de esa voz no pudo detenerme de evadir a todos y salir tras esa
garrapata.
Era consciente de
las voces que me rogaban que volviera pero no les hice caso y esas mismas voces
se rindieron al darme cuenta de que ahora estaban conmigo en la casería.
Solo uno de ellos
persistía en que me retirara, cosa que no iba a ocurrir nunca.
Me obligue a
correr mas rápido para poder alcanzarlo pero sabía que sería demasiado tarde,
de seguro ya debió haber escapado. Disminuí mi velocidad para poder esperar a
la manada ya que los había dejado atrás.
¿Te rindes tan
pronto?
Ese tipo sabía
acerca de mi don. Pero ¿como?.
-¿Porque no te
muestras? ¿O acaso le temes a una indefensa humana como yo?- escuche claramente
sus carcajadas y empecé a caminar en la dirección a ellas.
-¿Indefensa?
¿Mataste a Sofia y te llamas a ti misma indefensa? Tienes mas armas que un
vampiro y en sima corres con perros. Pero ¿sabes que? No te tengo miedo- salió
de detrás de un árbol como un fantasma.
No había ni un atisbo de humor en su rostro.
Viendo en su mente
me di cuenta de que el tomaba esto como personal.
-Ella me provocó,
Frank. Quería matar a mi amiga y no tuve mas remedio que destruirla. Como haré
contigo.- mis voz sonaba calmada, justo como quería que fuera. Lo miré a los
ojos que eran de un escarlata brillante. Estaba recién alimentado. Eso sería un
problema.
Los chicos aun no
llegaban pero podía escuchar sus zarpas a lo lejos al correr. No tardarían en
llegar.
El seguía
mirándome. En su mente pasaban recuerdos de todo lo que Ben le había dicho
sobre mi.
Me estremecí al
darme cuenta de que el sabía cosas que ni yo misma sabía que era capaz de
hacer.
La neófita tenía
razón: el era mas fuerte que nunca.
Ignoré esos
recuerdos y busque en su mente algo que pudiera darme datos sobre los
siguientes pasos de Ben.
Lo único que pude
encontrar no me decía mucho.
Frank y Sofia eran
pareja y Ben los visitaba de vez en cuando. Ellos estaban en Port Angel
escondidos en una casa abandonada a las afueras de la ciudad. Sofia desapareció
un día y Ben se le apareció a Frank con el cuento de que yo la había matado.
Pero había algo
mas, que no pude ver. Era como presenciar una película y que a esta le falte
una parte. Sabía que esa parte era
crucial y que eran los planes que yo necesitaba saber pero también sabía que no
podría verlos porque Ben los ocultaba de mi.
Maldecí en mi
interior. No conseguiría nada buscando de esta forma. Tenía que hacer que
hablaran.
-Parece que Ben
esta preparado para todo. Aunque lo intente una y otra vez no puedo averiguar
sus planes, así que tendrás que ayudarme un poco- una sonrisa apareció en su
rostro.
-¿A cambio de que?
¿Me dejaras libre?- su tono sarcástico tenía un borde ácido. No sonaba tan en
calma como él quería.
-¿Dejarte libre?
¿Para que vuelvas con esa sanguijuela y le cuentes todo lo que viste sobre mi?
¡Por favor! No soy tan estúpida. Lo que tenía en mente era que si me dices lo
que quiero haré que te maten ellos y no yo- dije, señalando en dirección al
sonido de las patas de la manada que se acercaba.
-¿Cual es la
diferencia entre que me mates tu y no ellos?- justo la pregunta que esperaba
escuchar.
-Que ellos lo
harán mas rápido y sin dolor. En cambio yo lo haría lento y tortuoso. Como lo
hice con tu... ¿era tu novia?- esa fue la gota que rebaso el vaso.
Madre mia! me encanta :) Claire da miedito XD
ResponderEliminarsube pronto ¿ok?